Un nuevo paradigma en el tratamiento de la psoriasis
coloquio 'radiografía actual y retos de la psoriasis en andalucía
La psoriasis afecta a un 2,3% de la población en España
Es una enfermedad grave y que incide en la calidad de vida
Desde hace años, el manejo de esta patología ha mejorado enormemente gracias a la llegada de nuevos tratamientos para cada tipo de paciente
Sevilla/La psoriasis es una enfermedad inmunológica de la piel que afecta enormemente a la calidad de vida de las personas que la padecen. La manera de tratar esta patología ha evolucionado enormemente en las últimas dos décadas. Ese proceso ha venido marcado por la innovación terapéutica y por el abordaje multidisciplinar que ha permitido entender la psoriasis como una enfermedad que va más allá de la piel y que acarrea otras comorbilidades importantes.
Para analizar esos cambios, Grupo Joly acogió el pasado lunes el Café-coloquio 'Radiografía Actual y retos de la Psoriasis en Andalucía', organizado en colaboración con Celgene. Para el doctor Enrique Herrera, coordinador de la Unidad de Dermatología del Hospital Virgen de la Victoria de Málaga es una enfermedad con una incidencia relevante que afecta a un 2% de la población. "Hablamos de aproximadamente un millón de pacientes en España, lo que supone un impacto importante en los hospitales tanto en lo económico como en lo asistencial. Hubo un cambio de paradigma en la historia de la psoriasis cuando comenzó a medirse la calidad de vida y comenzó a verse cómo es la enfermedad más allá de la piel", explicó Herrera. Respecto al abordaje global de la patología, Herrera indicó que "aunque no tenemos una cura, estamos en una situación muy buena con la que habríamos soñado hace 10 ó 20 años".
Para el doctor David Moreno, director de la unidad de Gestión Clínica de Dermatología del Hospital Virgen Macarena, "los avances de los últimos años han hecho que los dermatólogos sepamos mucho más de la enfermedad". El experto subrayó que "más que psoriasis, debemos hablar de las personas con psoriasis; y no debemos verla solo como una enfermedad de la piel, sino como una enfermedad inflamatoria crónica con implicación en otros órganos o sistemas y que afecta a la salud integral de una persona". "Debemos referirnos como un todo", agregó. Así, entre estas asociaciones con otras manifestaciones es conocida especialmente la artritis. "La artritis psoriásica es una forma específica de psoriasis que afecta a entre un 20% y 40% de los pacientes. La responsabilidad del dermatólogo para detectar y abordar esas manifestaciones articulares junto al reumatólogo es importante, exige un tratamiento precoz". Además, entre otras comorbilidades importantes el doctor Moreno destacó la asociación con la enfermedad inflamatoria intestinal, la uveítis y el riesgo cardiovascular y metabólico: "Las personas con psoriasis, especialmente las no tratadas, tienen más riesgo cardiometabólico, más dislipemias, hipercolesterolemia o riesgo de obesidad". Asimismo, hizo alusión al alcance que las enfermedades dermatológicas tienen en el plano emocional y, por tanto, en la calidad de vida. "El abordaje integral es complejo. Sabemos más de la enfermedad y tenemos más frentes abiertos. Esto no es una cuestión restringida al dermatólogo, sino que atañe al médico de Atención Primaria, al farmacéutico del hospital y a otras especialidades implicadas".
Por su parte, Miguel Ángel Calleja, jefe del Servicio de Farmacia Hospitalaria del Hospital Virgen Macarena, en Sevilla, afirmó que "en el manejo terapéutico de la psoriasis hemos vivido una revolución, un momento histórico". En su opinión, "es un ejemplo de una patología que ha podido ir controlándose cada vez mejor gracias a la llegada de tratamientos más eficaces y seguros, que mejoran la calidad de vida y que permiten un control de la enfermedad casi completa y muy rápida en la mayoría de los casos". Para concretar qué factores han permitido esa mejoría, Calleja explica que "ahora tenemos más criterios de selección para elegir el mejor tratamiento para cada tipo de paciente y podemos anticiparnos más". Además, la atención se ha visto favorecida por el trabajo multidisciplinar.
Durante el encuentro, Enrique Herrera, explicó el criterio de clasificación de los pacientes con psoriasis (leve, moderado y grave) y las principales líneas terapéuticas que se manejan. "Los leves son aquellos que tratamos con terapias tópicas. En los moderados se aplican tratamientos sistémicos como acitetrina, metrotexato o ciclosporina y la fototerapia en todas sus variantes. En los moderados severos se nos abren las opciones a pequeñas moléculas como apremilast y luego están los biológicos. A partir de ahí y para pacientes más severos, existen las opciones que han ido llegando en las dos últimas décadas, desde los primeros anti-TNF hasta las distintas vías de la interleucina, y que ha tenido gran impacto en pacientes con psoriasis grave. Todo esto continua y el abanico terapéutico seguirá ampliándose", explicó Herrera.
Ahondando en la citada relación entre Psoriasis y Artritis el doctor Moreno subrayó la ventaja de que el dermatólogo pueda hacer un diagnóstico precoz de la artritis, "ya que lo ideal es no tratar por un lado la psoriasis y por otro lado la afectación articular; sino que deberíamos ofrecer un tratamiento con buen perfil en ambos niveles; podemos individualizar el tratamiento y lo ideal es que se puedan cubrir ambos frentes e incluso otras comorbilidades que podamos tener". Por eso, el experto aboga por vigilar y "no banalizar cualquier síntoma que pueda tener una persona con psoriasis".
Por último, Miguel Ángel Calleja quiso hacer énfasis en los conceptos de seguridad, conveniencia y la individualización de tratamientos. "Contamos con fármacos con posología cada vez mejores, más fáciles de administrar y moléculas orales que facilitan el cumplimiento terapéutico", expuso.
Retos logrados y áreas de mejora
A la hora de analizar la atención que reciben las personas con psoriasis en Andalucía, los tres expertos participantes en el coloquio coinciden en un relato optimista, en términos terapéuticos y de calidad de vida ganada, y a la vez ambicioso en cuanto a los retos y los espacios de mejora. Así, el doctor Herrera cree que "contamos con una atención muy buena, con un correcto seguimiento y donde el paciente puede acceder al tratamiento mejor indicado para cada caso". Aun así, "todo es mejorable y siempre tenemos retos, pero la psoriasis es una enfermedad en la que todos los profesionales nos hemos implicado mucho y en la que se ha logrado cambiar enormemente el paradigma. Podemos estar orgullosos de prestar una atención buena". Por su parte, el doctor David Moreno hizo referencia a los logros alcanzados gracias al enfoque integral de la enfermedad. "Desde hace unos años, los médicos de familia conocen la enfermedad y los tratamientos que manejamos y la comunicación con el reumatólogo y otros especialistas es habitual". Asimismo, subrayó que "trabajamos con protocolos basados en la evidencia y que tratamos de adaptar a las características personales y laborales teniendo en cuenta otras enfermedades y circunstancias, la preferencia en la forma de administración, la respuesta o la gravedad de la enfermedad". Para el experto, "es importante no matar moscas a cañonazos y manejar las terapias más adecuadas en los plazos que requieren". Por otro lado, Miguel Ángel Calleja subrayó que para las instituciones sanitarias llegar antes y poder participar en más ensayos clínicos ha de ser un objetivo permanente. "Hay ensayos clínicos sobre psoriasis, pero nos gustaría poder llegar a más, reclutar más pacientes y acceder antes a la innovación independientemente del hospital en el que los pacientes estén siendo tratados". En su opinión, "tanto en el acceso como en la organización de un abordaje multidisciplinar debemos mejorar; aún existe cierta asimetría entre unos hospitales y otros".
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