Alimentación en el embarazo, ¿hay que comer por dos?
Nutrición y Bienestar
Es recomendable comer más veces al día en raciones pequeñas para evitar bajadas de azúcar
Hay que moderar el consumo de sal y aumentar la ingesta de líquidos
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La llegada de un bebé siempre es un momento emocionante para toda la familia que, a veces conlleva unos riesgos y unas responsabilidades que pasa por cuidarse tanto la madre como el bebé, sobre todo en el consumo de los alimentos y de otros ingredientes, como la moderación en la sal o una mayor ingesta de líquidos.
En lo que a alimentación se refiere, no se trata de seguir la tradición que nos decían nuestros mayores de que "tienes que comer por dos", sino que es recomendable comer más veces al día en raciones pequeñas para evitar bajadas de azúcar.
Así que hay que seguir una dieta lo más variada posible, siempre y cuando la persona encargada de llevarte el embarazo no indique lo contrario. No confundamos el aumento de las necesidades nutricionales y los cambios que sufre el organismo de una embarazada con la necesidad de comer de más y de "quitarte el antojo".
Qué debemos comer en el embarazo
Durante el embarazo, el sistema inmune de la mujer se modifica y algunos microorganismos pueden llegar al feto atravesando la barrera placentaria.
No existe una alimentación específica que debamos seguir en el embarazo, solo una alimentación variada. En este caso, los profesionales sanitarios del portal Cinfasalud informan de que en el embarazo se debe tomar la cantidad suficiente de:
- Proteínas: ayudan a construir y reparar el tejido de la madre y del feto (carnes, huevos, pescados, leche y productos lácteos, legumbres, frutos secos y cereales).
- Hidratos de carbono: es la principal fuente de energía para la madre y para el feto (pasta, legumbres, patatas, hortalizas y cereales, que conviene que sean integrales para ayudar a combatir el estreñimiento).
- Grasas: aportan ácidos grasos esenciales y energía a la embarazada que tanta falta hace, sobre todo, en los primeros meses de gestación. Sin embargo, es necesario moderar su consumo y optar por grasas que sean más saludables, como las que encontramos en el aceite de oliva y en los ácidos grasos omega-3 (frutos secos, semillas y muchos pescados), muy importantes para el correcto desarrollo del feto.
- Hierro: Es muy necesario para prevenir la anemia en el embarazo, así que las carnes rojas, los cereales, las legumbres y los frutos secos no pueden faltar en tu día a día. Puede ser que el médico aconseje suplemento de hierro.
- Calcio: Es un elemento muy necesario también durante el embarazo (leche y productos lácteos, soja, acelgas, legumbres y almendras).
- Ácido fólico: Es muy importante para el desarrollo del sistema nervioso central del bebé y lo encuentras en las verduras de hoja verde, cereales, huevos, naranjas, legumbres y nueces. No obstante, el médico suele recetar suplementos de ácido fólico durante el embarazo e, incluso, aconseja tomarlo cuando estás buscando quedarte embarazada.
- Vitaminas y fibra: Fundamentales para el correcto desarrollo del feto, sobre todo la B12, se obtienen comiendo abundantes frutas (4 o 5 porciones diarias y mejor enteras que en zumo), hortalizas y verduras frescas, siempre lavándolas bien.
Lo que debemos evitar
Por muy sana que sea la alimentación, hay que tomar precauciones para evitar riesgos que puedan perjudicar la salud tanto del bebé como de la madre. Por tanto, se deben seguir unas indicaciones que nos permitan saber qué alimentos no se pueden consumir, así como también la manera de preparlos para evitar contaminación.
Por lo que respecta a la alimentación, se recomienda limitar la ingesta de azúcares, presentes en las harinas refinadas, el pan blanco, la pastelería, la bollería industrial o el chocolate, respectivamente. Además del consumo de grasas saturadas como las animales, el queso graso curado, la nata y la mantequilla.
Hábitos como el consumo de tabaco y el alcohol durante el estado de gestación están completamente prohibidos ya que son altamente perjudiciales para todo el mundo, pero para el bebé en particular, así como también alejarse de los ambientes cargados de humo ya que todo ello es muy perjudicial para la salud.
Tampoco es recomendable, por otra parte, la automedicación ya que algunos medicamentos tienen componentes activos que están totalmente contraindicados, por lo que si se siente alguna dolencia o malestar, lo recomendable es acudir al médico que le está llevando el embarazo para que valore su caso.
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