¿Qué es el dióxido de titanio? El compuesto que se prohibirá como aditivo en el sector alimentario en 2022
Alimentación
Las partículas presentes en una amplia gama de productos como chicles, pasteles, suplementos alimentarios, sopas o caldos, pueden acumularse en el organismo y dañar el ADN de las células
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El debate sobre el dióxido de titanio no es nuevo. Hace ya unos años, las dudas sobre este compuesto provocaron que Francia prohibiera su uso como aditivo alimentario. Ahora, La UE ha aprobado la propuesta de la Comisión Europea para prohibir el uso de dióxido de titanio (E171) como aditivo alimentario. La propuesta llega horas después de que la agencia europea de seguridad alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés) haya actualizado su evaluación de seguridad de este aditivo, que según el organismo consultivo ya no puede considerarse seguro.
La propia Comisión pidió en marzo de 2020 a la EFSA que reevaluara el dióxido de titanio, algo que el organismo consultivo ha hecho teniendo en cuenta los miles de estudios que se han publicado desde su evaluación anterior, realizada en 2016.
¿Qué es el dióxido de titanio (E171)?
El dióxido de titanio (E-171) es un aditivo muy frecuentemente empleado en la industria alimentaria por sus propiedades blanqueantes y opacitantes, por lo que no es raro encontrarlo en la lista de ingredientes de golosinas, productos de chocolate, galletas y chicles, así como en complementos alimenticios.
El dióxido de titanio, identificado como E171, es un aditivo alimentario común que se usa como colorante alimentario con un importante poder blanqueador. No tiene beneficios nutricionales ni funcionales en los alimentos más que el de aportar color. Por lo tanto, consideran que no hay motivos para usar el dióxido de titanio: solo tiene una función estética, sin que haya ninguna razón técnica que avale su necesidad y su seguridad no está demostrada.
Sin embargo, esta sustancia está considerada como potencialmente peligrosa: la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria, EFSA, tras evaluarlo, determinó hace unos meses que el uso de E-171 no era seguro, ya que los datos existentes no permiten descartar su genotoxicidad, por lo que no puede establecerse una ingesta diaria admisible (IDA). Indican que no supone un riesgo inminente para la salud, pero recomiendan que se evite su uso.
Se entiende por genotoxicidad la capacidad de una sustancia de dañar el ADN de las células. "Tras su ingestión, la absorción de partículas de dióxido de titanio es baja, pero pueden acumularse en el organismo", advierte la EFSA.
Dado que la genotoxicidad puede dar lugar a efectos cancerígenos es fundamental evaluar el posible efecto genotóxico de una sustancia para concluir sobre su seguridad. Aunque en este caso la evidencia de efectos tóxicos generales no fue concluyente, la genotoxicidad del E171 no pudo ser descartada ni puede fijarse un nivel seguro para la ingesta del aditivo.
¿Cuando entrará en vigor?
La propuesta de la Comisión Europea de prohibir el uso del dióxido de titanio como aditivo alimentario ha recibido los votos positivos de los Estados miembros de la UE. Es de esperar que la nueva normativa entre en vigor a principios de 2022.
A partir de ahí, los fabricantes tendrán un periodo de 6 meses de transición para reformular sus productos evitando este aditivo en la composición. ''La seguridad de nuestros alimentos y la salud de nuestros consumidores no es negociable. Hoy actuamos de manera decisiva con nuestros Estados miembros, basándonos en una ciencia sólida, para eliminar el riesgo de una sustancia química utilizada en los alimentos'', recalcaba Stella Kyriakides, la comisaria europea para la salud y la seguridad alimentaria.
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