Los múltiples (y fascinantes) usos alternativos del café
El café no solo es una de las bebidas más populares de la historia, sino que también puede aportar multitud de beneficios si se aprovecha sabiamente.
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Tras siglos en circulación, era de esperar que el café se reinventara en cuanto a su utilidad. Incluso teniendo en cuenta que millones de personas en todo el mundo consumen (al menos) una taza de café al día, se han ido descubriendo otros usos, más allá de su consumo como bebida.
Por ello, es importante conocer algunos de los usos alternativos de tan preciado bien, que pueden aportarnos beneficios de lo más variado:
El café para eliminar malos olores
Algunos usuarios han descubierto que, si se pone algo de café en un vaso y se mete en el frigorífico puede ayudar a neutralizar olores desagradables en el mismo. Lo mismo pasa si, por cualquier razón, se pegan malos olores a nuestras manos. Basta con frotarlas con algo de café molido y enjuagarlas con agua tibia.
El café como exfoliante
Los granos de café molidos también son conocidos por su utilidad como producto de cuidado de la piel. De hecho, se utilizan muy comúnmente en baños turcos, potenciando aún más sus propiedades exfoliantes con un baño de vapor previo a la exfoliación.
El café para reducir la celulitis
Por su textura y su contenido de cafeína, el café es un lipolítico de lo más propio parar tratar adiposidades y similares. Para ello, se suele mezclar el resto de café con aceite de coco para frotar la zona afectada con movimientos firmes y circulares.
El café como abono
El poso del café es un abono orgánico muy utilizado en todo el mundo, ya que tiene alto contenido de nitrógeno. Es especialmente efectivo en cultivos de tierra ácida a los que aporta potasio, magnesio y fósforo, entre otros nutrientes. Para maximizar su efectividad, se suele fermentar durante 4 semanas en un entorno húmedo.
El café para dar brillo al cabello
La cafeína es un componente muy útil para el cuidado del pelo, e incluso son muchos los champús y productos similares que ya de serie cuentan con el mismo entre sus ingredientes. Sin embargo, también se puede preparar de manera casera y más económica. Para ello, se prepara café con agua a temperatura ambiente y se aplica después de cada lavado, dejándolo en el pelo por veinte minutos para enjuagarlo posteriormente.
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