Conjunción perfecta de Jueves Santo
1 Destacado reestreno El palio de la Virgen de los Ángeles luce más espléndido que nunca tras la restauración acometida en el Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (IAPH).2Flores El Cristo de la Fundación presenta un exorno atrevido, pero que contribuye a realzar la imagen y todo el conjunto.3Momento El palio diseñado por Juan Miguel Sánchez se luce especialmente con la música que le compuso don Pedro Morales.
Día grande en la calle Recaredo. Sale la Hermandad de los Negritos. Sobriedad y elegancia. Jueves Santo luminoso de mantillas (pocas), sol y una temperatura agradable. Antesala de la Madrugada. Medida perfecta. Armonía. Paso de Cristo soberbio. Elegante en su andar. Innovador, sin perder el buen gusto, en su exorno floral, que demasiadas flores raras se han visto ya esta Semana Santa. Se abren las puertas de la capilla de los Ángeles y comienzan a salir los nazarenos. Escapularios y cíngulos azules. La hermandad está de celebración. Se cumplen 625 años de la fundación del hospital para negros por el cardenal Gonzalo de Mena y Roelas, origen de esta corporación a finales del siglo XIV. Este año será más especial que nunca la ofrenda en la Catedral.
"Dios quiera que no lleve muchos nazarenos", comenta una señora a su marido bajo el toldo del horno San Roque. Un vendedor de avellanas hace su agosto. Las cervezas entran y salen de los bares, en vasos de plástico, eso sí. Un matrimonio de fuera de Sevilla ve la salida de la cofradía en la esquina de Becerrita, ensaladilla cinco estrellas según el ODER. Una sevillana les explica, con poco acierto, lo que están viendo. Les dice barbaridades del tipo: "Las hermandades que llevan capa son más modernas que las de cola". Y: "El número de ciriales tiene que ver con la antigüedad de la hermandad. Cuantos más lleve más años tiene". Pasa el senatus y un padre le da la primera lección de Latín a su hijo: "Significa 'el senado y el pueblo romano". El pequeño contesta: "Creía que era una o; spor". Un carrito de bebé es alzado entre la bulla. Un globo, de esos transparentes, novedad de este año, se escapa y se queda atrapado en uno de los árboles que hay delante de la parroquia de San Roque. Son las 15:15. Ya han salido todos los tramos que preceden al Cristo de la Fundación. Pasan bajo el dintel los cuatro ciriales mientras suena una marcha en el interior de la capilla. Cristo bajado. Ya en la calle Recaredo se sube la cruz. Dos chicas jóvenes están más preocupadas por salir bien en el selfie que de ver el paso que se marcha en busca de la Puerta de Carmona.
Comienzan a salir los tramos de nazarenos de la Virgen de los Ángeles mientras el matrimonio llegado de más allá de Despeñaperros y su guía sevillana hablan del peligro de las sillas portátiles. "Están prohibidas en los cruces. Hay que ponerse pegado a la pared porque te pueden arrollar". El público que contempla la salida de la hermandad no va arreglado en exceso. Esto también es un síntoma de la decadencia de la fiesta, que dirían los más pesimistas, o de las nuevas costumbres a las que hay que acostumbrarse, que replicarían los más optimistas. Ya están fuera todos los nazarenos. Asoman los ciriales. El paso de palio se pone en la calle con unos movimientos casi imperceptibles. Ya está fuera. Suena lejana una marcha que unos chavales no reconocen. "Yo he venido a escuchar Virgen de los Negritos", dice uno con frustración. La fantástica composición del siempre recordado don Pedro Morales, fallecido el pasado mes de junio, suena en segundo lugar. Ángelitos negros de Machín. El sol saca a relucir los nuevos matices de un palio recién restaurado por el IAPH. Gloria del pintor Juan Miguel Sánchez para la hermandad y Sevilla entera. El matrimonio de fuera se embelesa con el bellísimo paso. Mandan los Gallego, que el martes lo bordaron, como siempre, en la Bofetá. La Virgen se marcha a los sones de la música de don Pedro. Conjunción perfecta de Jueves Santo.
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