La ventana
Luis Carlos Peris
Perdidos por la ruta de los belenes
Llevar una vida más saludable y perder algo de peso son algunos de los grandes objetivos que se suelen plantear al regreso de las vacaciones de verano o después de Navidad. Para ello siempre es necesario aumentar el consumo de verduras y frutas, aunque comer más verde puede costar para algunas personas más que a otras.
Hay que alejarse también de la idea de que comer verduras es aburrido o implica solo comer ensaladas, por lo que traemos una serie de consejos para poder incorporar la verdura a tus comidas.
Si eres de las personas a las que les entra el gusanillo y toman algo a media mañana una buena idea puede ser tener preparadas frutas y verduras fáciles de comer. Por ejemplo, un plátano o unas cerezas si se está en temporada. Si hay tiempo, también se pueden preparar hortalizas en palitos, como la zanahoria y tenerlas en un recipiente para poder tener acceso rápido cuando se tenga hambre.
Se trata de comidas que se pueden transportar con facilidadyno es necesaria mucha preparación antes de poder consumirlas.
Otra buena forma de aumentar la ingesta de verdura puede ser incorporarla en recetas que ya conoces y sabes que te gustan. Por ejemplo, se puede hacer una salsa con tomate y pimiento para los macarrones en vez de usar el tomate frito.
También puedes añadir un toque a tus sándwiches y bocadillos, por ejemplo, añadiendo tomate. Así se restará sequedad y además combina bien con otros alimentos como el jamón serrano o el jamón cocido.
Gazpachos y salmorejos son una forma fantástica de consumir verduras en los días de más calor. Además, para los celíacos el pan que pueden llevar estos platos puede cambiarse por otra verdura o fruta (como la manzana) que ayude a conseguir la consistencia de la receta tradicional, lo que permite aumentar todavía más el consumo de estos alimentos.
Y, cuando llegue el frío, las cremas y purés pueden convertirse en una buena opción para tomar las cantidades de verduras requeridas y además luchar contra el frío.
Comer siempre la misma ensalada puede ser aburrido y terminar quitándote todas las ganas que tuvieras de comer sano. Sin embargo, introducir variacionesde colores, texturas y vinagretas puede ser la clave para que este tipo de comidas no se hagan bola. Prueba a introducir frutos secos en tus ensaladas, también verduras distintasy coloridas e incluso frutas e innovar más allá de la sal, el aceite y el vinagre. Por ejemplo, se puede hacer una salsa de yogur con yogur natural, sal, aceite y perejil.
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