Los trucos para prevenir y ayudar a tu bebé a expulsar los gases
Maternidad
Este mal es muy común en bebés recién nacidos y causa incomodidad e irritabilidad. Prevenirlos y ayudarles a expulsarlos con estos trucos, es clave para ayudarles a aliviar sus molestias
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Un problema muy común en los bebés entre los más pequeños, sobre todo recién nacidos, es ingerir aire al alimentarse (de pecho o biberón), produciéndoles molestias tras la ingesta. También tragan aire al llorar, así como al comer demasiado rápido o en una mala postura. Esto causa malestar en el bebé o incluso dolor por no expulsar todos los gases que se generan. En los períodos de llanto e irritabilidad por este motivo, la madre puede confundir este padecimiento con un cólico, aunque esto último no implica la presencia de gases. Por ello, con cierta frecuencia durante y al final de la toma, hay que ayudar al niño a expulsar esos gases, así como aplicar recomendaciones para prevenirlos. Aquí te dejamos algunos consejos.
TIPOS DE GASES
Hay dos tipos de gases: los gases del estómago y los gases del intestino.
- Los gases del estómago provienen del aire que el bebé ha deglutido durante la toma o que ha absorbido durante algún periodo de llanto.
- Los gases del intestino provienen o suelen ser causa de una mala digestión (fermentación) de los hidratos de carbono en el colon o como consecuencia de una intolerancia alimentaria (por ejemplo, a la lactosa).
En este punto, es necesario saber que si el bebé se queda plácidamente dormido después de la toma es porque evidentemente no está molesto por los gases en su estómago y no necesita expulsarlos. Tal vez lo haga más tarde o simplemente no lo haga.
PREVENIR LOS GASES
Para prevenir los gases, es conveniente saber que se pueden evitar en el momento de la toma, momento clave en alimentación del bebé. Uno de los consejos es que hay que evitar que el bebé lleguée muy hambriento y ansioso a la toma de leche, ya que intentará mamar con más ansia y como consecuencia tragará mucho más aire.
Asimismo, la postura y la comodida de la madre y el niño influirá. Para ello,adopta una buena postura de amamantamiento: el bebé debe agarrarse al pecho con la boca bien abierta, los labios hacia afuera y la barbilla y la nariz tocando el pecho. Además, no debe estar demasiado encogido, sino estirado. Deja que succione tranquilo y vacíe por completo el pecho antes de pasar al otro.
Otra recomendación es que si tu leche sale con demasiada fuerza y rapidez es recomendable que la dejes fluir un poco para que el bebé no tenga que tragar con tanta rapidez, evitando que también trague mucho más aire.
Por otro lado, vigila la tetina del biberón. Si toma biberón, asegúrate de que el orificio de la tetina no es ni demasiado pequeño, o al bebé le costará succionar y tragará aire, ni demasiado grande, lo que hará que coma demasiado rápido. También existen bañeras anticólicos. Este tipo de bañeras, altas y circulares, en las que el bebé está erguido con las piernas dobladas, también resultan útiles en los primeros cinco-seis meses para prevenir los gases del recién nacido.
Por último, intenta que no lloré durante periodos muy prolongados ya que al llorar traga aire.
TRUCOS PARA EXPULSAR LOS GASES
Para asegurarte de que el bebé expulse el aire ingerido o los gases, al terminar la toma deberás incorporar al bebé sobre tu hombro o simplemente sentarlo sobre las piernas durante un momento. De esta forma, gracias a estas posiciones se consigue favorecer la expulsión de los gases:
- Una vez que el bebé ha comido, tiene que eructar. Para ello colócalo sobre tu espalda, con la barbilla apoyada en el hombro y dale unas palmaditas suaves con la mano algo hueca. Esta suele ser la postura más habitual para sacer el aire.
- Tocar su tripita y observar si está dura, si es así podemos aliviarlo mediante un suave masaje abdominal en sentido contrario a las agujas del reloj. Esto le ayudará a calmarse y soltar el gas con más facilidad
- Realiza la postura del avión, se trata de una de las posturas más comunes y sencillas. Tan solo tendrás que colocar al bebé boca abajo sobre el antebrazo del adulto y sujetar cuidadosamente su cabeza con la mano.
- Puedes sentarlo sobre tus piernas con la espalda contra tu estómago. Sujeta al niño por debajo de los brazos e inclina su tronco ligeramente hacia delante a la vez que se acaricia suavemente su espalda.
- Utilizar un sistema de porteo. Los beneficios del porteo ergonómico para los gases del bebé son muchos. El porteo es un sistema de transporte con el que el bebé está en constante contacto con la madre o el padre porteador.
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