Dios, a la intemperie
Eduardo del Rey Tirado
Esa luz
Investigación y Tecnología
La higiene es la mayor medida preventiva para evitar la aparición de bacterias en la comida y de cortar la contaminación cruzada en la manipulación de los alimentos. Lo vimos hace unos días cuando saltó la alerta por el riesgo de hepatitis A en fresas procedentes de Marruecos hepatitis Aque se estaban comercializando.
Somos conscientes de que debemos llevar una buena higiene con respecto a los alimentos, pero muchas veces no prestamos la importancia que merece. La fruta puede estar expuesta a una amplia gama de contaminantes durante su producción, manipulación y transporte. Estos incluyen residuos de pesticidas, suciedad, bacterias y otros agentes patógenos que pueden representar riesgos para la salud si se ingieren en cantidades significativas. El lavado elimina estos contaminantes superficiales, reduciendo así la probabilidad de intoxicación alimentaria y otras enfermedades relacionadas con la ingesta de alimentos contaminados.
Las consecuencias de no lavar adecuadamente la fruta pueden ser graves. Entre las posibles repercusiones se encuentran la intoxicación alimentaria, la enfermedad transmitida por alimentos, y en casos extremos, complicaciones de salud más severas.
Los productos químicos utilizados en la agricultura, como los pesticidas, pueden dejar residuos en la piel de la fruta, los cuales, si se ingieren, pueden causar desde malestar estomacal hasta efectos más graves en la salud, como problemas neurológicos o cáncer a largo plazo. Además, la fruta puede ser portadora de bacterias como Salmonella o E. coli, que pueden provocar infecciones gastrointestinales severas si no se eliminan mediante el lavado adecuado.
Uno puede intoxicarse al consumir frutas no lavadas de varias maneras. En primer lugar, al ingerir residuos de pesticidas, se corre el riesgo de sufrir toxicidad aguda o crónica, dependiendo de la cantidad y la toxicidad del compuesto en cuestión. Los síntomas de la intoxicación por pesticidas pueden incluir náuseas, vómitos,dolor de cabeza, mareos e incluso convulsiones en casos extremos.
Además, las bacterias y otros patógenos presentes en la fruta pueden multiplicarse rápidamente si no se eliminan mediante el lavado adecuado, lo que aumenta el riesgo de enfermedades transmitidas por alimentos. La ingestión de estos microorganismos puede causar desde síntomas leves como diarrea y fiebre hasta complicaciones graves que requieren atención médica urgente.
También te puede interesar
Lo último
Dios, a la intemperie
Eduardo del Rey Tirado
Esa luz
La ventana
Seis viernes sin carne en la dieta
El parqué
De menos a más
No hay comentarios