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Estas son las razones por las que pan blanco engorda más que el integral y es peor para la salud

Dieta equilibrada

Las harinas refinadas están sometidas a un proceso y hacen que nuestro cuerpo absorba rápidamente el azúcar, por lo que debemos reducir su consumo

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Pan prieto para picnic / Cosas De Comé
Cristina Ramírez

04 de julio 2021 - 09:55

El pan es un elemento que está muy ligado a la cultura española y muy presente en el día a día, desde que nos levantamos estamos consumiendo pan. En los últimos años se ha puesto de moda quitar este elemento de nuestra dieta o reducir su consumo. ¿Sabes por qué y qué tipo de pan es el peor?

No todos los panes son malos, ni es malo el pan como tal, el problema son las harinas refinadas y la mayoría de panes que encontramos en el mercado las contienen. Son harinas que han sido sometidas a un proceso mediante el cual se le ha eliminado el salvado y aunque parezca una tontería, marca la diferencia nutricionalmente hablando.

A simple vista un pan elaborado con la harina completa es más oscuro que el pan blanco que resulta de las harinas refinadas. Eso sí, no siempre el color es una prueba determinante de que el tipo de harina que se ha empleado contiene todas las partes del trigo. Lo que debemos hacer es comprobar que el pan que compramos se comercializa como integral. Esto garantiza que la harina con la que está hecha contiene ese salvado.

Los carbohidratos a tener en cuenta

Pero no es el color lo que marca la diferencia, sino los carbohidratos que el pan blanco contiene. Estos carbohidratos de las harinas refinadas se simplifican a gran velocidad en nuestro sistema digestivo. De hecho, Miguel Ángel Martínez-González, epidemiólogo de la Universidad de Navarra explica que, prácticamente, el pan blanco se convierte en azúcar al contacto con nuestra saliva.

Todos sabemos que reducir el consumo de azúcar es bueno para la salud pero olvidamos los alimentos que hacen que estemos tomándola indirectamente, como el caso del pan blanco. Después de tomarlo, sus carbohidratos se convierten rápidamente en glucosa y, de la misma manera, esta sustancia es absorbida por el torrente sanguíneo en un período muy corto de tiempo.

Para estabilizar el nivel de glucosa en sangre, el páncreas debe producir una buena cantidad de insulina. Esto resulta un esfuerzo importante para este órgano que puede tener consecuencias a la larga: o bien puede pasar que el páncreas deje de fabricar la insulina necesaria, o bien nuestras células pueden volverse resistentes a esta hormona. En estos dos casos, manifestaremos diabetes. Esta es la explicación de por qué el pan blanco engorda más, porque sube los niveles de azúcar y esto favorece la subida de peso.

Lo mismo ocurre con los picos, las regañás o cualquier otro producto hecho a base de pan blanco. Una buena opción es pasarse al pan 100% integral que solo contenga harina de trigo, agua, levadura y sal.

De mal a peor

Si el pan blanco es “malo” hay uno que le hace la competencia y lo supera. Se trata del pan que sirve para tostadas o sándwiches, el pan de molde. La mayoría están elaborados con harina refinada pero, además, e guardan otro problema y es que para elaborarse necesitan más ingredientes que el pan de barra y no son, precisamente, saludables. Una gran parte de ellos contienen azúcares añadidos, pero también grasas vegetales que suelen ser de peor calidad que el de oliva. Además, contienen varios aditivos que, si bien son seguros, sobrecarga de ingredientes convierte a este producto en un ultraprocesado. Es decir, un producto relacionado con el sobrepeso

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