¿A partir de qué hora es más eficiente hacer ayuno intermitente?

Enero suele ser el mes en el que enfocamos las buenas rutinas que nos acompañan todo el año. Desde el punto de vista alimenticio se cuentan por miles las personas que se aventuran a seguir una dieta. Ya sea para mejorar la salud y ayudar a prevenir enfermedades, disfrutar de más energía o mejorar la autoestima, existen tantas dietas como seres humanos en el mundo, pero algunas tienen más impacto social y mediático que otras. La dieta paleo, vegana, dieta Dukan, Atkins, dietas bajas en hidratos de carbono, la dieta GCH o la dieta zona son algunas de las dietas más famosas que existen para perder peso. Otra de ellas es el ayuno intermitente, que consiste en alternar periodos de ingesta con periodos de ayuno. Hay mucha variedad de ayunos. Algunos se limitan a restringir la ingesta de alimentos unas horas pero hay otros en los que la restricción puede durar días. En España, lo habitual es tener períodos de comer de entre 12-14 horas y con el ayuno intermitente ese período se reduce a las 6-8 horas, pero ¿qué horas? ¿A partir de qué hora es más eficiente hacer ayuno intermitente? Un equipo de científicos liderados por la Universidad de Granada (UGR), la Universidad Pública de Navarra (UPNA) y el CIBER nos saca de dudas con las conclusiones aportadas en un estudio publicado por Nature Medicine, una de las las revistas científicas primarias de mayor impacto en el mundo.

Porque, toda vez superados algunos mitos del ayuno intermitente sobre si es recomendable realizar ayuno intermitente y su eficacia para perder peso y mejorar la salud cardiovascular en personas con problemas de obesidad, estos investigadores van más allá y aclaran que no es lo mismo ingerir los alimentos de 9 a 17 horas, que hacerlo de 14 a 22 horas o de 12 a 20 horas.

Realizar la última ingesta de comida antes de las 17 horas y no cenar por la noche es la estrategia más segura y eficaz para reducir la grasa abdominal

El estudio, liderado por jóvenes talentos andaluces como Manuel Dote Montero, revela que de todos estos ayunos, realizar la última ingesta de comida antes de las 17 horas y no cenar por la noche es la estrategia más segura y eficaz para reducir la grasa subcutánea abdominal, es decir, la grasa que tenemos justo debajo de la piel sobre todo en períodos como esta empinada cuesta de enero en la que el cuerpo aún sufre los excesos navideños.

Beneficios del ayuno intermitente temprano

Porque las pruebas realizadas a cerca de doscientas personas de entre 30-60 años de edad determinan que la diferencia entre aquellos que siguieron una dieta mediterránea habitual en horarios normales respecto a los que usaron algún tipo de ayuno intermitente, ya fuera temprano, tardío o autoseleccionado deriva en una pérdida de unos 3-4 kilos. La diferencia entre los diferentes tipo de ayunos intermitentes se centra en que en los grupos de ayuno intermitente temprano se produjo una reducción mayor de grasa subcutánea abdominal.

Además los resultados muestran que el grupo de ayuno temprano mejoró significativamente los niveles de glucosa en ayunas y la glucosa nocturna en comparación con el resto de grupos, lo que podría ayudar a prevenir la diabetes y a mejorar la salud metabólica.