Ver vídeos en redes sociales es un pasatiempos muy común, pero ¿realmente combatimos así el aburrimiento o lo aumentamos más?

Investigación y Tecnología

El cambio digital puede ser una fuente relacionada de aburrimiento, lo que podría tener consecuencias negativas para la salud mental

Mirar vídeos cortos en YouTube, TikTok, Facebook u otras plataformas de medios en línea es una manera de combatir el aburrimiento, pero también una forma de llenar un vacío

Pasamos casi siete horas al día conectados a Internet, ¿necesitamos desintoxicarnos del mundo digital?

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Hombre navegando por Internet / Freepik

Coger el móvil es un gesto impulsivo, que tenemos muy interiorizado y que utilizamos para mirarlo sin ver, ni buscar nada. Lo hacemos y cuando queremos darnos cuenta llevamos media hora, una hora, dos... Muchas veces perdemos la noción del tiempo deslizando el dedo saltando de un vídeo a otro para, supuestamente, combatir el aburrimiento observando imágenes de plataformas como 'TikTok' o Instagram.

Sin embargo, una investigación publicada por la Asociación Estadounidense de Psicología en el 'Journal of Experimental Psychology' ha dado como resultado que ver vídeos en redes sociales es un pasatiempos que nos produce todavía más aburrimiento.

"Si la gente quiere disfrutar más de los vídeos, puede intentar centrarse en el contenido y minimizar los cambios digitales", afirma la autora principal del estudio, Katy Tam, investigadora postdoctoral en la Universidad de Toronto. "Al igual que pagar por una experiencia más inmersiva en el cine, disfrutar más de los vídeos online en lugar de pasarse de un lado a otro", añade.

Cómo combatimos el aburrimiento en Internet

Mirar vídeos cortos en YouTube, TikTok, Facebook u otras plataformas de medios en línea es una manera de pasar el rato, de hacer "algo" para combatir el aburrimiento, pero también una forma de llenar un vacío.

Lo cierto es que el tiempo que pasamos haciendo scroll en las redes sociales, mayoritariamente en los vídeos, está eclipsando otros momentos para vivir otras experiencias, incluso, de charlas con las personas con las que estás en ese momento, aunque no las conozca de nada, pero que muchas veces, es gratificante haciendo que tu día cambie.

Además, tal y como demuestra el estudio, corremos el riesgo de "comprar impulsivamente, aplicarse descargas eléctricas, respaldar orientaciones políticas extremas o participar en conductas laborales contraproducentes".

Por otra parte, este estudio no examinó si la falta de atención contribuía a un aumento del aburrimiento o del cambio de medio digital. Dado que los participantes en varios experimentos eran estudiantes universitarios canadienses, los resultados pueden variar, según la edad o la experiencia que se tenga en los medios digitales. Al ser un estudio elaborado con un público más concreto, no se puede determinar que esté representando a la población en general.

No obstante, el cambio digital puede ser una fuente relacionada de aburrimiento, lo que podría tener consecuencias negativas para la salud mental, entre ellas, la adicción a Internet.

Adicción a Internet

Mirar el teléfono es un gesto que hacemos continuamente. Mientras esperamos la cola del supermercado, del transporte público, cuando estamos en la sala de espera del médico, etc, cogemos nuestro móvil y lo miramos aunque no estemos haciendo nada relevante.

Lo que pasa es que hay factores que intervienen y contribuyen al desarrollo de un potencial adictivo de internet. El hospital Quirón Salud explica por qué el mal uso de las redes y los videojuegos puede producir una alteración del circuito prefrontal y límbico de estímulo-recompensa, por lo que va a "empeorar la impulsividad, la memoria, la motivación, deteriorando aún más condiciones frecuentes en los niños y adolescentes como el trastorno por déficit de atención / hiperactividad (TDAH) o la ansiedad, entre otras", aseguran desde este centro.

Una teoría respaldada por la psiquiatra Marián Rojas Estapé, quien resposabiliza de todo a la dopamina y a los efectos que esta produce en nosotros cuando consumimos contenido digital.

Las personas que sufren de esta adicción sienten una necesidad imperiosa de estar conectadas, lo que lleva a un uso prolongado que afecta negativamente su bienestar emocional, físico y social.

Así que la adicción a internet va a tener unas consecuencias que, si no se le presta la atención adecuada pueden ser severas. Por ejemplo, a nivel emocional, las personas pueden experimentar ansiedad, irritabilidad y depresión, especialmente cuando no pueden acceder a la red o cuando intentan reducir su tiempo de uso.

Esta adicción también puede conducir a una desconexión con la realidad, donde las relaciones interpersonales en el mundo real se deterioran debido a la preferencia por las interacciones virtuales.

A nivel físico, las largas horas frente a la pantalla pueden causar problemas de salud como el síndrome del túnel carpiano, dolores de espalda, fatiga visual, y trastornos del sueño. Además, la adicción a internet también interfiere en el rendimiento académico o laboral, ya que la persona puede perder la concentración, incumplir con sus responsabilidades, así como también afectar al rendimiento provocado por la distracción constante de las notificaciones del móvil.

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