Efecto térmico de los alimentos: estos son los factores que influyen en la temperatura corporal cuando los comemos
Nutrición y Bienestar
Cada alimento tiene una naturaleza “térmica” y por tanto va a producir un efecto en nuestro organismo
La masticación influye en que un alimento se caliente más o menos en función del proceso de salivación
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"Soy doctora y estos son los alimentos que tienes que tomar si tienes varices para que la sangre vaya más fluida"
En días de calor hay que cuidar que no nos falte la hidratación y esto no solo podemos conseguirlo con la ingesta de agua o cualquier líquido, sino también a través de alimentos que nos resfresquen, de los llamados "efecto frío", los cuales nos ayuden a sentirnos más frescos y ligeros, evitando las digestiones difíciles, la sensación de pesadez y la retención de líquidos que favorece el calor.
Se llaman así porque según la medicina tradicional china, cada alimento tiene una naturaleza “térmica” y por tanto va a producir un efecto en nuestro organismo. Puede ser que nos enfríe, nos caliente o que sea neutral. Pero la relación entre los alimentos y los efectos térmicos que produce en nosotros están influenciados por diferentes factores que van desde la cocción del alimento, la masticación, en la que un alimento se va a calentar más o menos en función del proceso de salivación (de ahí, la importancia de masticar bien los alimentos), hasta el crecimiento de los alimentos ya que algunos crecen más lento y cerca de la tierra, por lo que suelen generar más calor (boniato, calabaza), frente a los que crecen más rápido y alejados de la tierra (tomate, calabacín).
Alimentos que dan calor de manera diferente
La pimienta de cayena es conocida por su sabor picante y ardiente de manera inmediata ya que da calor desde dentro hacia fuera y esto se debe a la capsaicina, el compuesto activo responsable de su picor característico y aportando una respuesta termogénica en el cuerpo.
En el lado opuesto, tenemos al jengibre seco que aporta un calor más interno y duradero. Esto es posible gracias al gingerol que aporta antioxidantes y es antiinflamatorio, lo que contribuye a su efecto termogénico.
La avena es una fuente de carbohidratos complejos, por lo que proporciona una liberación gradual de energía, lo que impulsa el metabolismo y contribuye a la producción de calor interno. Además, es rica en fibra soluble, así que va a ayudar a mantener la estabilidad en los niveles de azúcar en la sangre, así como también a evitar los picos de insulina. Un nivel de azúcar en la sangre estable es fundamental para mantener la temperatura corporal, ya que los picos y caídas pueden afectar negativamente a la capacidad del cuerpo para generar calor de manera eficiente.
Un extremo lleva al otro
Si tomamos alimentos extremos muy caloríficos o enfriadores pueden provocar el efecto opuesto en el organismo. Por ejemplo, los chiles o las especias en general son caloríficas, pero si las tomamos en demasiada cantidad nos enfriarán a largo plazo. Cuando enfriamos el cuerpo, recibimos hidratación, calma, se eliminan toxinas y se reducen las inflamaciones, son más favorables en climas cálidos y, por tanto, reducen el calor.
¿Qué alimentos podemos ingerir, sobre todo en esta temporada, para poder refrescarnos a través de la comida? Las verduras más frías son las algas, apio, pepino, las de hojas verdes y setas. Por lo que respecta a las frutas, las más frías son el melón, la sandía, el plátano, el kiwi, el limón, el pomelo, las fresas y las moras. También el pescado crudo, las almejas, la langosta, la ostra, el pulpo, el yogur y la leche de vaca, respectivamente.
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