Es la hora de pasar de las dietas milagro a las dietas personalizadas
Cómo perder peso
Expertos subrayan la importancia de no confundir una dieta para perder peso con una dieta saludable
Una dieta inadecuada puede producir una pérdida excesiva de masa muscular
Puede que estas navidades no hayamos asistido a muchas comidas de empresa y que las reuniones hayan sido más reducidas, pero hay algo que no ha cambiado. Una vez más hemos comido en exceso, sobre todo de alimentos ricos en azúcares y grasas. Es por ello que, como cada enero, internet se llena de dietas milagro para cumplir como propósito del año nuevo. Con más razón en este 2021. No hay que olvidar que, con el confinamiento, la mitad de la población española ya aumentó entre 1 y 3 kilos de peso.
Sin embargo, es importante no confundir una dieta para perder peso, con una necesaria dieta saludable. Fernando García Pérez-Sevillano, especialista en endocrinología y nutrición del Hospital Vithas Sevilla, explica que “aunque las dietas pueden producir una pérdida de peso similar, los resultados pueden ser muy diferentes. Cuando se adelgaza, no solo se pierde grasa, sino también músculo. Una dieta inadecuada puede producir una pérdida excesiva de masa muscular, ocasionado una reducción del metabolismo y un elevado riesgo del temido efecto rebote”.
De hecho, el problema no está tanto en el exceso de peso, sino en el exceso de grasa. “Según los estudios, hasta un 30 por ciento de personas clasificadas en peso normal según su índice de masa corporal, tienen realmente un porcentaje de grasa elevado”, recalca el experto. Es por ello que, a la hora de realizar una dieta, no solo se debe tener en cuenta perder calorías. También impacta la forma de realizarla. En este sentido, estudios recientes alertan de que las dietas para bajar de peso pueden ir de la mano con la ortorexia nerviosa, una obsesión potencialmente dañina por la alimentación saludable. La clave está en el equilibrio, no en vivir la dieta como una obsesión.
Así, Diego Bellido, especialista en endocrinología y nutrición y vicepresidente saliente de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (Seedo) insiste en que “podemos configurar modelos de alimentación muy diferentes, pero manteniendo patrones saludables de alimentación (dietas bajas en grasas, bajas en carbohidratos y normo o hiperproteicas), hipocalóricas, normocaloricas o hipercalóricas, pero todas ellas configurando patrones saludables”.
Riesgos de las dietas 'milagro'
Las dietas para bajar de peso pueden ir de la mano con la ortorexia nerviosaos
Lejos de buscar una dieta milagro en la red o seguir las recomendaciones de un libro o conocido, los expertos cada vez apuestan más por configurar dietas personalizadas. “La dieta personalizada es sin duda la opción de futuro”, sentencia Bellido. Y es que, si la Medicina avanza hacia la personalización de los tratamientos según el perfil de cada paciente, es importante recordar que una misma dieta no tiene los mismos efectos en todo el mundo. “Además de las características modificables en un sujeto como la ingesta voluntaria y la actividad, hay que tener en cuenta los aspectos que condicionan mayor o disminución del gasto energético, configurados genéticamente y que condicionan los cambios de gasto energético diferentes”, argumenta el vicepresidente de la Seedo.
A este respecto, Diego Bellido señala que “las alteraciones monogénicas son raras, pero las alteraciones poligénicas no lo son tanto y sin duda su conocimiento marca opciones de alimentación personalizada en el futuro”. El pasado año, una nueva investigación señalaba incluso que la microbiota intestinal de una persona puede predecir el éxito en la pérdida de peso.
Factores que afectan al día a día
Una dieta personalizada aborda factores muy diversos. Como explica Diego Fernández García, jefe del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Vithas Xanit, “los avances médicos nos permiten conocer las necesidades nutricionales de cada persona”, por ejemplo teniendo en cuenta condiciones patológicas, intolerancias o alergias que haya que considerar. Sin embargo, se trata de adaptar también nuestra dieta a nuestra forma de vida. Además, atiende a factores que moldean nuestro día a día y por tanto influyen en nuestra capacidad de adherencia a una dieta. Estos son diversos, como la religión, el ambiente laboral, el tiempo disponible para cocinar o nuestros propios gustos alimentarios. Factores que no se tienen en cuenta, pero que marcan la diferencia entre ser capaces de llevar una dieta saludable como propósito momentáneo o como un verdadero hábito de vida.
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