Tres mitos sobre el vapeo desmontados por un estudio
Investigación y Tecnología
Esta diversidad de productos dificulta predecir con exactitud el nivel de dependencia que pueden generar
Esta es la enfermedad potencialmente grave que procede exclusivamente del consumo de vapeadores
El experto del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT) y del Grupo de Abordaje del Tabaquismo de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC), el doctor Rodrigo Córdoba, junto al Instituto #SaludsinBulos, han publicado un estudio que tiene como objetivo desmontar los mitos más comunes sobre los beneficios del vapeo, según publica EFE Salud. Veamos algunos de ellos.
Vapear: una alternativa saludable frente al tabaco tradicional
Los cigarrillos electrónicos, también conocidos como vapeadores, funcionan calentando un líquido que genera un aerosol, no vapor. Aunque muchos de estos dispositivos contienen nicotina, una sustancia adictiva, el grado de adicción varía según los ingredientes de los cartuchos y el sistema de calentamiento. Esta diversidad de productos dificulta predecir con exactitud el nivel de dependencia que pueden generar.
La menor concentración de sustancias tóxicas en comparación con los cigarrillos convencionales no implica necesariamente una reducción del riesgo, ya sea a corto, medio o largo plazo. De hecho, los efectos adictivos, así como las posibles consecuencias respiratorias y cardiovasculares inmediatas, pueden ser comparables a las del consumo de tabaco tradicional.
Contiene un 95% de menos tóxicos que el cigarrillo convencional
Un estudio comparó las cantidades de biomarcadores tóxicos en los cigarrillos electrónicos frente a los tradicionales. Aunque en los electrónicos estos biomarcadores son menores, no se evaluaron los efectos que estas cantidades en la salud de las personas. Por otra parte, se han hecho 107 estudios sobre los riesgos asociados al uso de cigarrillos electrónicos.
La conclusión fue que, en relación con enfermedades cardiovasculares, respiratorias, metabólicas y de la cavidad oral, el riesgo es aproximadamente un 20% menor en comparación con los cigarrillos convencionales. Sin embargo, en contextos de consumo dual, es decir, cuando se combinan los cigarrillos electrónicos con los convencionales, el riesgo aumenta hasta un 30% en relación con estas enfermedades.
Carlos Mateos, coordinador del Instituto #SaludsinBulos, declara en EFE Salud que algunas tabaqueras fomentan, desde las redes sociales, la idea de que el vapeo es preferible al cigarrillo tradicional. Por su parte, desde el Hospital Quirón Salud, explican que "el propilenglicol y/o glicerina que tienen los vapores provoca irritación de las vías respiratorias y el pulmón, puede llevar el agravamiento de enfermedades del tracto respiratorio (como la EPOC, asma, fibrosis pulmonar) y facilitar infecciones".
Y además, la combustión de estas sustancias generan compuestos orgánicos que pueden causar irritación en los ojos, la nariz y la garganta, dolores de cabeza y náuseas, así como otros daños en órganos tan importantes como el hígado, el riñón y el sistema nervioso. "Se ha detectado también sustancias como el formaldehído, acetaldehído y acroleína que son sustancias cancerígenas", manifestan desde Quirón Salud.
Se recomienda su uso para dejar de fumar
Es una de las opciones más realizadas por aquellas que personas que quieren dejar el tabaco, pero según los expertos, aunque algunos estudios sugieren que los cigarrillos electrónicos podrían ayudar a dejar el tabaco bajo asesoramiento, estos productos son recreativos, no sanitarios ni terapéuticos.
Por su parte, desde el Ministerio de Salud dejan claro que "estos cigarrillos no son una alternativa segura para dejar de fumar". De hecho, el doctor Córdoba aclara que "vapear conduce a una dependencia permanente de la nicotina y, en algunos casos, los cigarrillos electrónicos son más adictivos que el propio tabaco".
En el 75% de los casos, las personas dejan de fumar sin ayuda alguna. Del restante 25%, la mayoría lo logra con consejo médico y fármacos de eficacia comprobada, como la terapia de reemplazo de nicotina, el bupropión, la vareniclina o la citisiniclina. Por otro lado, solo el 3% de quienes intentan dejar de fumar sin ayuda lo logran, mientras que el éxito asciende al 25 % en quienes buscan apoyo médico y sanitario.
Fuentes referenciales:
EFE Salud (2025, 21 de enero): Diez mitos sobre el vapeo y la salud
Hospital Quirón Salud: Peligro del vapeo para la salud
Ministerio de Salud. Cigarrillo electrónico
No hay comentarios