¿Podemos tomar vitamina D en exceso para tener reservas durante más tiempo?

El organismo necesita recibir vitamina D ya que ayuda a prevenir enfermedades óseas como la osteoporosis, además de mejorar la esperanza de vida y para obtenerla necesitamos recibirla mediante la piel a través de los rayos solares, así como también con la ingesta de alimentos naturales y fortificados sobre todo en el invierno ya que contamos con menos horas de luz y los rayos solares son menos intensos.

"Algunas situaciones dificultan la síntesis de vitamina D como la disminución de la síntesis cutánea por el envejecimiento de la piel o por una piel más oscura"

Según explica en una entrevista a Europa Press Infosalus el doctor Camilo Silva Froján, especialista en Endocrinología y Nutrición del Departamento de Endocrinología y Nutrición de la Clínica Universidad de Navarra, "la vitamina D, en su forma de calcifediol, tiene una vida media de dos a tres semanas y la totalidad de una dosis de calcifediol se eliminaría por completo en unos dos meses".

En este sentido, se puede decir que no, que por mucho sol que tomemos en verano, no nos va a servir para tener reservas para el invierno.

Dónde se acumula la vitamina D

La vitamina D se suele acumular en el tejido adiposo o en el hígado y aunque es importante cuando se acumula en el tejido adiposo, sobre todo en personas con elevada masa grasa, su liberación parece estar muy limitada, "por lo que más que de un depósito deberíamos hablar de un 'secuestro'", asegura el doctor.

En otras palabras, explica Silva Froján, que "es más razonable una provisión continuada de vitamina D a lo largo del año que una 'sobredosis' estival", ya que esa sobrerexposición al sol sería perjudicial para la salud porque aumentaría el riesgo de padecer cáncer de piel.

"Tan solo con exponerse de diez a quince minutos en algunas partes del cuerpo son suficientes para recibir la dosis de vitamina D que necesita el organismo"

En esta explicación coincide la nutricionista sevillana Marta Cárdenas de Eguino cuando hablaba hace unos meses con Diario de Sevilla sobre la seguridad de tomar pastillas para potenciar el autobronceado, en la que argumentaba que para mejorar el bronceado a través de la alimentación, hay que ser constantes.

"Esto no lo puedes hacer un mes antes del verano, hay que hacerlo durante todo el invierno para que tenga efecto, pero sobre todo, se trata de proteger la piel", sentencia la nutricionista. Y lo mismo sucede con la exposición al sol para recibir la vitamina D, que hay que ser constantes y exponerse poco tiempo, pero de manera continuada.

Cómo podemos recibir vitamina D

La vitamina D, de forma natural, proviene de la ingesta de alimentos, y sobre todo a través de la absorción de los rayos solares y tan solo con exponerse de diez a quince minutos en algunas partes del cuerpo son suficientes para recibir la dosis de vitamina D que necesita el organismo.

"Algunas situaciones dificultan la obtención de vitamina D, como la disminución de la síntesis cutánea por el envejecimiento de la piel o por una piel más oscura, la baja exposición al sol o exposición protegida (protector solar, ropa, sombrero, gafas), así como la baja ingesta dietética", agrega el especialista en Endocrinología y Nutrición del Departamento de Endocrinología y Nutrición de la Clínica Universidad de Navarra.

Otra forma de recibir la vitamina D es a través de los sumplementos, algo a lo que no estamos acostumbrados en España y por eso recibimos menos dosis de vitamina D que otros países con menos tiempo de luz solar.

Esteban Jódar, miembro del Grupo Metabolismo Mineral y Óseo de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), explicó en la web de Antena 3 Salud que en nuestro país "no se suplementan con vitamina D los alimentos de uso común como la leche, los cereales, el pan de molde o los zumos".