La aldaba
Carlos Navarro Antolín
El rey brilla al defender lo obvio
Nutrición y Bienestar
En días de calor hay que cuidar que no nos falte la hidratación y esto no solo podemos conseguirlo con la ingesta de agua o cualquier líquido, sino también a través de alimentos que nos resfresquen, de los llamados "efecto frío", los cuales nos ayuden a sentirnos más frescos y ligeros, evitando las digestiones difíciles, la sensación de pesadez y la retención de líquidos que favorece el calor.
Se llaman así porque según la medicina tradicional china, cada alimento tiene una naturaleza “térmica” y por tanto va a producir un efecto en nuestro organismo. Puede ser que nos enfríe, nos caliente o que sea neutral. Pero la relación entre los alimentos y los efectos térmicos que produce en nosotros están influenciados por diferentes factores que van desde la cocción del alimento, la masticación, en la que un alimento se va a calentar más o menos en función del proceso de salivación (de ahí, la importancia de masticar bien los alimentos), hasta el crecimiento de los alimentos ya que algunos crecen más lento y cerca de la tierra, por lo que suelen generar más calor (boniato, calabaza), frente a los que crecen más rápido y alejados de la tierra (tomate, calabacín).
La pimienta de cayena es conocida por su sabor picante y ardiente de manera inmediata ya que da calor desde dentro hacia fuera y esto se debe a la capsaicina, el compuesto activo responsable de su picor característico y aportando una respuesta termogénica en el cuerpo.
En el lado opuesto, tenemos al jengibre seco que aporta un calor más interno y duradero. Esto es posible gracias al gingerol que aporta antioxidantes y es antiinflamatorio, lo que contribuye a su efecto termogénico.
La avena es una fuente de carbohidratos complejos, por lo que proporciona una liberación gradual de energía, lo que impulsa el metabolismo y contribuye a la producción de calor interno. Además, es rica en fibra soluble, así que va a ayudar a mantener la estabilidad en los niveles de azúcar en la sangre, así como también a evitar los picos de insulina. Un nivel de azúcar en la sangre estable es fundamental para mantener la temperatura corporal, ya que los picos y caídas pueden afectar negativamente a la capacidad del cuerpo para generar calor de manera eficiente.
Si tomamos alimentos extremos muy caloríficos o enfriadores pueden provocar el efecto opuesto en el organismo. Por ejemplo, los chiles o las especias en general son caloríficas, pero si las tomamos en demasiada cantidad nos enfriarán a largo plazo. Cuando enfriamos el cuerpo, recibimos hidratación, calma, se eliminan toxinas y se reducen las inflamaciones, son más favorables en climas cálidos y, por tanto, reducen el calor.
¿Qué alimentos podemos ingerir, sobre todo en esta temporada, para poder refrescarnos a través de la comida? Las verduras más frías son las algas, apio, pepino, las de hojas verdes y setas. Por lo que respecta a las frutas, las más frías son el melón, la sandía, el plátano, el kiwi, el limón, el pomelo, las fresas y las moras. También el pescado crudo, las almejas, la langosta, la ostra, el pulpo, el yogur y la leche de vaca, respectivamente.
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