"A partir de los 45 años aumentan los riesgos para la salud de madre e hijo"

dra. Silvia Macías. ginecóloga de la clínica masvida reproducción

La noticia del parto gemelar de una mujer de 62 años mediante técnicas de reproducción asistida reabre el debate sobre la edad límite recomendable para llevar adelante un embarazo

La doctora Silvia Macías, en el centro MASVIDA de medicina reproductiva.
La doctora Silvia Macías, en el centro MASVIDA de medicina reproductiva. / V.s.
Redacción

25 de marzo 2017 - 02:34

SEVILLA/En las últimas semanas hemos conocido el caso de una mujer que con 62 años ha tenido un parto gemelar tras haberse sometido a un tratamiento de reproducción asistida en Estados Unidos. Es la segunda mujer más longeva en dar a luz en España tras el caso de Carmen Bousada, que tuvo dos niños con 67 años falleciendo tres años después.

El primer caso es especialmente significativo al haber perdido la custodia por desamparo de una hija anterior también concebida gracias a técnicas de reproducción asistida en Estados Unidos a la edad de 58 años.

Para saber más sobre el tema hemos acudido a una de las mejores clínicas de reproducción asistida de Sevilla, MASVIDA Reproducción, donde hemos tenido la oportunidad de hablar con la Dra. Silvia Macías.

-¿Cómo es posible que se den estos casos, doctora?

-En MASVIDA Reproducción antes de emprender un tratamiento analizamos, entre otros, aspectos como el riesgo que el embarazo puede ocasionar para la salud de la madre, así como el estado físico y mental materno. También tenemos muy en cuenta las circunstancias y el futuro del bebé.

"En MASVIDA Reproducción somos corresponsables de la nueva vida que ayudarmos a generar"

Todos estos factores están estrechamente relacionados con la edad de la madre gestante. Durante la fase inicial, antes de emprender el tratamiento, el equipo de MASVIDA Reproducción formado por profesionales de ginecología, embriología, enfermería y psicología debatimos y definimos si, en base a estos criterios, es adecuado aceptar y desarrollar el tratamiento que nos han solicitado o no. Si todas las clínicas cumplieran con este requisito, casos como el que comenta no se producirían.

-¿Cuál es la máxima edad recomendable para ser madre?

-No existe una edad definida legalmente, pero sí un consenso discutido en el marco de la Sociedad Española de Fertilidad que establece el límite en 50 años.

-¿Y usted, como ginecóloga especializada en reproducción asistida, qué opina de este límite?¿Se debe poner un límite a la maternidad?

-Creo que es una recomendación coherente y como tal la seguimos en MASVIDA Reproducción. Soy perfectamente consciente de que aún con 50 años nos podamos sentir fuertes y capaces de dar todo lo que la paternidad exige en el proceso de educar a un hijo. Pero debemos preguntarnos cómo estaremos con 60 años cuando nuestro hijo de diez aún precise de muchos años de atenciones y dedicación. Como copartícipes del proceso, es algo que los profesionales de MASVIDA Reproducción también tenemos que valorar, pues creemos que nuestro trabajo no sólo representa un reto para ayudar a las personas a superar sus problemas de fertilidad sino el principio de la vida de un ser humano.

Además, hay que tener en cuenta que en un embarazo a partir de 45 años aumentan considerablemente los riesgos para la salud de la madre.

-¿Cuáles son los riesgos más importantes?

-En primer lugar, es importantísimo contar con una sencilla premisa: los vasos sanguíneos van envejeciendo también a medida que pasan los años. Dado que el proceso de invasión de la placenta y la correcta circulación materna y fetal son imprescindibles, cualquier alteración en los vasos puede generar un problema grave. A nivel de la placenta puede favorecer que no se inserte en su sitio correcto y se encuentre demasiado baja (conocido como placenta previa), pudiendo dar lugar a hemorragias graves.

"El envejecimiento de los vasos sanguíneos a cierta edad es un factor que incrementa el riesgo de complicaciones"

Respecto a la circulación, si las personas mayores de 45 años tienen más predisposición a tener hipertensión arterial, resulta lógico pensar que también tenemos un mayor riesgo para que se desarrolle durante el embarazo. Si este estado, que de por sí es importante, se agrava y se complica con la aparición de proteínas en orina (proteinuria), da lugar a lo que conocemos como preeclampsia. Esta enfermedad puede ocasionar complicaciones graves tanto para la madre como para el feto y es necesaria una vigilancia estrecha en todo momento del embarazo si se produce.

Cuando no se detecta a tiempo puede tener consecuencias realmente serias y desembocar en eclampsia, es decir en convulsiones o coma.

Además de esto, a todos nos suena la famosa diabetes, o el "azúcar alto". Lo que quizá suene menos es la diabetes que aparece con el embarazo en mujeres previamente sanas. Afortunadamente cada vez se detecta antes y, al controlarla de forma estricta por el ginecólogo y el endocrino de forma conjunta, se consiguen minimizar los riesgos que conlleva. Sin embargo, no siempre esto es posible, ya que hay factores como la obesidad o la edad materna avanzada que la agravan, teniendo como consecuencia un aumento del peso del feto y del líquido amniótico, y una predisposición aumentada de la madre a padecer diabetes tipo 2.

También hay que considerar el hecho de que el riesgo de gestación doble aumenta con los tratamientos de Reproducción Asistida. Esta situación genera ya de por sí un embarazo de alto riesgo, ya que aumenta las posibilidades de parto pretérmino y retraso en el crecimiento de los fetos, y también multiplica las posibilidades de desarrollar trombosis y las anteriormente mencionadas preeclampsia y diabetes. Y no solo estas situaciones, recordemos que de cara a un posible parto el cuerpo se prepara aumentando el poder de coagulación sanguínea, por lo que predispone a fenómenos tromboembólicos que pueden agravarse con la edad materna.

Pero no sólo tenemos que pensar en los riesgos para la madre, también se pueden dar problemas importantes en embarazos a avanzada edad que afectan al desarrollo gestacional del bebé por ejemplo, anomalías cromosómicas. La más común y preocupante es la aparición de tres cromosomas 21 en vez de dos, factor que provoca el Síndrome de Down.

También nos enfrentamos a un aumento de las posibilidades de un aborto espontáneo y otros problemas de desarrollo embrionario y fetal.

Como digo, esto son los más importantes y frecuentes. Es nuestra obligación, cuando consideramos que existe un riesgo importante, descartar el tratamiento.

-Usted asegura que la salud mental de la madre también se tiene en cuenta a la hora de aceptar o rechazar un tratamiento de reproducción asistida. ¿Pero de verdad evaluáis los aspectos psicológicos?

-Los aspectos mentales y psicológicos son clave para nosotros. En MASVIDA Reproducción tenemos la suerte de contar con profesionales como Patricia Delgado, psicóloga clínica del centro que no sólo evalúa la situación de los pacientes sino que los acompaña durante todo el tratamiento, pues las emociones y su equilibrio juegan un papel muy relevante en el proceso reproductivo. Y respondiendo su pregunta, sí, siempre evaluamos estos aspectos por los mismos motivos que le comentaba anteriormente, por que en cierta forma somos corresponsables de la nueva vida que ayudamos a generar.

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