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Los amantes de los platos de cuchara están de enhorabuena. Se acerca el frío y con él, llegan las sopas, potajes y guisos tan calientes como reconfortantes. Pese a su fama de ser pesados, lo cierto es que estos platos son una alternativa alimentaria sana y nutritiva para el invierno. Entre sus ingredientes, se encuentran tanto las legumbres ricas en proteínas vegetales, como las hortalizas recién cosechadas fuente de vitaminas. A continuación, te ofrecemos algunas ideas de recetas que puedes hacer durante el invierno para entrar en calor y fortalecer tu sistema inmunológico.
Las lentejas con verduras o viudas es una receta elaborada con legumbres, ingredientes vegetales y nada de carne. Se trata de una alternativa más ligera, pero igualmente reconfortante a las tradicionales lentejas con chorizo. Las lentejas, que aportan hierro, fibra y proteínas de origen vegetal, se cocinan con zanahoria, cebolla, ajo o cualquier otra verdura de temporada, como el calabacín, la calabaza y la berenjena. Además, su combinación con la patata, rica de carbohidratos, vitamina C y aminoácidos, mejora la absorción de los nutrientes y proporciona una fuente de energía sostenida y sin picos de glucosa.
El potaje de garbanzos es un plato tradicional, saludable y delicioso. Para su elaboración, se recomienda dejar los garbanzos en remojo durante al menos 12 horas y preparar un caldo con el hueso del jamón. Luego, solamente tienes que cocer el embutido (chorizo, morcilla y/o panceta fresca) y la patata con una hoja de laurel. Asimismo, puedes completar la receta con un sofrito de ajo, cebolla, tomate y pimentón dulce y, como verdura, elegir entre espinacas, acelgas, repollo, verzas...
Pocos platos para el invierno hay tan secillos y ricos como una crema de verduras. Se trata de un entrante ligero, para cuya elaboración podemos utilizar simplemente agua, o bien un caldo de pollo para enriquecer su sabor. Para prepararla, pela y trocea calabaza y zanahoria, ingredientes principales y haz un sofrito con ajo, apio, puerro y cebolla. Luego, rehoga la zanahoria y la calabaza hasta que estén blandas, añade el caldo y hiérvelo durante 20 minutos. Por último, titura la crema con la batiora y ¡bon appetit! Puedes añadirle a la crema unos picatostes para darle un toque crujiente.
La sopa de ajo o sopa castellana es un plato humilde, con origen en la cocina de aprovechamiento, pero que suele degustarse en los días de fiesta. Lo primero sería sofreir ajo laminado junto a unos tacos de jamón y, a continuación, añadirle unas rebanadas del pan duro y pimentón. Luego se añade agua y caldo de pollo para cocinar la sopa a fuego suave. Otro ingrediente tradicional de esta receta son los huevos, que suelen cascarse en medio de la cocción.
Para preparar este plato caliente, reconfortante y económico, se deben dejar las judías en pintas a remojo la noche anterior. El sofrito, además de la cebolla y el ajo, pueden conformarlo otras verduras como zanahoria, puerro, pimiento, espinacas o acelgas, que actuarán como base del plato. Asimismo, puedes aprovechar el caldo de la cocción para cocinar las judías a fuego lento. Añade el arroz en el último hervor y cocínalo hasta que esté listo. Esta combinación de legumbres es una fuente excepcional de proteína, fibra y carbohidratos que te aportará la energía y las calorías necesarias para pasar los días de frío.
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