La aldaba
Carlos Navarro Antolín
Tablada, zona libre de pelotazos
Nutrición y dietética
Se calculan en miles de millones las tazas de café que se consumen diariamente en todo el mundo. T alrededor de 22 millones de españoles saborea al menos una taza de la infusión de semilla tostada. Tan solo es superado por el agua como bebida más consumida. Si se toma en su justa medida, la cafeína aporta múltiples beneficios. De hecho, son muchos los estudios que encumbran al café como remedio preventivo a muchas enfermedades y afecciones. Ahora bien, si hay efectos positivos se atribuyen al consumo de café solo, sin haber sido adulterado por otros alimentos que pueden resultar perjudiciales. El criterio a seguir respecto a los añadidos del café ha de ser la moderación. Te contamos con cuáles debes tomar precauciones.
En su mayoría, muchos de estos acompañamientos contienen una gran cantidad de azúcar, lo cual ayuda no solo para elevar el nivel de glucosa en el cuerpo, sino también para aportar al aumento de peso, entre otras cosas. Los menos recomendables son:
Estos aditivos del café contienen grandes cantidades de azúcar y pueden derivar en otros problemas de salud como la diabetes. Además, también pueden contener otros ingredientes perjudiciales como el aceite de palma que altera los lípidos en sangre y el aumento de la probabilidad de sufrir arterosclerosis. La arterosclerosis es el origen de todas las enfermedades cardiovasculares.
El popular café bombón, así como otras recetas del grano, se caracterizan por estar endulzados con leche condensada. Sólo dos cucharadas de este dulce ingrediente ya contienen más de la ingesta diario recomendada de azúcar, con casi 25 gramos.
La leche condensada entera es rica en grasa saturada y colesterol, por lo que su consumo se debe restringir en caso de patología cardiovascular o alteraciones de lípidos en sangre, como la hipercolesterolemia o colesterol elevado.
El gran problema de este componente es su altísimo contenido en azúcar. Su contenido en azúcares oscila entre el 70% y el 90%, de los cuales la mayoría son fructosa. Su calidad varía mucho en función del proceso de extracción y elaboración. Por ejemplo, algunos de ellos, en las dosis típicamente empleadas en estos establecimientos, pueden elevar el contenido de azúcar de un café con leche desde en torno a cinco gramos hasta casi 60 gramos.
Una vez que se pensó que los edulcorantes artificiales eran una alternativa saludable al azúcar tradicional. Sin embargo, las investigaciones descubrieron una verdad irónica. Los efectos secundarios de los edulcorantes artificiales incluyen aumento de peso a largo plazo, hipertensión y diabetes, por nombrar algunos.
De hecho, algunos estudios han afirmado que podrían hacer que la gente tenga más hambre y alterar los niveles de azúcar en la sangre, lo que puede derivar en otros problemas de salud y provocar un aumento de peso. Además, el paladar se puede acostumbrar a este umbral de dulzor y neceistar una dosis cada vez mayor que deja de ser una opción segura.
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