Medicamentos que no se pueden mezclar con alcohol
Algunos de ellos no es aconsejable mezclarlos ni con un vino o una cerveza
Bebidas que más resaca generan 'el día después'
Muchas veces consumir alcohol cuando se está en tratamiento con un fármaco puede ser una mala decisión. Aunque alguna vez hayamos ignorado esta advertencia, no todos los medicamentos reaccionan de la misma forma cuando se combinan con el alcohol. En algunos casos, potencia la actividad de los fármacos, en otros la reduce y en otros casos potencia la toxicidad del fármaco o del mismo alcohol. Los que se venden sin receta suelen tener unos efectos secundarios mucho menores. No obstante, dependiendo de la persona, estos pueden ser más o menos graves. Pero, por si acaso, para evitar efectos secundarios, dejamos una lista de los medicamentos que nunca debes mezclar con alcohol.
MEDICAMENTOS QUE NO SE DEBEN MEZCLAR CON ALCOHOL
En primer lugar, cabe recordar por qué la regla general dice que no se deben consumir simultaneamente. El alcohol es una droga como cualquier otra, que ingresa al tubo digestivo, pasa a la sangre y luego se traslada a los diversos sitios en donde genera sus efectos, principalmente al cerebro. Al cabo de un tiempo se metaboliza en el hígado para después perder su efecto.
Los medicamentos atraviesan el mismo proceso. Al ingerirlos, pasan del tubo digestivo a la sangre y de allí a los sitios en donde tienen su efecto. El problema puede presentarse cuando se ingieren en simultáneo ya que las enzimas metabolizan menos ambas sustancias, provocando que tengan un mayor efecto.
1.Pastillas para dormir, analgésicos o sedantes
Los primeros medicamentos que no deberías mezclar con el alcohol bajo ningún concepto son los sedantes, los analgésicos y las pastillas para dormir. Hablamos de medicinas como el Vicodin, el Valium o el Ambien. Posibles reacciones con el alcohol: somnolencia, respiración lenta o dificultosa, discapacidad motriz, comportamiento inusual y problemas con la memoria, según el National Institute on Alcohol Abuse and Alcoholism (NIAAA, Instituto Nacional sobre el Abuso del Alcohol y Alcoholismo.
2. Los antibióticos
Cuando se recetan antibióticos, una de las razones que los médicos dan para no mezclar este tipo de fármacos con alcohol es que pueden no hacer efecto. Como expone el NIH "el alcohol puede disminuir la acción terapéutica del medicamento e, inclusive, hasta anularla por completo y convertirlo, así, en algo dañino o tóxico para el cuerpo".
Además de reducir el efecto de los antibióticos, no podemos olvidarnos de los efectos secundarios que pueden causar fármacos concretos, como los destinados a combatir las infecciones.
Tampoco deberías tomar alcohol si estás tomando antibióticos como los Nizoral, Flagyl o Zithromax. Posibles reacciones con el alcohol: ritmo cardíaco acelerado, cambios bruscos en la presión arterial, dolor de estómago, vómitos, dolor de cabeza y daño del hígado (con Nizoral).
El alcohol también puede empeorar síntomas comunes desagradables causados por los antibióticos (malestar estomacal, mareos, entre otros), al igual que reducir tu energía, lo que hace que tardes más en recuperarte de tu enfermedad, Además de que puede que el medicamento no te haga el efecto esperado y la infección empeore, si lo combinas con alcohol podrás sentir como tu corazón se acelera y tu presión sube, también sería normal que te doliera la cabeza o que tuvieras vómitos
3. Medicamentos para la tensión
Por otro lado encontramos medicinas como la prazosina, la clonidina o la felodipina que tampoco deben combinarse con el consumo de alcohol ya que son medicamentos para la tensión que pueden resultar peligrosos si se mezclan. Este tipo de fármacos no combinan bien con bebidas alcohólicas. La mayoría de esos medicamentos actúan como diuréticos, vasodilatadores o bloqueadores de sustancias que contraen los vasos sanguíneos, lo que podrá llegar a provocar desmayos, mareos y arritmias en las personas que los consumen.
4. Medicamentos para la diabetes
Se trata de medicinas que además pueden llegar a impedir la descomposición del alcohol, lo cuál puede ser especialmente peligroso para tu salud y para tu hígado.
Si tienes problemas de diabetes y tienes en tu pastillero medicinas para controlarlos como el Glynase o el Glucotrol nunca deberías consumir estos medicamentos combinados con alcohol porque tus niveles de azúcar en sangre pueden llegar a bajar a niveles excesivamente bajos que pueden ser peligrosos para tu salud.
5. Medicamentos para la artritis
Combinados con alcohol pueden provocar sangrado estomacal, úlceras y daño en el hígado. Si estás tomando Celebrex sobre todo no deberías tomar alcohol en ninguna cantidad porque el riesgo es bastante más alto que al combinar el alcohol con otras medicinas e incluso entraña un riesgo elevado a nivel cardiovascular como pueden ser los derrames y los ataques al corazón. Algunos de ellos son: Celebrex, Naprosyn, Voltaren.
6.Medicinas para tratar coágulos
Las medicinas para tratar los coágulos como el Coumadin tampoco deben combinarse con el alcohol porque pueden llegar a ser especialmente peligrosas. Este tipo de medicamentos mezclados con alcohol podrían llegar a provocar hemorragias internas. Beber mucho alcohol combinado con medicinas para los coágulos puede también provocar ataques al corazón y derrames cerebrales.
El hígado crea proteínas que facilitan la coagulación de la sangre, razón por la cual hasta los bebedores 'sociales' deben tener cuidado cuando toman Coumadin
7. Medicamentos para las alergias y resfriados
Tales como: Benadryl, Claritin, Claritin-D, Dimetapp, Zyrtec, Sudafed Sinus and Allergy, Tylenol Allergy Sinus, Tylenol Cold & Flu.
Posibles reacciones con el alcohol: somnolencia incrementada, mareos, daño del hígado a causa de los medicamentos que contienen acetaminofeno.
Otra advertencia: muchos remedios populares para los resfriados, la gripe y las alergias contienen más de un ingrediente que puede reaccionar con el alcohol. El NIAAA sugiere leer la etiqueta en la botella del medicamento para descubrir qué ingredientes contiene exactamente.
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