El síndrome del niño zarandeado: causas y síntomas

La llegada de un recién nacido al mundo es uno de los momentos más ilusionantes que puede haber. Sin embargo, también está lleno de miedos y preocupaciones, ya que el pequeño necesita del cuidado adecuado para su correcto crecimiento. Los bebés son muy vulnerables y los golpes bruscos pueden llegar a tener serias consecuencias para ellos; más aún, si aparece lo que conocemos como ‘el síndrome del niño zarandeado’.

Según informa la Clínica Mayo, se trata de “una lesión cerebral grave que se produce como consecuencia de sacudir con fuerza a un bebé o a un niño de uno a dos años. También se conoce como traumatismo craneal por maltrato”. Además, “es relativamente frecuente”, añade la Asociación Española de Pediatría (AEP). “Se estima que su incidencia en el mundo es de 20-25 casos por cada 100.000 menores de dos años”.

Causas del síndrome del niño zarandeado

“En España, de los 450.000 niños nacidos al año, unos 100 pueden padecer este síndrome”, prosigue la AEP. Este tipo de maltrato se origina, como añade Kids Health, “cuando un padre o cuidador está enfadado, cansado o alterado porque el bebé no deja de llorar; o porque no sabe hace lo que espera de él”. Con esta conducta se pueden generar problemas bastante graves para el futuro del niño e, incluso, provocarle la muerte.

“Ocurre cuando alguien usa la fuerza para sacudir a un bebé, para dejarle caer o para tirarle al suelo a propósito”, continúa Kids Health. También puede suceder que “se golpee la cabeza o el cuello del bebé contra un objeto”. Hay que tener en cuenta que es mucho más vulnerable que un adulto y que “los músculos del cuello son débiles e incapaces de sujetar bien la cabeza y su cerebro, más blando y con vasos sanguíneos más frágiles”, aclara la AEP.

Además del llanto prolongado e inconsolable, “otra causa es el intento de ‘reanimarlo’ ante una situación que el cuidador entiende como amenazante para su vida (un espasmo del sollozo, un atragantamiento o un ataque de tos”, continúa. El problema de esto es que, aunque el niño pueda recuperarse, el zarandeo deja secuelas a largo plazo.

Síntomas del síndrome del niño zarandeado

En un artículo publicado por el Dr. Alberto González Costea, oftalmólogo de Murcia, en la página web de Top Doctors, podemos leer que, “hay un bajo porcentaje de niños que sufren lesiones oculares graves, que pueden acabar en ceguera”, a raíz del síndrome del niño zarandeado. Asimismo, es habitual “que el zarandeo se pueda detectar por lesiones físicas, como hematomas y moratonas”.

En el caso de que no existan tales síntomas físicos, prosigue el especialista, “el médico puede sospechar si el niño presenta convulsiones o no tiene ganas de comer”. En este supuesto, “el médico suele pedir un estudio de fondo de ojo para detectar si hay hemorragias retinianas, intraretinianas o subretinianas”.

Más allá de lo expuesto, otros síntomas que puede provocar el maltrato severo son “la parálisis cerebral, la pérdida de audición o alteraciones en el comportamiento”.

Bibliografía:

Clínica Mayo, Síndrome del bebé sacudido: https://www.mayoclinic.org/es/diseases-conditions/shaken-baby-syndrome/symptoms-causes/syc-20366619

Asociación Española de Pediatría, Síndrome del niño zarandeado: https://enfamilia.aeped.es/prevencion/sindrome-nino-zarandeado

Kids Health, Traumatismo craneal por maltrato (síndrome del bebé sacudido): https://kidshealth.org/es/parents/shaken.html

Dr. Alberto González Costea, Top Doctors, Síndrome del bebé sacudido, nervios que provocan daños irreparables: https://www.topdoctors.es/articulos-medicos/sindrome-del-bebe-sacudido-nervios-que-provocan-danos-irreparables/