¿Son más sanas las frutas deshidratadas que las frescas?
Nutrición y Bienestar
Las frutas deshidratadas mantienen gran parte de sus propiedades nutricionales y se conservan por más tiempo que las frutas frescas
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Las frutas deshidratadas han ganado popularidad en la alimentación moderna gracias a su conveniencia y perfil nutricional. Son una alternativa interesante a las frutas frescas, ya que ofrecen una manera práctica de consumir nutrientes y disfrutar del sabor de las frutas fuera de temporada o sin preocuparse por la refrigeración. Pero, ¿qué son las frutas deshidratadas? Tal y como indica su nombre son frutas que han pasado por un proceso de deshidratación, es decir, que se les ha eliminado gran parte del agua que contienen, lo que hace que se reduzcan en tamaño y concentren su sabor y nutrientes.
Para deshidratar una fruta, existen varios métodos, entre ellos el secado al sol, el uso de deshidratadores eléctricos, e incluso métodos industriales que aplican calor controlado. Como resultado, las frutas deshidratadas mantienen gran parte de sus propiedades nutricionales y se conservan por más tiempo que las frutas frescas.
"La diferencia más evidente es la falta de agua"
Esto quiere decir que las frutas deshidratadas son igual de saludables que las frutas frescas, pero es necesario moderar su consumo, ya que ofrecen nutrientes concentrados como fibra, minerales y antioxidantes. Al final, tanto las frutas frescas como las deshidratadas tienen su lugar en una dieta equilibrada, por lo que conocer sus diferencias y beneficios es una buena forma de sacarle el mayor provecho ambas formas de consumo de frutas.
Beneficios nutricionales de las frutas deshidratadas
Las frutas deshidratadas son una fuente concentrada de nutrientes. Debido a la pérdida de agua, los nutrientes como las vitaminas, minerales y fibra se encuentran en mayor proporción en relación con el peso, por lo que siguen conservando propiedades como la fibra, los antioxidantes, así como también sus vitaminas y minerales. Veamos con más detalle cuáles son los beneficios nutricionales que nos aportan las frutas deshidratadas.
Por lo que respecta a la fibra, conservan grandes cantidades de la misma, lo cual quiere decir que vamos a disfrutar de una buena salud digestiva gracias a que tendremos un tránsito intestinal mucho más regulado, evitando, por tanto, problemas de estreñimiento.
"Aportan más calorías en menor cantidad"
Algunas frutas, como las ciruelas, uvas pasas y arándanos deshidratados, son ricas en antioxidantes que ayudan a combatir el daño celular y reducir el riesgo de enfermedades crónicas.
Por otra parte, al ser alimentos densos en nutrientes, las frutas deshidratadas son una excelente fuente de energía, ideal para deportistas o personas que necesitan un snack rápido y nutritivo. Si bien es cierto que el proceso de deshidratación conlleva riesgos como la pérdida de vitamina C en algunas frutas, siguen conservando las vitaminas de otro tipo y los minerales como el potasio, el hierro y el magnesio, esenciales para el buen funcionamiento del cuerpo.
Diferencias con las frutas frescas
Aunque las frutas deshidratadas y frescas tienen perfiles nutricionales similares, hay algunas diferencias notables que conviene entender. Por lo que se refiere a las frutas deshidratadas, contienen una mayor concentración de azúcares naturales debido a la eliminación del agua. Esto significa que, si bien son naturales, también aportan más calorías en menor cantidad, así que es importante moderar su consumo para evitar un exceso de azúcar en la dieta.
La vitamina C es sensible al calor y se pierde en gran medida durante el proceso de deshidratación. Por lo tanto, si la vitamina C es una prioridad, se recomienda consumir frutas frescas como cítricos.
"Las frutas deshidratadas son una opción conveniente y nutritiva para un snack entre comidas"
Las frutas deshidratadas se conservan por mucho más tiempo que las frescas y no requieren refrigeración. La mejor forma es guardarlas en un lugar fresco, seco y en un envase hermético para que se mantengan en buen estado por más tiempo.
Esto las hace ideales para llevar en viajes o como una opción de alimento de emergencia. La diferencia más evidente es la falta de agua en las frutas deshidratadas, lo que significa que no contribuye a la hidratación, algo que no sucede con las frutas frescas, las cuales contribuyen a mantener los niveles de hidratación, especialmente en épocas de calor.
Cómo incluir frutas deshidratadas en la dieta de forma saludable
El consumo de frutas deshidratadas puede ser muy beneficioso si se realiza con moderación. Aquí algunos consejos para incluirlas en tu dieta:
- Como snack saludable: Las frutas deshidratadas son una opción conveniente y nutritiva para un snack entre comidas, pero es importante no excederse en la cantidad.
- En mezclas de frutos secos: Combinar frutas deshidratadas con nueces y otros frutos secos crea una mezcla rica en nutrientes y energía, perfecta para un aperitivo o para llevar al gimnasio.
- Añadidas a postres o ensaladas: Las frutas deshidratadas pueden añadir un toque dulce y textura a postres caseros o ensaladas, elevando su perfil nutricional y sabor.
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