Esto es lo que le pasa a tu cuerpo si dejas de comer carne durante un mes

La carne es un alimento que muchísimas personas comen día a día y tienen como algo totalmente imprescindible en su dieta. Según el estudio El papel de la carne roja en la dieta: nutrición y beneficios para la salud, la carne se trata de una rica fuente de proteínas de alto valor biológico y nutrientes esenciales, algunos de los cuales están más biodisponibles que en fuentes alternativas de alimentos. No obstante, hay quienes, de manera voluntaria y por principios morales u otros motivos, han dejado de comer carne y han empezado a optar por otras alternativas.

Las causas por las que alguien decide dejar de comer carne son muchas y diferentes, ya que también puede deberse a alguna patología concreta o alguna recomendación médica. En cualquier caso, es importante saber qué sucede en tu cuerpo y cómo actúa una vez que decides dejar de comer carne, tras un mes. El tiempo que, según el psicólogo William James, se requiere para crear un hábito a través de la repetición es un tiempo bastante concreto: 21 días.

¿Cuáles son los efectos a corto plazo de dejar de comer carne?

Una investigación, presentada en el Congreso Anual de la European Association for the Study of Diabetes (EASD) de 2019, concluyó que los efectos de no comer carne a corto plazo son:

• Pérdida de peso. Esto se debe a que en la dieta mediterránea se tiende a consumir más carne de la que el organismo necesita con el aporte calórico y de grasas que eso conlleva. Es por esto por lo que uno de los primeros efectos que puede darse tras dejar la carne es una pérdida notable de peso. Debemos tener en cuenta que esto no sucede en todos los casos.
• Mejora de la microbiota intestinal. Eliminamos la carne de la dieta, pero aumentamos las frutas y verduras, se tiende a mejorar en rasgos generales la microbiota intestinal, gracias a las bacterias buenas que aportan estos alimentos. Además, resuelven problemas digestivos como el estreñimiento.
• Más hambre. Si estás acostumbrado a comer carne prácticamente todos los días, es muy posible que durante las primeras semanas no te sientas tan saciado, aunque es algo principalmente psicológico. Lo mejor para esto es incluir en la alimentación vegetales con alto índice de grasa buena como aguacates, nueces, quinoa o el tofu.

¿Cuáles son los efectos a largo plazo de dejar de comer carne?

Una vez hayas superado los primeros 15 días sin comer carne, empezarás a notar otros beneficios en tu organismo, pero también alguna desventaja que debemos tener en cuenta y, sobre todo, consultar con el médico.

• Mejora del aspecto de la piel. Distintos estudios relacionan el consumo de carne, especialmente si es procesada, con un envejecimiento prematuro del cuerpo, en general, pero especialmente de la piel.
• Mejora de la salud cardiovascular. Esto se debe a que la ingesta excesiva de carne aumenta el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. De hecho, una investigación publicada en la revista científica Arteriosclerosis, Thrombosis, and Vascular Biology concluía que "las sustancias químicas producidas por los microbios intestinales tras comer carne roja se relacionan con un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular: índices de colesterol más alto, más azúcar en sangre y mayor inflamación."

Ojo, hay que tener en cuenta que, la OMS aconseja limitar el consumo de carne procesada y carne roja, ya que están vinculados a un mayor riesgo de muerte por enfermedades del corazón y diabetes, entre otras. Aun así, es importante llevar a cabo una dieta equilibrada, por lo que si has decidido dejar de comer carne por algún motivo, lo primero es hablar con el médico, para que este te recomiende alternativas y evitar así deficiencias nutricionales.

Un estudio publicado en Revue Scientifique et Technique hablaba sobre cómo el consumo moderado de carne puede ayudar a evitar la deficiencia de algunos nutrientes esenciales, ya que contiene grandes cantidades de proteínas y dosis moderadas de hierro, zinc, selenio, vitamina D y vitamina B12. Aun así, estos pueden ser sustituidos por otros ingredientes como los huevos, el marisco, las legumbres, las hortalizas y el pescado.