Champán o sidra, ¿cuántas calorías hay en una copa?

La Navidad es un rito de ritos: reencuentros, regalos, reuniones familiares, luces, villancicos, comidas y reuniones con amigos y familiares, ambiente mágico, propósitos y, faltaría más, brindis por lo que vendrá. En esto último, reaparecen también protagonistas y nuevos acompañantes de mesa que suelen volver por estas fechas: el champagne y la sidra. Más allá de la cerveza y el vino, las burbujas de ambos elixires forman parte de la estampa navideña y de sus tradiciones. Pero por si os habéis preguntado alguna vez cuál es más saludable en cuestión de calorías o, simplemente, cuántas hay en una copa, aquí las ponemos frente a frente y os dejamos la respuesta.

ELABORACIÓN

En primer lugar, cabe destacar que tanto la sidra como el champán se elaboran, generalmente, siguiendo el método tradicional, que consiste en que, tras el proceso de fermentación por el que los azúcares se transforman en alcohol, se realiza una segunda fermentación en la botella durante la cual se libera carbónico (las burbujas).

Los estilos más secos son más agresivos para el estómago, por lo que es más recomendable recurrir a los dulces o semi-secos. Los de crianzas más cortas encajan muy bien con el aperitivo y los de mayor envejecimiento se pueden integrar en el menú navideño perfectamente.

Calorías, frente a frente

Lo primero que hay que saber es que todas las bebidas alcohólicas aportan calorías vacías; es decir, sin ningún nutriente. Si se atiende solo a su composición nutricional, un gramo de alcohol supone siete calorías, frente a las nueve de un gramo de grasa y las cuatro de un gramo de azúcar.

Sin embargo, en lo que ocupa a este artículo, diremos que el champagne y la sidra, pese a tratarse de bebidas alcohólicas que contienen azúcar, son de las más sanas y con menor aporte calórico que encontrarás.

Esto se debe a que uno de los aspectos a tener en cuenta a la hora de valorar las calorías de una bebida alcohólica,es su contenido de etanol. Es decir, su graduación alcohólica. En este contexto, ambas bebidas presentan una baja graduación debido a sus procesos de elaboración y fermentación.

En el caso de la sidra, fabricada con el jugo de la manzana fermentado, su baja graduación alcohólica (4 por ciento) la posiciona como una buena alternativa light para los brindis navideños. Además, existe la alternativa de la sidra sin alcohol. En realidad, su contenido es muy bajo (0,5 por ciento) y, por eso, las calorías son inferiores.

Existen varios tipos de champagne, aunque el más conocido es el que se realiza a base de vino blanco espumoso, natural de la región de Champaña, Francia. Se pueden mezclar distintos tipos de uva para su producción. Por lo general, se usa la Chardonnay, la Pinot Meunier y la Pinot Noir. Posee un alto porcentaje de graduación alcohólica (11 por ciento).

Los champagnes comunes poseen más calorías debido al contenido de azúcar. El que se etiqueta como extra sec y contiene un 2 % de azúcar. El demi-sec puede alcanzar hasta un 8 % de dulzor y el soux su 10 % de glucosa es su característica principal. El extra brut,el más potente, nos permite ahorrar calorías ya que apenas tiene un 1 % de azúcar.

Por tanto, el cuadro quedaría así:

En 1 copa de bebida espumante (150 cc):

Champange Demisec: 110 calorías

Champagne Extra Brut: 100 calorías

Champagne Dulce: 150 calorías

Sidra: 70 calorías

Sidra sin alcohol: 30 calorías