Estas son las alergias más frecuentes en verano

Bienestar

En vacaciones hacemos más actividades fuera de casa y eso incrementa el riesgo de sufrir reacciones por algún alimento, el sol o el cloro de la piscina.

Las bajadas de tensión, un riesgo multiplicado con la llegada del verano

Estas son las alergias más frecuentes en verano
Estas son las alergias más frecuentes en verano / Istock
N.F

08 de julio 2021 - 17:14

De todos los periodos estacionales, la primavera es la época que todo alérgico teme. Sin embargo, hay algunos tipos de alergias que en la estación de las vacaciones, la estival, que también se presentan con regularidad debido a la práctica de actividades al aire libre, la alimentación o el exceso de sol y cloro.

La Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) advierte de que, además de los riesgos de exposición a ciertos alérgenos, los cambios de rutinas y horarios puede derivar en un mayor descuido en los tratamientos, por lo que "las personas alérgicas deben extremar las precauciones en verano porque puede producirse un episodio no controlado".

REACCIONES POR EL SOL

La exposición a las radiaciones solares unida a otros factores es otra de las causas más habituales de alergias durante el verano.

  • El consumo de ciertos medicamentos, como antiinflamatorios y antibióticos, puede desencadenar una reacción al tomar el sol, tanto si se aplican en la piel de forma tópica como si se ingieren.
  • Perfumes y productos que contengan alcohol también conviene evitarlos si vamos a tomar el sol.

Esta afección se puede identificar si tras una exposición solar se notan alguno de los siguientes síntomas:

  • Enrojecimiento
  • Picazón o dolor
  • Pequeños bultos que pueden convertirse en manchas elevadas
  • Descamación, costras o sangrado
  • Ampollas o ronchas

LAS ALERGIAS ALIMENTARIAS

Se calcula que 7 de cada 10 reacciones alérgicas a alimentos se producen al comer fuera de casa. Y en verano es cuando más frecuentamos terracitas, restaurantes...

El doctor Joan Bartra, presidente del Comité de Alergia a Alimentos de la SEAIC, destaca que "es muy importante preguntar sobre los menús y vigilar todos los productos que se ingieren, leyendo detenidamente los ingredientes que los componen".

Además, en caso de sufrir alguna alergia, también es recomendable avisar al responsable del restaurante e informarse de si toman las debidas precauciones para evitar las contaminaciones cruzadas.

Por ejemplo, si una persona tiene alergia al pescado, aunque pida un plato que no contenga este alimento, puede sufrir una reacción si han utilizado el mismo aceite o utensilios para prepararlo.

El doctor Bartra afirma, además, que hay que estar alerta sobre todo con los ingredientes que a menudo están más o menos ocultos, como:

  • Leche, huevo o frutos secos en los helados.
  • Frutas como melón, kiwi y melocotón en postres y batidos.
  • Mariscos en pastas y ensaladas.

El aumento del consumo de frutas durante el verano es notable, ya que estas son una fuente de hidratación muy recomendable durante los meses de calor. De hecho, muchas de ellas tienen gran contenido en agua y, además, su estacionalidad es precisamente los meses de verano, lo que quiere decir que se encuentran en su punto óptimo para el consumo en esta temporada.

Desde la sandía y el melón hasta los higos, las ciruelas, los melocotones o las paraguayas son algunos de esos frutos típicos del verano y que pueden causar alergia a ciertas personas, produciéndose síntomas como los siguientes, según Mayo Clinic:

  • Hormigueo o picazón en la boca
  • Urticaria, picazón o eccema
  • Hinchazón en los labios, la cara, la lengua y la garganta u otras partes del cuerpo
  • Silbido al respirar, congestión nasal o dificultad para respirar
  • Dolor abdominal, diarrea, náuseas o vómitos
  • Mareos, aturdimiento o desmayos

Alergia al cloro de la piscina

El cloro es una sustancia química que se emplea en las piscinas para mantener el agua en perfecto estado, desinfectando y mejorando la calidad del agua al eliminar hongos, bacterias y otros microorganismos. Las personas que sufren dermatitis atópica pueden ver agravados sus síntomas debido a los baños prolongados en la piscina.

Por ello, los síntomas de ronchas, enrojecimiento y sequedad de la piel, entre otros, pueden aumentar por el cloro. Lo mejor es bañarse en el mar o buscar piscinas de agua salada, que usan la sal como desinfectante en lugar de usar el cloro.

Si la piscina es la única opción, seguir estas recomendaciones ayuda a reducir las reacciones:

  • Aclarar muy bien la piel en la ducha de agua dulce tras cada baño en la piscina.
  • Secarse cuidadosamente.
  • Hidratar la piel con cremas especiales para pieles atópicas.
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