La aldaba
Carlos Navarro Antolín
¡Marlaska, sé fuerte!
El almidón resistente es un componente que tienen muchos alimentos de forma natural, aunque también se puede contribuir a su producción. Lo normal es encontrarlo en los alimentos que ya contienen almidón como son el arroz y la pasta.
Cuando cocines estos alimentos, déjalos un par de días en el frigorífico. En este tiempo, bajan los niveles de glucosa, por lo que el porcentaje que llega a la sangre es mucho menor que si los consumes en el plato recién cocinado.
Este tipo de almidón es bueno para la salud porque no se digiere por completo, se hace la digestión más lenta y te sacias antes. El efecto que produce en el cuerpo es parecido a la fibra. Es una manera de comer estos alimentos, a la vez que evitas subir de peso.
El almidón resistente no tiene el mismo efecto, si congelas los alimentos cocidos ya que la estructura molecular no se modifica, sino que la inmoviliza. Entonces para potenciar los efectos, se debe cocer y dejar en la nevera para que el almidón resistente se vaya creando a medida que vaya pasando el tiempo.
Cuando saques los alimentos del frigorífico para consumirlos, puedes calentarlos con la seguridad de que no van a perder las propiedades del almidón resistente. Eso sí, hay que vigilar que la temperatura no sea demasiado alta porque se perdería la estructura.
Es aconsejable que estos alimentos sean naturales, sin procesar ya que durante el proceso les añaden fibras y otros tipos de componentes y perderían todas sus propiedades naturales, dejando de aportar los beneficios del almidón resistente.
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