La celiaquía, mucho más que una intolerancia al gluten

27 de mayo / Día Nacional del Celiaco

Los especialistas recomiendan dietas muy sanas y evitar productos elaborados y envasados.

Aunque se asocia a problemas intestinales, pueden aparecer multitud de síntomas

El paciente celíaco no puede ingerir ningún alimento que contenga esta proteína.
El paciente celíaco no puede ingerir ningún alimento que contenga esta proteína. / Antonio L. Juárez
Redacción

24 de mayo 2021 - 12:43

El próximo 27 de mayo se celebra el Día Nacional del Celiaco, con el objetivo de dar visibilidad y apoyo a este colectivo, del que forma parte un 1% de la población, según la Federación de Asociaciones de Celiacos de España. Sin embargo, dentro de ese porcentaje de personas celíacas, se estima que un 85% no está diagnosticado. Esto se debe a que, a veces, esta patología no muestra síntomas o estos son atípicos, lo que dificulta su detección.

En palabras del doctor Julio Maset, experto médico de Cinfa, “al contrario de lo que se cree, la celiaquía no es una intolerancia al gluten, sino una enfermedad autoinmune que provoca que todo el organismo reaccione a esta proteína y a otras relacionadas y genere anticuerpos. De este modo, las defensas actúan contra estas proteínas, presentes en el trigo, el centeno, la cebada y la avena y esto altera sobre todo el intestino, que es su vía de entrada, pero también puede afectar a otros órganos”.

Por eso, lo más frecuente es que se den síntomas intestinales como diarrea, hinchazón y dolor abdominal, pérdida de peso o malnutrición crónica –ya que el intestino delgado es incapaz de absorber correctamente los alimentos–. Pero también puede darse otra sintomatología que afecta a más partes del cuerpo o a todo el organismo, como alteraciones de la piel, úlceras bucales recurrentes, fatiga, apatía, irritabilidad o problemas óseos. En los niños, además, puede generar inhibición o retraso del crecimiento.

El único tratamiento posible para la enfermedad celiaca es seguir una dieta estricta sin gluten durante toda la vida. “El paciente celíaco no puede ingerir ningún alimento que contenga esta proteína, ni siquiera en cantidades mínimas o por error, ya que hacerlo de manera continuada puede dañar severamente las vellosidades intestinales y poner en riesgo su salud, incluso, como hemos visto, en ausencia de síntomas”, explica el doctor Maset.

Otro aspecto a tener muy en cuenta en el día a día con celiaquía es la higiene a la hora de cocinar los alimentos, con el fin de evitar la contaminación cruzada. “Esta se produce si, al preparar un alimento para una persona celiaca, utilizamos un cuchillo con el que previamente hayamos cortado pan, una sartén en la que hayamos cocinado pasta o una tabla de cortar en la que se haya manipulado algún producto con gluten, por poner solo algunos ejemplos”, aclara el experto . Por todo ello, desde Cinfa recomiendan evita el autodiagnóstico y no iniciar una dieta libre de gluten antes de que los exámenes médicos y los tests que se practican hayan confirmado la enfermedad, porque esto podría enmascarar o retrasar el diagnóstico.

Además de seguir una dieta sin gluten es importante ser precavido con los alimentos elaborados.

Además de seguir una dieta sin gluten, pero rica y variada, es importante ser precavido con los alimentos elaborados. Como norma general, debes eliminar de tu dieta los productos a granel, los elaborados artesanalmente, los que no estén etiquetados y no incluyan el listado de ingredientes, así como los alimentos envasados, porque en ellos es más difícil garantizar la ausencia de gluten o la contaminación cruzada.

Asimismo, es importante leer las etiquetas de los productos manufacturados. Aproximadamente, el 70% de ellos contiene gluten. Por eso, lee siempre la etiqueta del producto, ya que los cereales, la harina, los almidones modificados, los amiláceos, la fécula, la fibra, los espesantes, la sémola, las proteínas, las proteínas vegetales, el hidrolizado de proteína, la malta, el extracto de malta, la levadura, el extracto de levadura, las especias y los aromas pueden contenerlo. También resultan muy útiles los símbolos que identifican los productos libres de gluten.

Por otro lado, hay que prestar atención a los excipientes de los medicamentos. Algunos fármacos pueden contener gluten, harinas, almidones u otros derivados en sus excipientes.

Por último, desde Cinfa recomiendan a las personas afectadas dejarse asesorar por nutricionistas y asociaciones de pacientes.

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