El pescado que se ha relacionado con el desarrollo del cáncer de piel
Salud y alimentación
5.000 participantes de un estudio desarrollaron un melanoma maligno que se relacionó con una ingesta excesiva de pescado.
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El pescado pescadoes un buen afamado superalimento con claros beneficios nutricionales, pues le proporciona al cuerpo ácidos grasos vitales, minerales y vitaminas. Todo ello ayuda a la salud cardiovascular, la memoria, el sistema inmunológico y a nuestro desarrollo muscular. Por ende, también previene enfermedades como la diabetes, la obesidad o, incluso, algunos tipos de cáncer. Con todo, un exceso de pescado también podría ser perjudicial para la salud. En ese contexto, según un nuevo estudio, comer dos porciones por semana, según lo recomendado por el NHS (Servicio Nacional de Salud del Reino Unido), en algunos casos se ha relacionado con un mayor riesgo de cáncer de piel,cáncer de piel, el más mortal de su tipo.
En 2021 se diagnosticaron 5.767 nuevos melanomas en España, como indica el observatorio de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC). Hasta ahora no se había encontrado ninguna asociación entre la dieta y el desarrollo del cáncer de piel más agresivo, por lo que resulta aún más interesante.
Eso sí, la investigación encontró que hay una correlación, pero no necesariamente una relación causal. Por ello, subrayan que no se debe evitar consumir pescado en base a estos resultados. Además, incluso si se demuestra que existe un vínculo directo, los beneficios de comer pescado probablemente superen a los daños.
El atún, el más 'peligroso'
El estudio publicado en la revista 'Cancer Causes & Control', que es uno de los más grandes hasta la fecha, ha analizado datos de casi medio millón de personas. Entre las conclusiones de la investigación, los científicos plantean que las personas que comían más pescado que el equivalente a media lata de atún al día tenían un 22% más de probabilidades de sufrir un melanoma maligno.
Las probabilidades fueron mayores en comparación con la media diaria de 42,8 gramos de pescado que en quienes consumieron 3,2 gramos al día de media. También constató que aquellos cuya ingesta diaria media era mayor tenían un 28% más de riesgo de desarrollar melanoma en etapa inicial (estadio 0), es decir, melanoma in situ. De hecho, durante ese tiempo, unos 5.000 participantes desarrollaron un melanoma maligno, mientras que en otros 3.200 el cáncer se diagnosticó en estadio 0.
Por otro lado, comer 17,8 gramos de pescado no frito por día se asoció con un riesgo 18% mayor de melanoma maligno y un riesgo 25% mayor de melanoma en etapa 0, en comparación con comer solo 0,3 gramos.
Los autores del estudio analizaron los datos de 491.367 adultos estadounidenses, que habían informado de la frecuencia con la que comían pescado frito, no frito y atún, así como del tamaño de las raciones, durante el año anterior (una ración estándar son aproximadamente 140 gramos de pescado cocido).
La incidencia de nuevos melanomas durante un período medio de 15 años se calculó utilizando datos obtenidos de los registros de cáncer de Estados Unidos. Asimismo, los investigadores tuvieron en cuenta los factores sociodemográficos, el índice de masa corporal (IMC) y los niveles de actividad física de los participantes. También otros factores referentes al estilo de vida.
Contaminantes, papel clave
Pese a que los hallazgos son importantes debido al volumen de personas y el tiempo en el que se ha desarrollado el estudio, particularmente, los investigadores sugieren que se observe el rol que juegan aquí los contaminantes presentes en el pescado.
La investigadora principal, Eunyoung Cho, de la Universidad de Brown (Rhode Island, Estados Unidos), ha expuesto la hipótesis que su equipo considera más plausible:''Nuestros resultados podrían atribuirse a los contaminantes del pescado, como los bifenilos policlorados, las dioxinas, el arsénico y el mercurio. Investigaciones anteriores han descubierto que una mayor ingesta está asociada a niveles más altos de estos contaminantes en el organismo y han identificado asociaciones entre estos y un mayor riesgo de cáncer de piel''.
Todos estos, creen los firmantes del trabajo, pueden estar contribuyendo al aumento del riesgo de padecer cáncer cutáneo en las personas que comen demasiado pescado. Pero existen otras limitaciones en el estudio que se tendrán en cuenta en próximos análisis como el número de lunares, el color del pelo, los antecedentes de quemaduras solares graves y los comportamientos relacionados con el sol.
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