Los problemas gastrointestinales más comunes en Navidad y cómo prevenirlos

Los cambios de hábitos en las rutinas alimentarias y los excesos, provocan que el sistema digestivo sufra consecuencias incómodas.

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Los problemas gastrointestinales más comunes en Navidad y cómo prevenirlos
Los problemas gastrointestinales más comunes en Navidad y cómo prevenirlos / Freepik
N.F

23 de diciembre 2021 - 19:02

Al pensar en Navidad, una de las cosas que se nos viene a la mente son los atracones. Deliciosos platos vuelven a nuestras mesas: turrones, polvorones, corderos, mariscos, embutidos... y todo acompañado con cerveza o buenos vinos (además de las 'copitas'). Y todo suena muy bien, pero el desajuste en la rutina alimentaria y los excesos (poco saludables), hacen que el sistema digestivo sufra las consecuencias. Estas consecuencias suelen traducirse en problemas gastrointestinales. En este sentido, es conveniente recordar cuáles son los más comunes y establecer mecanismos para prevenirlos.

PROBLEMAS MÁS COMUNES

  • Gastritis

Comer en exceso y la ingesta de alimentos demasiado condimentados e irritantes, serían la principal causa de este padecimiento. Este problema suele originarse por factores internos del paciente como infecciones por bacterias mal tratadas, y en su mayoría factores externos como son el consumo de sustancias irritantes, así como el consumo de medicamentos para desinflamar, la ingesta de alcohol, tabaquismo, consumo excesivo de grasas, y ayunos prolongados.

La gastritis puede acabar confundiéndose fácilmente con otros problemas gástricos, como ardor en la boca del estómago, sensación de vacío del estómago, distención del estómago, agruras, náuseas y eructos frecuentes hasta llegar al sangrado digestivo manifestado por vómito de sangre o evacuaciones negras.

Reflujo gastroesofágico

El reflujo y la acidez estomacal se producen cuando la persona consume insumos ácidos e irritantes como los tucos, las salsas de tomate, la mostaza y el ají. Esta combinación produce una sensación de sabor avinagrado y de quemazón que puede sentirse a la altura del pecho y esta la garganta. Suelen ir de la mano, pues se producen por el mismo motivo: un exceso de ácido en el estómago. Después de una comida copiosa, el estómago trabaja más de lo habitual y llega a producir un más ácido de lo normal. La acidez son las molestias que ese exceso causa en la parte alta del abdomen.

Además, es posible que los ácidos lleguen hasta el esófago. Este órgano cuenta con una válvula (llamada cardias) que se cierra para evitar que los jugos del estómago lleguen a la garganta; sin embargo, en algunas ocasiones, esa válvula no cierra adecuadamente (por ejemplo, si hay un exceso de ácido tras una digestión pesada)

Gases

Durante las comidas de Navidad hablamos mientras comemos y bebemos; eso implica tragar mucho aire. Ese exceso de aire se acumula en el esófago y tiene que salir a través de los eructos. La acidez también puede provocar la necesidad de eructar con frecuencia.

Diarrea

Las enfermedades provocadas por el consumo de alimentos en mal estado, crudos y poco cocinados son el principal motivo de intoxicación. Asimismo, este tipo de comidas suelen estar presentes en las comilonas navideñas.

Todo ingrediente está expuesto a estar contaminado y, por tanto verse afectado por bacterias, virus y parásitos. Sin embargo, los productos más frecuentes en una intoxicación alimentaria son: mariscos, pescados crudos, carnes poco cocinadas y agua contaminada.

Intoxicación

Las enfermedades provocadas por el consumo de alimentos en mal estado, crudos y poco cocinados son el principal motivo de intoxicación. Asimismo, este tipo de comidas suelen estar presentes en las comilonas navideñas.

Todo ingrediente está expuesto a estar contaminado y, por tanto verse afectado por bacterias, virus y parásitos. Sin embargo, los productos más frecuentes en una intoxicación alimentaria son: mariscos, pescados crudos, carnes poco cocinadas y agua contaminada.

QUÉ HACER PARA PREVENIRLOS

Para evitar estos incómodos síntomas y disfrutar de unas deliciosas fiestas, los expertos de DosFarma han recopilado algunos consejos sencillos para prevenir estos problemas y poder saborear cada plato de estas navidades. Aquí os dejamos una lista para que comiences a partir de la primera reunión.

Comer lento y masticar bien

Uno de los principales motivos por los que aparecen molestias digestivas es por comer muy rápido. Una buena digestión comienza en la boca, donde la saliva se mezcla con los alimentos. La saliva contiene una enzima llamada amilasa, que es la encargada de comenzar con la descomposición de los alimentos; si no masticamos el tiempo suficiente, el estómago tendrá que esforzarse más para suplir el trabajo que no ha podido hacer la saliva. Eso implica que producirá más ácido, por lo que aumenta el riesgo de acidez y ardor.

Por otro lado, al comer despacio, siendo conscientes de masticar bien, nos damos cuenta de qué estamos comiendo y cuánto. La Navidad es una época de excesos, pero no siempre es apropiado sumar más calorías al organismo. Para evitar pasarnos, lo mejor es masticar sin prisas y estar en un entorno tranquilo.

Disminuir la cantidad de comida en el plato

Es preferible repetir a llenarnos el plato y comerlo todo, tenemos que pensar en todo lo que nos queda por delante y no comer con los ojos.

Evitar hablar mientras comemos

Es un consejo difícil de seguir en estas fiestas, ya que la conversación es parte indivisible de una celebración. Sin embargo, es importante para evitar tragar más aire del necesario en cada bocado. Por el mismo motivo también debe evitarse fumar durante las comidas.

No cenar muy tarde

Conforme se acerca la noche, las hormonas que se encargan de digerir los azúcares y los hidratos de carbono disminuyen. Eso implica que, si hacemos una gran cena muy tarde, el organismo tendrá más dificultades para digerirla, lo que puede desembocar en gases o indigestión. Lo ideal es dejar entre una hora y media o dos horas y media entre la cena y la hora de dormir.

Evitar ciertos alimentos

Algunos alimentos pueden provocar acidez, como el picante, la cebolla, los cítricos, el tomate, el alcohol, las bebidas con cafeína o gaseosas o las comidas fritas o con mucha grasa. No significa que no se deban tomar, pero sí debe hacerse con mesura.

Igualmente, para evitar las flatulencias es recomendable no abusar de los alimentos anteriormente comentados.

No tomar alimentos muy calientes

Ya que pueden irritar las paredes del estómago, es mejor esperar un poco a que se templen.

Caminar un poco después de las comidas

No es necesario que vayamos al gimnasio después de comer, pero una buena forma de quemar calorías y ayudar a la digestión es da un pequeño paseo después de las comidas

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