Sandía o melón, ¿qué engorda más?

Mens sana in corpore sano. Más que nunca en verano. Si los expertos recomiendan tres raciones de fruta al día durante todo el año, durante el período estival su consumo suele dispararse. Frutos rojos, melocotón, albaricoques, ciruelas, higos o nectarinas. Las frutas son el sabor del verano. Y por encima de todas dos de ellas: El melón y la sandía.

El consumo de melón y sandía en verano es para muchos el sello de un estilo de vida. En los desayunos de los hoteles durante las vacaciones, de postre tras las comidas o incluso en las puertas de las casas en miles de pueblos pequeños que inundan el país al caer el sol y antes de acostarse para departir sobre cómo ha ido el día con los vecinos. Comer melón y sandía es un gran hábito durante estas fechas. aunque en ocasiones sea complicado saber cómo elegir la mejor sandía en el supermercado o la frutería.

Ambas son perfectas para mantener el cuerpo hidratado cuando el calor aprieta, con cerca de un 92% de contenido en agua, pero ¿y si buscamos mantener una dieta con la que contrarrestar los típicos excesos del verano? Sandía o melón, ¿qué engorda más? Salimos de dudas con la siguiente comparativa.

Pocas diferencias entre melón y sandía

Los datos no engañan y la realidad es que el contenido calórico de ambas frutas es extremadamente bajo y casi igual. El melón contiene 36 kcal y la sandía 30kcal por 100g. Por tanto, no hay prácticamente diferencias entre ambas frutas en cuanto al impacto calórico aunque el melón está ligeramente por encima. Así que, al ser frutas ricas en agua y bajas en calorías, ambas son perfectas para ayudar a perder peso de forma general.

Ambos frutas tienen un bajo contenido en hidratos de carbono (melón: 6,58g por 100g / sandía: 7,55g por 100g) y ambas son relativamente bajas en azúcares, aunque aquí lo importante es el tipo de azúcar. El melón destaca por contener más proteínas que la sandía (1,11g por 0,61g en cada 100g) y también es más rico en fibra (0,9g por 100g., frente a 0,4g por 100g.).

Ambas frutas son buenas fuentes de vitaminas, pero el melón es más rico en minerales, hierro, calcio, potasio y cobre, mientras que la sandía contiene más zinc, fósforo y es más baja en sodio.