El parqué
Nicolás López
Tono mixto
Cuando se trata de nutrición, más si nos referimos a la dieta mediterránea, el aceite resulta un producto indispensable en cualquier cocina que se precie. El mundo de los aceites cuenta con una gran gama de opciones, pero si hay uno que gana en popularidad es, sin duda, el de oliva. Sin embargo, la subida en el precio del aceite de oliva, y su sustitución por otras alternativas, ha sido uno de los motivos por los cuales su exportación al mercado internacional y las ventas, en general, han descendido en el último año.
La venta de los aceites vegetales están ganando confianza y valor en el mercado y se están convirtiendo en una apuesta real. En este terreno, el aceite más conocido es el de girasol. Dado que esta opción está ganando cada día más adeptos y se está posicionando cerca del hasta ahora rey, muchos cuestionan cuál de los dos es mejor. En trayectoria, uno de los 'peros' más grandes para el de girasol es su asociación con las ''frituras'', mientras que el de oliva se relaciona con una cocina más saludable.
Hemos de decir, en este sentido, que los dos son grasas vegetales con un porcentaje de materia grasa superior al 99% y ambos son beneficiosos para la salud. Pero, en una batalla frente a frente, ¿cuáles son los beneficios de ambos? y, sobre todo, ¿en qué se diferencian?
-Rico en grasa monoinsaturada (MUFA) y esencialmente en ácido oleico
-Fuente de polifenoles polifenoles con efecto antiinflamatorio
-Resiste mejor a las altas temperaturas en la cocina (se oxida menos gracias a sus grasas)
-Acciones antiinflamatorias, antioxidantes y reguladoras de las grasas y colesterol
-Reduce la mortalidad global y cardiovascular, la incidencia de complicaciones cardiovasculares (infarto de miocardio e ictus), de la obesidad, la diabetes,diabetes del deterioro cognitivo, la enfermedad de Alzhéimer e incluso de algunos tipos de cáncercáncer
-Rico en ácidos grasos poliinsaturados (PUFA). Destaca el ácido linoleico (Omega 6)
- Contiene vitamina E de efecto antioxidante
-Precio más económico
-Su consumo moderado ayuda a disminuir laen el intestino y la producción del mismo en el cuerpo.
-Beneficios para la piel. Ayuda a retener la humedad de la piel y contribuye a la formación de elastina y colágeno.
El aceite de oliva añade pigmentos clorofílicos y carotenoides, que contribuyen a dar color, sabor y aroma y también le proporcionan mayores efectos saludables. Se debe a que procede de un fruto, la oliva, y se extrae por medios mecánicos físicos, lo que favorece que se conserven mucho mejor los compuestos minoritarios que contiene.
En cambio, el aceite de semillas se extrae por prensado y mediante disolventes orgánicos (hexano). Se obtiene un aceite que después se refina. Contiene más ácidos grasos poliinsaturados y menos monoinsaturados que el aceite de oliva, por lo que es más inestable, se oxida más fácilmente y resiste menos las altas temperaturas al cocinar.
Un punto a considerar es que el ácido linoleico y el linolénico, presente en el de girasol, disminuyen el colesterol malo, pero no conviene un exceso, porque también a altas dosis reducen el bueno. En este sentido, si no estás acostumbrado al sabor que tiene el aceite de oliva y prefieres continuar usando el de girasol, empléalo en crudo.
En el caso del aceite de oliva, es preferible que uses el tipo virgen o extra virgen. A los aceites de oliva de menor calidad se les aplica un sistema de refinamiento a altas temperaturas para eliminar las propiedades organolépticas negativas y se obtiene el aceite de oliva refinado.
Asimismo, como hemos mencionado, el precio también es una de sus princioales diferencias. El precio del aceite de oliva es dos veces más caro que el del aceite de girasol. Esto hace que muchos se inclinen por la opción más económica.
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