Tuberculosis: formas de contagio, síntomas y prevención

A lo largo del 2024, la provincia de Sevilla ha registrado más de 160 casos de tuberculosis; una tendencia al alza que se mantiene desde el año 2022. Hablamos de una enfermedad que, si bien parece propia de otro tiempo, se ha vuelto de máxima actualidad ante la oleada de casos que se están presentando y es conveniente saber qué la caracteriza, de qué manera se contagia y cómo podemos prevenirla y actuar en caso de contraerla.

La preeminencia de la tuberculosis en nuestra sociedad ha robado muchas páginas a los grandes clásicos de la literatura y continúa, a día de hoy, siendo la causa de un número importante de fallecimientos en todo el mundo. Como recoge este mismo diario, en 2023, se contagiaron aproximadamente 10,8 millones de personas: la cifra más alta jamás registrada por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

¿Cómo se contagia la tuberculosis?

El primer paso hacia su prevención es entender cómo funciona la tuberculosis. Es decir, cómo se contagia y en qué momento del proceso aparecen los primeros síntomas. Así como también es importante entender si existen personas asintomáticas y, en ese caso, hasta qué punto repercute este hecho en su incidencia.

Bien, según el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), “la tuberculosis se transmite de persona a persona a través del aire”. Entonces, “los microbios llegan al aire cuando una persona con la enfermedad contagiosa de tuberculosis de pulmón o de garganta tose, habla o canta”. De manera que aquellos que se encuentren cerca, “pueden inhalar estos microbios e infectarse”.

¿Qué ocurre entonces? El CDC explica que “cuando los inhalan, los microbios de la tuberculosis pueden depositarse en los pulmones y comenzar a multiplicarse. A partir de ahí, pueden propagarse a otras partes del cuerpo a través de la sangre, como a los riñones, a la columna vertebral o al cerebro”.

¿Puede una persona ser asintomática a la tuberculosis?

El Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) menciona un estudio genético liderado por el Instituto de Biomedicina de Valencia (IBV-CSIC), que investiga la transmisión asintomática de la tuberculosis. Se trataría en este caso de un contagio silencioso, cuya investigación podría llevar a nuevas formas de control y prevención.

Sin embargo, aunque no se descarta esta opción, tal y como sucede con la Covid-19, lo cierto es que “para la tuberculosis esta posibilidad nunca ha sido considerada, por lo que ignoramos en qué medida transmiten la enfermedad los casos asintomáticos y cuál es su contribución a la carga global de la enfermedad”, informa Iñaki Comas, investigador del CSIC que lidera el proyecto TB-Reconnect.

“La realidad es compleja: hay personas sanas en las que se encuentra la bacteria en muestras diagnósticas respiratorias, indicando un proceso de enfermedad asintomática, lo que se conoce como tuberculosis subclínica”, explica el CSIC a raíz de este estudio. Por su parte, el CDC habla de una infección de tuberculosis latente e indica que, en este supuesto las personas:

• No tienen ningún síntoma.
• No se sienten mal.
• No pueden transmitir las bacterias de la tuberculosis a los demás.
• Por lo general, tienen una reacción positiva en la prueba cutánea de la tuberculina o un resultado positivo en el examen de sangre para detectar la tuberculosis.
• Pueden presentar enfermedad de tuberculosis si no reciben tratamiento para la infección latente.

Síntomas de la tuberculosis

En cuanto a los síntomas, la Organización Mundial de la Salud (OMS) enumera los siguientes:

• Tos prolongada (a veces con sangre). Al respecto, el CDC añade que puede durar tres semanas o más.
• Dolor en el pecho.
• Astenia, es decir, falta o decaimiento de fuerzas caracterizada por apatía y fatiga física.
• Cansancio.
• Pérdida de peso.
• Fiebre.
• Sudores nocturnos.
• Además, como indica el CDC, es frecuente que se produzcan también escalofríos y falta de apetito.

¿Cómo prevenir la tuberculosis?

Por supuesto, a la hora de prevenir esta enfermedad lo más aconsejable es acudir al médico si se presenta el menor de los síntomas, como la tos prolongada o una bajada repentina de peso sin motivo aparente. Así como también si se ha estado en contacto con personas contagiadas o si el posible paciente se encuentra entre los colectivos más vulnerables, ya sea por una infección del VIH u otra que debilite el sistema inmunitario.

En la misma línea, la OMS aconseja que, en caso de que se padezca tuberculosis, se extremen las precauciones de higiene al toser, como utilizar mascarillas.