La aldaba
Carlos Navarro Antolín
El rey brilla al defender lo obvio
Vacunas
Tras un año y medio conviviendo con una pandemia que frenó en seco la vida de toda una población mundial, vacunarse contra la COVID-19 puede ser motivo de celebración para muchos, aunque también las dudas y los efectos adversos de la misma han sido objeto de debate en entornos sociales y profesionales. Una de las preguntas más frecuentes ha sido el porcentaje de eficacia de cada una de ellas y cómo podrían afectar ciertos factores cotidianos. Entre ellos, si se puede disfrutar de una cerveza, o cualquier bebida alcohólica, antes o después de recibir la vacuna. ¿Es compatible?
Lo cierto es que no hay un consenso sobre este tema y tampoco se ha detallado ninguna pauta por parte de los fabricantes de las vacunas sobre si es recomendable evitar el alcohol tras ponerse la vacuna. La respuesta corta es la misma que para muchas dudas vitales: depende. En este caso, de la cantidad.
Algunos expertos han dado su punto de vista sobre este tema. Es el caso de Sheena Cruickshank, profesora e inmunóloga de la Universidad de Manchester, que explicó en una entrevista para el HuffPost que el sistema inmunológico se puede ver afectado y no rendir al 100% cuando se bebe alcohol el día de antes o pocos días después de la inyección.
Dado que el organismo puede tardar semanas en generar niveles protectores de anticuerpos contra el nuevo coronavirus después de la inyección para la covid, cualquier cosa que interfiera en la respuesta inmune sería motivo de preocupación. Otros estudios apuntan que , a largo plazo, el consumo de cantidades pequeñas o moderadas de alcohol podría beneficiar al sistema inmunitario al reducir la inflamación.
-TRES VASOS DE VINO REDUCE LA RESPUESTA INMUNITARIA
tra de las expertas que hizo esta recomendación fue la doctora Ronx Ikharia, especialista en medicina de emergencia, en un documental de la BBC titulado La verdad acerca de fortalecer tu sistema inmunitario (The Truth About Boosting Your Immune System). Solamente hizo falta ingerir tres vasos de vino para ver en una muestra de sangre que el nivel de linfocitos blancos se redujo a la mitad, unas células importantes en el sistema defensivo del cuerpo para luchar contra los virus.
Algunos otro estudios y expertos también confirman el efecto inmunodepresor del alcohol, lo que hace que no sea nada recomendable beberlo antes o después de ponerse la vacuna, incluso, aunque los fabricantes de las vacunas no se hayan referido a ello directamente.
No obstante, aunque parezca que no hay contraindicación o que no interfiera, lo mejor que podemos hacer es no tomarnos una caña o un vino ni antes ni después de la vacunación. Según indican los expertos, el alcohol no deja de ser una sustancia tóxica y lo mejor es evitarlo desde el punto de vista de la salud.
Como recomendación indican que lo mejor es no hacerlo en las primeras 24-48 horas. Vigilar la ingesta de alcohol en los días posteriores a la vacunación podría ahorrar posibles efectos secuendarios como fiebre, escalofríos, fatiga y dolor de cabeza. Lo mejor es, según apuntan, beber mucha agua.
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