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Desayunos que aumentan la saciedad y la concentración

Nutrición y Bienestar

Las proteínas ofrecen una fuente de energía sostenida, evitando los temidos choques de azúcar en la sangre que te dejan con ganas de más y más carbohidratos vacíos

¿Es saludable no desayunar?

Dulce o salado: ¿qué tipo de desayuno tienes que hacer para evitar los picos de glucosa?

Desayunos que aumentan la saciedad y la concentración

No se trata de comer más, sino de comer los nutrientes adecuados durante el desayuno con los que evitar los picos de glucosa. Desayunar no quiere decir que tengas que comer nada más despertarte ya que hay personas que lo hacen así, pero hay otras que necesitan hacer esta comida más tarde y no está ni bien ni mal, solo hay que respetar las necesidades biológicas de cada persona.

¿Pero qué pasaría si te dijera que el desayuno no solo es una rutina, sino un acto de auténtico cuidado personal? Ahí es donde entran en juego las proteínas, los guardianes silenciosos que transforman tu mañana en una experiencia poderosa y satisfactoria.

Un nuevo estudio danés ha explorado la relación entre la dieta y la función cognitiva y ha revelado que un desayuno rico en proteínas puede aumentar la saciedad y mejorar la concentración, según publican los investigadores en el 'Journal of Dairy Science'.

Las proteínas son los bloques de construcción de nuestro cuerpo, esenciales para que tenga un funcionamiento óptimo. Incorporarlas en el desayuno es una decisión que puede transformar tu día. ¿Por qué? Aquí te lo explico.

Proteínas, pero con matices

Primero, las proteínas en el desayuno actúan como el impulso inicial que necesitas para empezar el día con buen pie. Imagina que tu cuerpo es un motor. ¿No preferirías alimentarlo con el combustible más eficiente desde el principio? Las proteínas ofrecen una fuente de energía sostenida, evitando los temidos choques de azúcar en la sangre que te dejan con ganas de más y más carbohidratos vacíos.

Además, no podemos pasar por alto su papel como elemento saciante. ¿Quién no ha experimentado esa incómoda sensación de hambre a media mañana? Incorporar proteínas en tu desayuno es como construir un muro contra esas ansias de tentempiés poco saludables. Te mantienen satisfecho por más tiempo, permitiéndote concentrarte en tus tareas sin la distracción constante del estómago rugiendo.

Pero no se trata solo de una cuestión física. Incorporar proteínas en tu desayuno es un acto de autocuidado emocional. Es decirle a tu cuerpo que te importa lo suficiente como para proporcionarle los nutrientes que necesita para funcionar de manera óptima. Sin embargo, la ingesta de proteínas va ligada al estilo de vida y genética de la persona. Por ejemplo, cambiar el tipo de desayuno de una persona con sobrepeso por alimentos ricos en proteínas con la idea de frenar la cantidad de alimentos que puede llegar a ingerir, pero los estudios aún están incompletos porque esta efectividad no se ha evaluado en otro tipo de personas.

El desayuno, ¿es la comida más importante del día?

La frase "El desayuno es la comida más importante del día" cada vez queda más obsoleta. Lo que sucede es que el desayuno rompe el período de ayuno nocturno reponiendo el suministro de glucosa para aumentar los niveles de energía, aportando los nutrientes esenciales para tener una buena salud. Pero realmente todas las comidas son importantes para el organismo. Solo hay que buscar una manera creativa de hacerlo. Aquí algunas ideas que se salen de lo tradicional.

  1. Piensa más allá de los cereales tradicionales: ¿Por qué limitarse a los cereales aburridos y básicos cuando hay todo un mundo de opciones disponibles? Prueba con avena con frutas frescas, yogur griego con miel y nueces, o incluso una rebanada de pizza de desayuno con huevos y verduras.
  2. Experimenta con ingredientes inusuales: Desde quinoa hasta aguacate, no tengas miedo de experimentar con ingredientes que no son típicos del desayuno. Prueba una tostada de aguacate con huevo pochado o una tortilla de quinoa con espinacas y champiñones.
  3. Haz del desayuno una experiencia sensorial: El desayuno no solo se trata de alimentar tu cuerpo, sino también de alimentar tu alma. Tómate tu tiempo para saborear cada bocado y disfrutar de la experiencia. Enciende una vela, pon música suave o simplemente disfruta del silencio mientras te sumerges en tu comida.
  4. No te olvides de la hidratación: El desayuno no está completo sin una buena hidratación. Asegúrate de beber suficiente agua, té o café para mantenerte hidratado durante toda la mañana.

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