¿Es igual la verdura fresca que la congelada para nuestra salud?

Comer sano se ha convertido en una prioridad del ciudadano del siglo XXI, al menos como declaración de intenciones. Cada vez más se controla el tipo de alimento que se consume, la forma de mantenerlo y cocinarlo. Pero sigue sin ser suficiente. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda consumir al menos unos 400 gramos de frutas y verduras frescas al día, pero la realidad es que en España el consumo de verduras ha disminuido en más de un 40% en los últimos 50 años, y los trucos para aumentar el consumo de frutas y verduras en tu día a día no surten el efecto deseado, por muchos brotes verdes que se aprecien ahora en los últimos tiempos. 1 de cada 3 españoles no consume la cantidad diaria de fruta y verdura que se recomienda, especialmente los niños, de ahí las altas cifras de obesidad infantil que se registran. Ven en la verdura al enemigo, pese a su colorido y el sabor en algunas de ellas. Y también en la facilidad que se tiene para tomarla, tanta fresca como congelada ¿Es igual la verdura fresca que la congelada para nuestra salud? Aquí os lo aclaramos.

A diferencia de otros alimentos, las verduras, las hortalizas y las frutas congeladas son capaces de mantener todos sus nutrientes tras el proceso de ultracongelación, igual que recién recogidas de la huerta y te permiten una facilidad absoluta para incorporarlas a tu dieta, convirtiéndola casi de forma inmediata en saludable y equilibrada.

Los estudios de las más prestigiosas universitarias internacionales así lo defienden. Congelar las verduras no les resta ni un ápice de las vitaminas, proteínas, fibra o compuestos antioxidantes que puedan tener. Es más, en algunos casos son capaces de retener una mayor cantidad de nutrientes que las verduras frescas.

Propiedades de las verduras congeladas

¿A qué se debe esta circunstancia? A determinadas propiedades que tienen las verduras congeladas y que se resumen de la siguiente forma: La ultracongelación de las verduras permite conservar sus nutrientes por debajo de -18°C. y la gran velocidad en el proceso permite preservar todo su aroma, su sabor, su color y su textura. A diferencia de las verduras frescas, las verduras congeladas pueden conservarse mucho mayor tiempo en el congelador y si ya se congelan lavadas, peladas y cortadas, resultan más fáciles y rápidas de cocinar, en cualquiera de las posibles formas de cocinar verdura: hervidas, en el horno, al vapor, a la parrilla, glaseadas, estofadas, salteadas o en el microondas...siempre mucho mejor que fritas.