Virus de Oropouche: principal vía de contagio y medidas para frenar su propagación que ya empieza a ser "preocupante"

Investigación y Tecnología

Las picaduras de insectos son la principal vía de transmisión del OROV
Las picaduras de insectos son la principal vía de transmisión del OROV / Freepik

El virus de Oropouche es un arbovirus que se transmite principalmente a los humanos a través de la picadura de jejenes infectados, especialmente del Culicoides paraensis. Aunque también se ha identificado en mosquitos como el Culex quinquefasciatus, el jején sigue siendo el vector predominante.

Sin embargo, recientemente, se han dado situaciones en las que el virus se ha transmitido de manera vertical, es decir, de madre a feto durante el embarazo, obteniendo como resultado casos de muerte fetal y posibles malformaciones congénitas.

En este sentido y dado el rápido aumento de casos de virus Oropouche (OROV) en el hemisferio occidental ha puesto en alerta máxima a los expertos en enfermedades infecciosas, según informa en el portal Infosalus, Davidson H. Hamer, médico especialista en enfermedades infecciosas en Boston Medical Center (Estados Unidos), quien en 'Annals of Internal Medicine' advierte que "la enfermedad por OROV tiene el potencial de convertirse en una amenaza para la salud pública mundial". Veamos cuáles son las principales vías de contagio y cómo, en la medida de nuestras posibilidades, podemos prevenir su propagación.

Principal vía de contagio

Aunque las picaduras de insectos son el modo principal de transmisión del OROV, las autoridades sanitarias advierten ahora de que las posibilidades de contagio se extienden a la transmisión sexual, lo que recuerda la semejanza con la transmisión no vectorial del Zika, ya que, según publica Infosalus, "se detectó OROV con capacidad de replicación en el semen de un viajero italiano de 42 años que regresaba de Cuba".

En este contexto y ante la frenética propagación de la enfermedad, la vigilancia epidemiológica y la educación comunitaria son esenciales para detectar y controlar oportunamente los brotes, así como para informar a la población sobre las medidas preventivas necesarias ya que el problema del virus de Oropouche está en que el 40% de los infectados puede no manifestar sintomatología.

En este sentido, se aboga por la colaboración entre las autoridades sanitarias y la comunidad como fórmulas clave con las que frenar la propagación del virus de Oropouche, pero lo cierto es que "sin una vacuna o tratamiento actual, es fundamental que los médicos sean conscientes del OROV y de su potencial de propagación a través de la transmisión sexual".

Medidas para frenar su propagación

Para frenar la extensión del virus de Oropouche, es esencial implementar medidas de prevención enfocadas en el control de los vectores y la protección individual contra las picaduras de insectos tales como las mosquiteras de malla fina en puertas y ventanas, con orificios menores a 1 milímetro, para evitar la entrada de jejenes y mosquitos.

Además, acompañar esto de repelentes de insectos sobre la piel y la ropa que, por otra parte, no podemos olvidar llevar ya que es muy importante que brazos y piernas estén cubiertos y preferiblemente que sean de colores claros, para reducir las áreas expuestas a las picaduras.

Es fundamental que las embarazadas tomen precauciones adicionales, dado el riesgo de transmisión vertical del virus. Se les aconseja evitar viajar a zonas con brotes activos y, en caso de residir en los lugares afectados, extremar las medidas de protección personal.

Actualmente, no existe una vacuna, ni un tratamiento antiviral específico para la fiebre de Oropouche. Por ello, la prevención mediante el control de vectores y la protección individual son las estrategias más efectivas para reducir el riesgo de infección.

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