Estos son los trucos que utilizan los japoneses para mantener activo su metabolismo

Japón es uno de los lugares con un menor porcentaje de obesidad del mundo, pues se estima que tan solo un 3,5% de su población padece esta enfermedad. En otros países, como Estados Unidos, esta cifra crecería hasta el 33. Uno de los motivos que está detrás de este dato es la técnica hara hachi bu, que consiste en parar de comer cuando la persona está llena al 80%, evitando así los atracones y la pesadez que estos provocarían.

Los japoneses también utilizan varios trucos para mantener activo su metabolismo, lo que aporta su granito de arena para mantenerse en un peso saludable. Uno de ellos es tomar té verde a diario, una bebida que también incide positivamente en el colesterol y la diabetes. Entre sus beneficios, asimismo, encontramos la cantidad de vitaminas que aporta, así como la presencia de propiedades antioxidantes, que nos protegerían de varios tipos de cáncer.

A la hora de alimentarse, la población japonesa tiene dos hábitos muy recomendables para activar el metabolismo: consumir fibra y proteínas magras. El primero, además, mejorará el tránsito intestinal mientras que el segundo hará que el gasto calórico diario se incremente. Por lo que la lechuga, las acelgas o los champiñones serían unas opciones interesantes para añadir a nuestra dieta, así como el pescado, la carne de pollo o el pavo.

El estrés podría afectar negativamente al metabolismo, por lo que mantenerlo bajo control también es importante para que no incremente nuestro peso. Practicar Tai Chi, yoga o hacer ejercicio son algunas de las acciones que llevan a cabo los japoneses para conseguirlo, con esta última, además, también estaremos favoreciendo nuestra salud cardiovascular y alejando algunos problemas como la diabetes o la osteoporosis.

Un ritmo lento a la hora de comer también ayuda a no engordar

Otro hábito que llevan a cabo los japoneses no tiene que ver con lo que comen, sino con cómo lo comen. Y es que ingerir los alimentos a un ritmo lento, prestando atención a cada bocado, también podría ayudar a no engordar, pues se estaría promoviendo la saciedad, lo que provocaría que tomemos la cantidad justa de comida que necesitamos.

Masticar lento es una práctica que avalan muchos expertos, como la nutricionista Lyndi Cohen, pues explicó en el Daily Mail que "ayuda a relajar los músculos del estómago inferior, permitiendo que la comida se mueva fácilmente al intestino delgado", en declaraciones que recoge El Confidencial. La dietista australiana añadía que eso era importante "para que haya una digestión saludable, y que se pueda impulsar tu metabolismo a medida que los alimentos se digieren más fácilmente". Un estudio llevado a cabo en la Universidad de Kyushu en Fukuoka (Japón) señalaba que por cada comida que se ingería a un ritmo lento se quemaban hasta 10 calorías extra.