Investigación y Tecnología
Este es el alimento que tienes que comer para equilibrar la microbiota intestinal
Las uñas, además de una expresión estética e incluso artística, proteger los tejidos de nuestros dedos y ser maravillosa herramienta para rascarnos, las alteraciones que se producen en el tono, la forma o el crecimiento de las mismas pueden ser una pista clara de alguna enfermedad. Algunos cambios no tienen mayor importancia, pero otros sí ayudan a diagnosticar trastornos.
Según explican los expertos de www.dosfarma.com, la farmacia online española líder del mercado, es importante saber cuándo un cambio en las uñas nos está indicando que es hora de visitar al médico. Carmen Desmonts Salazar, farmacéutica de DosFarma explica: "Las uñas dicen mucho de nuestra salud. Alteraciones sutiles, como la aparición de hoyos o estrías, pueden darnos mucha ventaja en el diagnóstico precoz de alguna dolencia grave". Para ello, en primer lugar, hay que conocer qué alteraciones son las más frecuentes para saber reconocerlas:
La leuconiquia, o la aparición de manchas blancas, puede deberse a múltiples factores. Cuando son pequeñas, suelen ser totalmente inocuas y es posible que hayan aparecido por un traumatismo o por la falta de algún nutriente, como el zinc. Un pequeño golpe puede producir una mancha blanca. Por lo general, se cura sola y desaparece cuando la uña ha vuelto a crecer completa, lo cual tarda entre seis u ocho meses, o hasta doce en el caso de los pies.
También pueden deberse a la psoriasis, una enfermedad crónica que afecta a la piel y produce descamaciones y enrojecimiento. Cerca de la mitad de las personas que sufre esta enfermedad tiene también psoriasis ungueal, es decir, en las uñas.
2.Uñas curvadas, con forma de cuchara
La coiloniquia, o uñas en cuchara, ocurre cuando los bordes de la se curvan hacia arriba, hasta el punto de que queda el centro más hundido, semejante a la forma de una cuchara. Esta alteración se debe a varios factores, como el déficit de hierro o la anemia. A su vez, puede ser un síntoma de algunas enfermedades renales, hepáticas o relacionadas con la tiroides. Un ejemplo es la hemocromatosis, una dolencia por la que el cuerpo absorbe demasiado hierro de los alimentos.
3.Líneas de Beau
Son surcos o hendiduras que cruzan la uña de lado a lado. Se producen porque, por algún motivo, se ha interrumpido el crecimiento de la uña (por ejemplo, un golpe fuerte en el dedo). Pueden aparecer en los casos de diabetes, especialmente cuando la enfermedad no está bien controlada.
4.Uñas de Terry
Esta alteración supone que la uña se vuelve de un color blanco opaco, salvo por una pequeña línea de rosada o marrón en la punta. Aparecen en casos de diabetes mal controladas o por enfermedades del hígado o los riñones.
5.Uñas amarillas
Se deben a múltiples motivos, como el uso excesivo de cosméticos o esmaltes, aunque también pueden esconder algún problema de salud. Por ejemplo, las infecciones de hongos producen cambios en el color, la textura y la forma. Del mismo modo, las enfermedades pulmonares también pueden tener este síntoma.
6.Acropaquía
Ocurre cuando las puntas de los dedos se ensanchan y las uñas se curvan alrededor, haciendo una forma semicircular. Son un símbolo de enfermedades del hígado o los riñones, aunque también aparecen en personas con sida.
7.Uñas punteadas
Aparecen surcos, similares a pequeñas marcas de un punzón. Son frecuentes en las personas con psoriasis, a quienes les aparecen pequeños hoyos o, incluso, se les separa parte de la uña del dedo.
8.Hemorragias lineales subungueales
Son pequeñas hemorragias en forma de líneas rojas y delgadas que se extienden en la dirección en la que crece la uña. Las causan algunas infecciones relacionadas con el corazón, como la endocarditis o la vasculitis.
9.Dedos hipocráticos
Se trata de una alteración que, entre otras cosas, hace que la uña se curve hacia abajo. Se relaciona con dolencias que afectan a la cantidad de oxígeno en la sangre; por ejemplo, el cáncer de pulmón.
10.Uñas quebradizas
Se trata de uno de los problemas más frecuentes en las uñas y hay múltiples motivos por los que se vuelven débiles y se rompen con facilidad. En muchos casos, se debe a factores externos fáciles de solucionar o evitar.
Una de las posibles causas es el envejecimiento, aunque también puede ocurrir por falta de nutrientes, como el zinc o el hierro. Asimismo, la vitamina C acelera la producción de colágeno, una sustancia encargada de que las uñas crezcan rápidamente y con más fuerza. También la vitamina D es necesaria para que tengan brillo y fuerza. Una falta de ambas vitaminas explicaría unas uñas débiles, quebradizas y sin brillo.
Si no comes suficientes frutas y verduras podrás notar que están débiles, descamadas, opacas o simplemente no crecen. El fósforo, el cloruro o el calcio son necesarios para mantener la forma, el color, el brillo, el crecimiento y la resistencia. Cuando el cuerpo no tiene los nutrientes necesarios se ve obligado a ser selectivo enviando primero la sangre más rica a los órganos vitales.
Igualmente, la exposición prolongada al esmalte puede hacer que las uñas se vuelvan frágiles y se descascarillen. En general, el abuso de los esmaltes puede volverlas ásperas y sin brillo e incluso teñirlas de algún color, si el pigmento penetra.
También es posible que se deban a un exceso de humedad o por el uso de productos de limpieza sin guantes. Otra posibilidad es que se vuelvan quebraedizas por una alteración de la glándula tiroides.
También te puede interesar
Investigación y Tecnología
Este es el alimento que tienes que comer para equilibrar la microbiota intestinal
Nutrición y Bienestar
¿Son más sanas las frutas deshidratadas que las frescas?
Nutrición y Bienestar
¿Qué tipo de vitaminas tenemos que tomar para levantar el ánimo en días de lluvia?
Nutrición y Bienestar
Los cuatro tipos de vitaminas guardianas del sueño que no deben faltar en tu dieta
Lo último
Contenido ofrecido por Philip Morris Spain