Alarma entre las cofradías por un andamio instalado en la esquina de Lasso de la Vega y Trajano

A apenas unas horas del cabildo de toma de horas se han encendido las alarmas en un buen número de cofradías. Un saliente de un andamio instalado en la esquina de Javier Lasso de la Vega con Trajano impediría que los pasos pudieran realizar este giro que conduce a la Plaza el Duque, antesala de la carrera oficial. El Consejo de Cofradías ya ha transmitido su preocupación al Ayuntamiento, ya que hay hermandades que han podido constatar que el tránsito del paso de palio sería imposible.

El amplio andamio se encuentra situado en el edificio de la antigua Cámara Agraria, donde se está construyendo un hotel. Se extiende por toda la fachada del tramo de Javier Lasso de la Vega, una vía estrecha que queda todavía más angosta con la instalación, pero es al llegar a la esquina cuando surgen las dificultades. El andamio tiene un saliente que está a una cota de tres metros y que impediría el normal discurrir de los pasos, sobre todo de los palios.

Así lo ha relatado a este periódico el hermano mayor de la Cena, Álvaro Enríquez: "Nos sorprendió el andamio la semana pasada. Hemos ido a verlo con el capataz del palio, Antonio Santiago, y hay bastantes problemas. La cota del andamio es de tres metro y el palio tiene una altura del cinco. No pasaría por allí".

Las hermandades ya han pedido que se desmonte esta parte de la estructura ya que, aún igualando la acera opuesta con una capa de asfalto, el transitar sería harto complicado y sin un buen número de cofradías las que acceden por este punto a la carrera oficial.

La proliferación de andamios y vallas están encendiendo este año más alamas de las habituales. Hace unos días este periódico avanzaba cómo la instalación de un cerramiento junto al Postigo dificultaba sobremanera el tránsito de las cofradías. Desde el Ayuntamiento aseguraron que se retiraría por motivos de seguridad.

Este viernes se conoció también que las Hermandades del Cerro y el Sol tendrán que modificar sus recorridos por Ramón y Cajal debido a las obras de ampliación del tranvía.