¿Cerveza normal, clara con limón, tinto de verano, sangría? Qué engorda menos y es más sano

Con el buen tiempo hay bebidas que apetecen más que otras, especialmente cuando estás en una terraza con amigos. La cerveza es, sin duda la más consumida. Pero también lo son la clara con limón, el tinto de verano o la sangría. Estas encabezan la lista de bebidas clásicas del verano, las que más definen el estío a lo largo y ancho de nuestro país, con pocas excepciones a esta regla. Todas ellas son bebidas de verano con alcohol, por lo que ninguna es totalmente recomendable, mucho menos en exceso. Pero, teniendo en cuenta sus calorías y sus propiedades, ¿Cuál es más recomendable dentro de una dieta saludable?, ¿Qué opción tiene menos calorías?

Cerveza

Una lata de cerveza (33cl) contiene más o menos 150 calorías, y cuanto más bajo es el contenido en alcohol, menos aporta. Asimismo, dependiendo de cada marca, una lata sin alcohol proporciona unas 50 calorías. Ahora bien, si eres aficionado a la cerveza te costará beber solo 100 ml. Por este motivo, se suele decir que la cerveza engorda más que otras opciones como una copa de vino.

Cada cerveza tiene un aporte calórico diferente, y comparando con los diferentes tipos en proporciones de 200ml (una caña) la cerveza rubia tiene 90 calorías, la negra 112, la 'sin' 40 y la 0,0%, 24. Además, potasio, vitaminas, lúpulo y minerales. Por todo ello posee propiedades antioxidantes, diuréticas y preventivas frente a enfermedades óseas y cardiovasculares.

Clara con limón

La clara es una mezcla derivada de la cerveza con sabor más dulce y con menos alcohol que la cerveza tradicional. Una nueva normativa señala que una clara es una mezcla de cualquier tipo de cerveza con gaseosa, con bebida refrescante aromatizada, o con bebidas refrescantes de zumos de frutas con carácter organoléptico exclusivo de cítricos (normalmente limón).

Una ración de 300 ml de clara de cerveza aporta alrededor de 54 Kcal, mientras que la misma, cantidad de cerveza tradicional aporta en promedio unos 120 Kcal. Sin embargo, en este caso tenemos que tener en cuenta su contenido en azúcar a causa de los refrescos o la bebida que se le añada.

Mirar más allá de las calorías también es salud. Del 0% de azúcares en una cerveza normal, en este caso saltamos a un + 4% de azúcares añadidos. Lo único positivo es que reducimos el contenido de alcohol, pero también le hacemos perder sus nutrientes y cualidades beneficiosas.

Tinto de verano

El tinto de verano es un derivado del vino tinto. Contiene mosto de uva, que es fuente de azúcares libres, y su aporte de alcohol es variable según la proporción de zumo de limón o refresco de limón que se le agregue. Un vaso pequeño tiene entre 30 y 48 kcal, y un aporte de entre 1,8-4 g de hidratos. Para una cantidad de 330 ml, las calorías del tinto de verano ascienden a 125 Kcalorías.

La cerveza alimenta más que el tinto de verano, pero el vino, por su parte, tiene importantes beneficios en el sistema cardiovascular, por su alto contenido en polifenoles y antioxidantes.

Sangría

Es una bebida que está formada por vino tinto, fruta frutapicada, algún endulzante tipo refresco de limón o naranja y algún tipo de licor (casi siempre ron). Entonces, el balance calórico se queda más o menos a la par del vino porque se reduce la proporción de vino pero se le añaden azúcares similares procedentes del resto de bebidas con que se mezcla.

Lo cierto es que la sangría tiene sus beneficios, algunos de ellos tiene que ver con su efecto depurativo y otro con un aporte extra nutricional de los ingredientes con los que se elabora. Sin embargo, también contiene muchos azúcares y alcohol. Esta es, sin duda, la peor opción.

CONCLUSIÓN

Por sus propiedades, su porcentaje tan alto de agua, sus beneficios, cualidades saciantes y que no se le añade azúcar ni licores con calorías vacías es... LA CERVEZA. Eso sí, consumida de manera moderada, sin tomar más de dos al día. El tinto de verano con casera blanca también puede ser una buena opción, sobre todo a nivel de calorías.