El Cabildo obliga a celebrar la Toma de Horas fuera de la Catedral
La decisión se basa en las nuevas normas que regulan los usos extralitúrgicos de los templos
Después de más de cuatro siglos, el Cabildo de Toma de Horas se celebrará fuera de la Catedral. Así lo ha instado el vicario general y deán, Teodoro León, al Consejo de Cofradías. La decisión estaría sustentada en el documento sobre los usos extralitúrgicos de las iglesias dedicadas al culto, aprobado por Obispos del Sur el pasado mes de octubre. Esta normativa regula la celebración de actos culturales, musicales, académicos, institucionales, literarios, o las grabaciones, dentro de las iglesias y otorga al ordinario del lugar, es decir, al arzobispo, su autorización. El Cabildo Catedral ha considerado que según lo que establecen estas normas este acto protocolario, que se celebra desde 1604, y que reúne a la junta superior del Consejo, los hermanos mayores y diputados, la autoridad eclesiástica, representada por el vicario general, y la autoridad civil, encabezada habitualmente por el delegado de Fiestas Mayores, no es apropiado para desarrollarse en la Catedral, en este caso, en la Capilla Real presidida por la Virgen de los Reyes. El escenario este año será la sede de la Fundación Cajasol.
La historia de este cabildo se remonta a diciembre de 1604, cuando se celebró en Sevilla el sínodo diocesano convocado por el cardenal Niño de Guevara. Ahí se regularon algunos aspectos cruciales que terminaron por configurar la Semana Santa tal como hoy la conocemos. Entre otras cuestiones, se dispuso que el provisor y vicario general de la Archidiócesis debía señalar las calles por donde cada cofradía debía ir y su hora de salida. Esta práctica ya se encontraba establecida pero es ahora cuando se institucionaliza y adquiere carácter obligatorio.
Desde la segunda mitad del siglo XVIII se empieza a imprimir la nómina de las cofradías, indicando su sede canónica y su día y hora de salida, tradición que se ha conservado, incluso con una mayor profusión de datos. Este "señalamiento de horas" tenía lugar, en origen, el Martes Santo, en la Capilla de las Doncellas de la Catedral, como se puede leer en la web del Consejo: "Constituyéndose un juzgado compuesto por el Provisor con su Fiscal y el Presidente del Ayuntamiento con alguno de sus Tenientes, asistidos de Notario, secretario y otros oficiales de estas autoridades eclesiástica y seglar".
A partir de 1844, el acto comenzó a desarrollarse en el Antecabildo catedralicio. En 1880, se trasladó su celebración al Sábado de Pasión. Ya en pleno siglo XX, se ubicó en la Sacristía Mayor, en la Sala Capitular y, más recientemente, en la Capilla Real, adelantándose su convocatoria hasta el domingo previo al Pregón. Actualmente, es un acto puramente simbólico en el que el secretario del Consejo lee los cambios en la nómina y el vicario general sanciona con su rúbrica los horarios e itinerarios oficiales de las hermandades.
Tras varios años sin apenas sobresaltos, el cabildo de este año se presenta muy movido.
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