Cómo acelerar el metabolismo: 10 formas sencillas

Acelerar el metabolismo de forma saludable es la meta de todo aquel que desee perder peso o recuperar su forma física, pero el ritmo al que el cuerpo quema calorías depende de muchos factores: Hay quien tiene la suerte de haber heredado un metabolismo naturalmente rápido que le permite quemar de forma muy rápida todo aquello que come sin tener que preocuparse por ganar peso, Los hombres tienden a quemar más calorías que las mujeres incluso en situación de reposo y, en general, el metabolismo comienza a frenarse a partir de los 40 años.

Aunque controlar factores como la edad, el sexo o la genética no está al alcance de nadie (al menos, de momento), hay otras formas de acelerar y mejorar el metabolismo.

Aumentar la masa muscular

El cuerpo quema calorías de forma constante, incluso cuando está en reposo y el ritmo al que se queman estas calorías es mucho mayor en aquellos con más masa muscular. Cada medio kilogramo de tejido muscular utiliza aproximada unas 6 calorías diarias solo para mantenerse, mientras que la misma cantidad de grasa tan solo quema 2 al día. Aunque parece una diferencia minúscula, la cantidad puede variar conforme mejora la forma física ya que, cuando se activan los músculos, el ritmo metabólico aumenta.

Más ejercicio aeróbico

El ejercicio aeróbico no ayuda a construir masa muscular, pero da un gran subidón al ritmo metabólico durante varias horas después del entrenamiento. La clave está en esforzarse y llegar al límite: el ejercicio de alta intensidad aporta un aumento considerable del índice metabólico basal (la cantidad de energía que gasta el cuerpo en completo reposo) y ayuda a quemar más calorías que un entrenamiento de medio o bajo nivel. Para disfrutar de los beneficios de este estado, basta con tomar una clase más intensa en el gimnasio o trabajar con intervalos de intensidad como, por ejemplo, intercalar caminar con sprints.

Tomar más agua

El cuerpo necesita agua para procesar las calorías. En una situación de deshidratación, por leve que esta sea, el metabolismo se ralentiza. Según algunos estudios, los adultos que beben ocho o más vasos de agua al día queman más calorías que aquellos que solo toman cuatro. Para mantener el cuerpo hidratado, basta con tomar un vaso de agua (o cualquier otra bebida no carbonatada sin azúcar) antes de cada comida o aperitivo. Consumir frutas y verduras frescas en lugar de snacks también ayuda, ya que contienen agua de forma natural.

Picoteo inteligente

Extraño pero cierto: comer más suele ser sinónimo de perder peso. Al tomar comidas muy copiosas y con muchas horas entre una y otra, el metabolismo se frena. Aumentar la frecuencia de comidas o tomar un snack entre ellas sin dejar pasar más de 3 o 4 horas sin comer mantiene el metabolismo a buen ritmo y ayuda a quemas más calorías a lo largo del día. Además, tomar más aperitivos puede ser muy beneficioso si se eligen los alimentos adecuados, como frutas o frutos secos bajos en grasa, ya que reduce el apetito y evita la ansiedad al comer un plato principal.

Añadir un toque picante a las comidas

Los alimentos picantes tienen químicos naturales que suben el ritmo al que el cuerpo quema calorías y un gesto tan sencillo como añadir una pequeña cucharada de chili rojo o verde a la sartén y olla puede mejorar con creces el metabolismo. Aunque el efecto no es muy duradero, hacerlo de forma regular en las comidas principales lo mantendrá durante la mayor parte del día. Una forma fácil de hacerlo es añadir una pizca de pimentón picante, cayena o copos de chili rojo a los guisos, pistos o platos de pasta.

La proteína, el mejor combustible

El cuerpo quema una gran cantidad de calorías de forma natural al digerir proteína, una cuantía mucho mayor a la que utiliza al digerir cualquier otro tipo de nutriente. Dentro de una dieta sana y equilibrada, sustituir algunos carbohidratos por alimentos ricos en proteína ayudará a acelerar el metabolismo. Algunas fuentes estupendas de proteína son la ternera, el pavo, el pescado, el pollo, el tofu, los frutos secos, las legumbres, los huevos y los productos lácteos desnatados.

Una pizca de café negro

El café es una de las bebidas más populares para comenzar el día debido a la inyección de energía y concentración que aporta al organismo. Tomándolo siempre con moderación, el café puede ayudar a aumentar el metabolismo por un corto periodo de tiempo. La cafeína, además, hace que el cuerpo resista más al cansancio y tenga más resistencia durante el ejercicio físico.

Recargar las pilas con té verde

Beber té verde o té oolong ofrece los beneficios combinados de la cafeína y la catequina, sustancias que han demostrado acelerar el metabolismo durante un par de horas. Diferentes estudios sugieren que beber de 2 a 4 tazas de té verde u oolong al día puede llegar a aumentar el ritmo al que el cuerpo quema calorías hasta un 17% durante un corto periodo de tiempo, cantidad que puede aumentar si se aprovecha el momento para realizar ejercicio aeróbico.

Evitar dietas de choque

Las dietas de choque, aquellas que obligan a ingerir menos de 1200 calorías en el caso de las mujeres o 1800 en el de los hombres, son perjudiciales para todo aquel que aspire a acelerar su metabolismo. Estas dietas son muy efectivas a la hora de bajar peso de forma rápida, pero lo hacen a expensas de una nutrición correcta y, además, pueden provocar la pérdida de masa muscular, ralentizando el metabolismo. El resultado final suele ser que, al bajar el ritmo al que el cuerpo quema energía, provoca que el peso perdido se recupere rápidamente tras la dieta.

¿Y las bebidas energéticas?

Algunos ingredientes presentes en las bebidas energéticas pueden aumentar el ritmo del metabolismo. Suelen estar repletas de cafeína, que aumenta la cantidad de energía que el cuerpo utiliza, y taurina, un amino ácido que tiene el poder de acelerar el metabolismo y ayudar al cuerpo a quemar grasa. Pero, en contrapartida, tomar estas bebidas de forma regular puede causar problemas como alta tensión arterial, ansiedad e incluso problemas al conciliar el sueño.