El Arzobispado de Sevilla defiende que la iglesia de San Pedro de Alcántara es propiedad de las Esclavas
Asegura que no hay ninguna duda desde el punto de vista jurídico y ensalza la buena voluntad y la transparencia de las hermanas tras su marcha
La fabulosa iglesia de San Pedro de Alcántara de Sevilla, en imágenes
El Arzobispado de Sevilla defiende que la propiedad de la iglesia de San Pedro de Alcántara, una joya oculta de la ciudad, corresponde a la comunidad de religiosas de Las Esclavas, por lo que no puede hacer nada con su cierre y desacralización tras más de 350 años de historia. Así lo han explicado a este periódico desde la Secretaría General: “Forma una unidad física, funcional y catastral con el edificio civil”.
Desde el Arzobispado sostienen que no tienen ningún derecho a reclamar la propiedad del templo de la calle Cervantes tras la marcha de las religiosas. Insisten, en este sentido, en que un acuerdo de hace 150 años, no es motivo para ello. Desde que se acordó la cesión con el cardenal Spínola, sostienen, “las religiosas son las únicas dueñas. Allí han estado durante más de cien años. No se puede dudar de ello”.
Con respecto a las dudas planteadas debido a que el templo no está inmatriculado, son más claros todavía: “Significa que no es de la Archidiócesis porque sino lo habríamos inmatriculado en los últimos años. Tampoco se es más dueño porque esté inscrito en el Registro de la Propiedad. Las monjas no están obligadas a hacerlo. Es algo que no es raro ni infrecuente. Hay que mirar la propiedad desde un punto de vista jurídico y es indiscutible que es de la comunidad de las Esclavas. En la forma y en el fondo.
Sobre el destino de las esculturas que había en la iglesia, el Arzobispado también aclara que las monjas han querido que sigan teniendo el fin cultual para el que fueron creadas, por lo que están depositadas a la espera de darles un destino.
Con respecto a los futuros usos que puedan tener tanto el edificio civil como la iglesia, las mismas fuentes señalan que no tienen información, pero advierten y apelan a la sensibilidad de la comunidad que ha vivido allí durante más de un siglo, por lo que sabrán darle un fin adecuado. “Las monjas estaban bastante afectadas por su marcha. A nadie le gusta cerrar una obra. Tenemos que decir que siempre han actuado con buena voluntad y buena fe y con total transparencia, en comunicación con nosotros. Si alguien tiene dudas con el futuro del templo tendrá que preguntara la comunidad. Ahí están también las leyes urbanísticas que protegen el edificio”.
El convento de San Pedro de Alcántara fue fundado en el siglo XVII. La Orden Tercera fue fundada por el mismo San Francisco de Asís para los seglares, aunque también podían pertenecer a ella los religiosos. San Pedro de Alcántara fue el gran reformador de la Orden Franciscana. Antes de la fundación en Sevilla de este convento en la hoy calle Cervantes, se edifica en 1580 el convento de San Diego en el espacio que actualmente ocupa el Teatro Lope de Vega. El traslado a la actual calle Cervantes se produce por las continuas inundaciones que acontecían en esta zona extramuros.
Las dependencias de la calle Cervantes surgen como hospital o enfermería para los frailes enfermos. Tras una serie de cambios de sede y otras vicisitudes, los dieguinos se trasladaron a la iglesia de San Antonio Abad, en la calle Alfonso XII, de donde serían expulsados definitivamente por la Desamortización de Mendizábal. Por su parte, el convento de San Pedro de Alcántara florece en la actual calle Cervantes. A finales del siglo XVII la Orden Tercera compra unos terrenos a los frailes y levanta en el compás de entrada su pequeña capilla y estancia. En 1794 se amplían las dependencias con una pequeña casa con fachada a la calle Cervantes. Con la Desamortización, los frailes son expulsados y el convento de San Pedro de Alcántara se convierte en el instituto San Isidoro, el primero de enseñanza media de Sevilla. La capilla de la Orden Tercera sobrevivió a la Desamortización al pertenecer a seglares.
En los años 60 del pasado siglo se destruyen las dependencias del antiguo convento para construir el edificio del actual instituto San Isidoro. A finales del XIX se van a producir otros dos hechos relevantes. La fastuosa iglesia del convento, conservada gracias al padre Fagúndez, es entregada a las Esclavas del Corazón de Jesús, bajo cuya responsabilidad permanece hoy en día. A esta congregación pertenece el Colegio Mayor La Luz que existe en la misma calle. El otro hito destacado se produce en 1878 cuando se unen a los bienes de la Orden Tercera de San Pedro de Alcántara a los de su homónima de San Diego, al abandonar esta última su residencia en la iglesia de San Antonio Abad.
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