El Arzobispado desautoriza la salida del misterio de Torreblanca

El día después de la celebración del Vía Crucis de la Fe ha dejado una amargo regusto, a pesar de la belleza y la gran participación de los fieles en el rezo que tuvo lugar en el interior de la Catedral. La salida del paso de la Hermandad de los Dolores de Torreblanca a las puertas de la iglesia de Santa Marina sigue generando debates. Mientras que en la corporación aseguran que no recibieron indicación alguna de las autoridades competentes para que el paso no saliera de la iglesia, desde el Arzobispado se reitera que no estaban autorizados a salir. Desde el Consejo de Cofradías también afirman que nadie informó de que el paso iba a salir a la calle, pese a que el vicepresidente estuvo allí, pero quitan hierro al asunto y prefieren quedarse con el gran acto que tuvo lugar en el interior del templo metropolitano.

En la noche del domingo, tras el rezo en la Catedral, el arzobispo mostró su sorpresa por la salida del paso de Torreblanca a la calle, hecho que desconocía, como reconoció en declaraciones a Diario de Sevilla. El prelado aludió al acuerdo entre las hermandades y tachó la actitud de la hermandad de "falta de rigor y disciplina". En la mañana de ayer, el delegado diocesano para Hermandades y Cofradías, Manuel Soria Campos, reiteró a este periódico que la cofradía del Sábado de Pasión no tenía autorización para salir a la calle y aseguró que también se enteró después de que se produjera la salida: "En ningún momento estaba autorizado. Yo también me enteré después de que salieran a la calle".

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Manuel Soria también ha querido dejar claro que fue él quien tomó la decisión de no permitir que la hermandad procesionara con su paso hasta la Catedral para presidir en solitario el vía crucis. Del mismo modo, reveló que todavía no había hablado con el hermano mayor, Luis Miguel González, sobre lo sucedido: "Prefiero dejar pasar un poco de tiempo para que se calmen las aguas".

Por su parte, el presidente del Consejo de Cofradías, Carlos Bourrellier, rompió una lanza en favor de la hermandad y quitó hierro a todo lo que aconteció: "Llevar un paso a la puerta no es una salida. No pasa nada por salir a rezar ante todas las personas que fueron desde el barrio para que se llevaran esa satisfacción. Tenemos que ser más respetuosos con la hermandad. Lo hicieron con toda la buena fe del mundo".

El presidente revela que a ellos nadie se lo comunicó, por lo que tampoco tenían nada que decir. Sí quiere Bourrellier destacar el éxito del vía crucis dentro de la Catedral: "Sevilla se tiene que sentir orgullosa. Había más gente que nunca. Fue un acto muy bonito, con una gran afluencia y lo estamos soslayando".