75 años del patronazgo (oficial) de la Virgen de los Reyes
El 16 de junio de 1946, la Santa Sede, atendiendo al fervor y la devoción que el pueblo le tenía a la Virgen desde hacía siglos, la proclama Patrona de Sevilla y su Archidiócesis
Virgen de los Reyes: La evolución de una procesión particular
La devoción más allá de Sevilla
Es costumbre que desde tiempo inmemorial la Virgen de los Reyes sea considera Patrona de la ciudad de Sevilla. Así lo atestiguan las numerosas procesiones extraordinarias de acción de gracias o por rogativas protagonizadas por la imagen fernandina a lo largo de los siglos. Pese a este reconocimiento secular como patrona, lo cierto es que no fue hasta mediados del siglo XX cuando la Santa Sede concede de manera oficial esta distinción a la Virgen de los Reyes. Este año se ha cumplido el 75 aniversario de esta efemérides sin que, por el momento, se haya programado algún acto de relevancia. En 1946, los actos centrales tuvieron lugar en torno al 23 de noviembre, festividad de San Clemente en el que se conmemora la Toma de la Ciudad por San Fernando. Al día siguiente hubo una gran procesión en la que participaron distintas imágenes letíficas y dolorosas junto a la recién nombrada oficialmente Patrona.
“Confirmamos y declaramos a la Santísima Virgen, bajo la advocación de Nuestra Señora de los Reyes, Principal Patrona ante Dios de la ciudad y Archidiócesis de Sevilla. Sin que obste nada en contrario”. Así se recogía la buena nueva en el Breve Pontificio redactado en Roma el 16 de junio de 1946 y recibido en Sevilla el 13 de julio. El Papa Pío XII había hecho oficial lo que el pueblo de Sevilla venía reconociendo desde mucho antes.
El recordado investigador Juan Carrero Rodríguez repasa cómo fue todo este proceso en su libro dedicado a la Virgen de los Reyes. En enero de 1946 ya se había enviado a la Santa Sede el completo expediente que evidenciaba la enorme devoción que la Virgen de los Reyes tenía en toda la Archidiócesis de Sevilla. “Como preparación, el Prelado dispuso la celebración de una Misión Mariana en toda la Archidiócesis, en la que se predicaría en todas las parroquias, exaltando la devoción de Nuestra Señora”.
Tras recibir la noticia, con fecha 5 de septiembre, el cardenal Segura publica una carta pastoral en la que detalla los preparativos para las “fiestas de la declaración del Patronato de Nuestra Señora de los Reyes”. Los actos se programaron para el mes de noviembre. Del 3 al 10 se celebró la Santa Misión Mariana. El acto de clausura fue el vía crucis con el Cristo de la Clemencia de Martínez Montañés hasta la Plaza Nueva. Esta Santa Misión se celebró antes, entre 3 de octubre y el 6 de noviembre, más allá de la propia capital.
Del 15 al 19 de noviembre se celebraron quinarios en las parroquias. El día 20 se programó un Rosario procesional al que asistieron parroquias y hermandades. Durante los días 21, 22 y 23 se celebró un triduo preparatorio en la Catedral, que también tuvo su réplica en las provincias de fuera de Sevilla.
Los actos centrales de la proclamación del Patronazgo tuvieron lugar el 23 y el 24 de noviembre. Con gran solemnidad se celebró el sábado 23 la festividad de San Clemente y la conmemoración de la Reconquista de Sevilla, destaca Carrero. “Alas doce del mediodía, un repique general de campanas, después del toque de oración, anunciaba las fiestas del Patronato”. A las nueve de la noche la gran retreta recorrió las calles de la ciudad con antorchas en las manos y repartiendo pasquines que ensalzaban la devoción a la Virgen de los Reyes.
El domingo 24, a las siete de la mañana, fue la “gran diana” con diferentes bandas de música. La misa pontifical se celebró a las 9:30 presidida por el nuncio monseñor Cicognani. En la homilía, el cardenal Segura leía el breve pontificio en el que se declaraba “Celestial Patrona de Sevilla y su Archidiócesis a la Santísima Virgen en su advocación de los Reyes”. Las campanas de la Giralda solemnizaron aún más este momento. Por la tarde se celebró la gran procesión en la que, además de la Patrona, participaron la Virgen del Pilar de San Pedro, la Amargura, la Reina de Todos los Santos, la Virgen del Valle, la Virgen del Amparo, y la Virgen de la Esperanza Macarena. La comitiva llegó hasta el andén del Ayuntamiento, donde el cardenal dirigió una alocución ante el paso de la Patrona. Tras este acto, el cortejo regresó a la Catedral.
En el año 1996, por el 50 aniversario, se programó una procesión extraordinaria que tuvo que suspenderse por la lluvia.
Temas relacionados
No hay comentarios