Soy nutricionista y así puede disminuir tu dieta el riesgo de padecer cáncer

Salena Sainz
Salena Sainz / masstigecomunicacion

Sevilla/¿Sabías que una dieta adecuada es la base de una vida saludable? Esto puede parecer algo obvio, pero cobra aún más sentido al escuchar a la nutricionista de Naturae Nutrición, Salena Sainz. Sainz nos explica cómo una dieta adecuada y un estilo de vida saludable son bases esenciales para reducir la inflamación crónica o, en otras palabras, disminuir el riesgo de tener cáncer.

¿Por qué nos inflamamos?

La inflamación es una reacción normal e imprescindible del organismo para luchar contra infecciones y sanar tejidos lesionados. Según Sainz, "cuando esta inflamación se vuelve crónica, puede desencadenar problemas de salud graves, incluyendo un mayor riesgo de padecer cáncer".

Debemos distinguir entre dos tipos de inflamación: la aguda, que es un mecanismo de defensa del cuerpo; y la inflamación crónica, que es silenciosa y de bajo grado, y es más peligrosa. "La mayoría de las enfermedades prevalentes hoy en día, como el cáncer, diabetes, ansiedad, depresión, colon irritable y enfermedades autoinmunes, comparten un factor común: la inflamación crónica de bajo grado", comenta Sainz.

Esta inflamación hace más rápido el deterioro de órganos y tejidos, por lo que se aumenta el riesgo de padecer enfermedades como la osteoporosis, la sarcopenia y la demencia. Además, provoca desequilibrios en el funcionamiento hormonal, por lo que también son un riesgo la diabetes y los problemas en la glándula tiroides, y deprime el sistema inmunológico.

¿Qué causa la inflamación crónica?

Podemos medir la inflamación crónica a través de ciertos marcadores biológicos. "Valores como la proteína C-reactiva o la velocidad de sedimentación pueden orientarnos, así como el nivel de cortisol, que suele estar elevado en casos de estrés crónico", aclara Sainz.

Las causas principales de esta inflamación crónica son la mala alimentación, el estrés, el sedentarismo, la obesidad y la alteración de la microbiota intestinal. "Dentro de la obesidad, la grasa visceral es particularmente peligrosa ya que aumenta la resistencia a la insulina y el riesgo de diabetes", explica Sainz. La falta de ejercicio físico es también un factor que hace que aumente la inflamación, aunque ojos, ya que el sobreentrenamiento puede tener el mismo resultado. Además, una microbiota desequilibrada puede llevar a un sobrecrecimiento bacteriano y reducir la producción de butirato, un ácido graso que ayuda a disminuir la inflamación.

¿Qué puedo hacer para reducir la inflamación?

Para reducir la inflamación crónica y, de esta manera, reducir el riesgo de cáncer, la nutricionista Salena Sainz nos da una serie recomendaciones que tienen que ver con un cambio en el estilo de vida y la dieta:

Incluye frutas y verduras a tu dieta, así como grasas saludables del aceite de oliva y frutos secos y omega-3 del pescado azul. Esto hará que tu dieta sea rica en fibra y polifenoles.

  • Bebe suficiente agua y bebidas con efectos antiinflamatorios como el té verde o matcha.
  • Incluye en tu dieta proteínas de alta calidad biológica y carbohidratos de grano entero en la dieta.
  • Control del estrés a través del ejercicio físico, la meditación y el yoga o pilates.
  • Duerme bien, entre 7 y 8 horas diarias, acostándose temprano y despertando con la luz natural para mantener un buen ciclo circadiano.

Un consejo que nos da Salena Sainz es que las vacaciones son un buen momento para reorganizar y adoptar hábitos más saludables. "Si estás agotada, no descansas bien y te sientes emocionalmente abrumada, es importante evaluar tu rutina diaria y hacer ajustes para alcanzar un equilibrio", aconseja Sainz. Ella recomienda:

  • Establecer nuevos horarios que equilibren el trabajo, el descanso y las actividades personales.
  • Planificar las compras y el menú semanal.
  • Hacer pequeños descansos durante el trabajo para ayudar a reducir el estrés y aumentar la productividad.
  • Encontrar una forma de ejercicio (baile, fútbol, baloncesto…) que disfrutes va a hacer que sea más fácil mantenerla a largo plazo.
  • Practicar pequeñas técnicas simples de respiración y relajación pueden ayudar a reducir el estrés diario.
  • Mantén tu piel hidratada y saludable
  • Elimina el desorden. Te dará una sensación de control y bienestar.

Una dieta antiinflamatoria no solo ayuda a reducir el riesgo de cáncer, sino que también mejora la salud en general. La nutricionista Salena Sainz recomienda centrarse en alimentos naturales y evitar los procesados, que a menudo contienen ingredientes que pueden aumentar la inflamación.

¿Qué sí?

  • Frutas y verduras fresca.
  • Grasas saludables (aove, aguacate y frutos secos, que contienen ácidos grasos omega-3).
  • Pescado azul.
  • Especias antiinflamatorias (cúrcuma y jengibre).

¿Qué no?

  • Azúcares refinados.
  • Grasas trans y saturadas.
  • Carbohidratos refinados.
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