Algunos consejos para pasar unas Navidades con alimentación saludable
Nutrición y Bienestar
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Uno de los mayores problemas que tienen las personas cuando llega la Navidad o, mejor dicho cuando se acaban, es haberse pasado con la comida y terminar las fiestas con algunos kilos de más. Grandes cantidades de comida, alimentos con mucha grasa y alto contenido en azúcares, horarios descompensados, quebrantamiento de rutina, cenas abundantes e interminables. Son algunos de los mayores influyentes en que terminemos las Navidades con la sensación de estar tan hinchados como si fuéramos un globo.
Por suerte, para todo problema hay una solución o al menos es altamente saludable intentar buscarla. Aunque parezca increíble y dada la cantidad de estímulos y de contenido que vemos en las estanterías de los establecimientos, resultaría casi imposible pensar que en Navidades también se puede comer de manera saludable.
Paz y amor en Navidad, pero contigo
A la hora de cuidar el cuerpo, hay una cosa que tienes que tener clara y es que lo primero eres tú. Cuidarse no implica saltarse comidas porque te has pasado de cantidades o de azúcares. Cuidarse es nutrir al cuerpo de una alimentación saludable. En este sentido, las profesoras Alicia Aguilar, directora del máster universitario de Nutrición y Salud de la UOC, y Anna Bach, directora del máster de Alimentación en la Actividad Física y el Deporte de la UOC, dan algunas claves para poder llevar una alimentación saludable, además de otras buenas prácticas que te ayudarán a que controles mejor el peso. Una idea que proponen es controlar las cantidades de lo que se come. De igual modo, las profesoras recomiendan:
- Incluir pescado y vegetales. A pesar de que la carne está muy presente estos días en los platos tradicionales, hay que procurar incluir menús basados en pescado o vegetales. "También es importante moderar las otras ingestas de los días de gran celebración o del día siguiente intentando compensarlas con menús más ligeros en los que las verduras y las frutas estén bien representadas", destaca Bach.
- Hacer todas las comidas. "Saltarse la comida anterior intentando compensar la fuerte puede comportar que se llegue a esta con más hambre y es posible que se coma más", comenta Aguilar. "Hay que intentar fraccionar la ingesta diaria en cinco comidas para no alternar el ayuno con las comidas abundantes. Es bueno tener unos valores constantes de glucosa: si no, el cuerpo buscará compensarlos en la comida siguiente", añade Bach.
- Evitar sobremesas con comida en el centro ya que es más fácil volver a picar algo, aunque estemos llenos.
Disfrutar es compatible con cuidarse
La Navidad es un tiempo de reencuentro con aquellos a los que hace tiempo que no ves, por lo que es recomendable saborear no solo los alimentos, sino también esos momentos. Come despacio, mantén una buena conversación, cálida y llena de risas, elige tus platos con raciones pequeñas, sobre todo en los postres donde el dulce es el protagonista y del que te acuerdas una vez que acaba la Navidad. Para los postres, una buena opción son los preparados a base de frutas.
Recuerda que lo que está en juego es la salud. No se trata de privarse de todo, pero tampoco dejarse llevar por el "una vez al año, no hace daño" y repetirlo cuando se tercie. Intenta intercalar comidas ligeras en los días en los que no haya nada especial con los días en los que sí. Otra manera de compensar los excesos, es quemar calorías practicando actividad física y cuida también la ingesta de alcohol en la que no es recomendable "superar las 2-3 copas de vino o cava entre la comida y la cena", puntualiza Aguilar.
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