La tormenta perfecta: la gripe y la neumonía bacteriana juntas aumentan más de tres veces la probabilidad de muerte

El estudio ha mostrado que la combinación de ambas infecciones puede colonizar nuestro aparato respiratorio, debilitando nuestro sistema inmune, y provocar cuadros clínicos muy graves

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La tormenta perfecta: la gripe y la neumonía bacteriana juntas aumentan más de tres veces la probabilidad de muerte
La tormenta perfecta: la gripe y la neumonía bacteriana juntas aumentan más de tres veces la probabilidad de muerte
N.F

30 de abril 2023 - 13:54

La temporada de gripetemporada de gripe puede ser una época difícil para muchas personas, especialmente para aquellas con sistemas inmunológicos debilitados o para quienes tienen afecciones de salud preexistentes. Pero si pensabas que la gripe era lo peor que podía pasar, debes saber que hay otro enemigo que puede empeorar sus síntomas y resultar fatal: la neumonía bacteriana. Su nombre ya resulta familiar tras la irrupción de la pandemia, en la que el ya famoso virus del SARS-CoV-2 provocaba cuadros de neumonía bilaterales graves en muchos pacientes. Ahora, en una temporada en la que el coronavirus pasó a un segundo plano dejando paso a un invierno en el que la gripe ha sido la protagonista, los resultados de un estudio publicado en la revista International Journal of Infectious Diseases, han evidenciado que la probabilidad de fallecer aumenta más de tres veces cuando se presenta una combinación de gripe y neumonía bacteriana.

Este análisis realizado por investigadores examinó información de más de 48,000 pacientes recopilada de 135 estudios realizados en 28 países, en un esfuerzo por identificar las causas principales que aumentan la severidad de la gripe. Según los hallazgos, las infecciones bacterianas en los pulmones se identifican como uno de los factores de riesgo más importantes en casos de infecciones por el virus de la gripe.

''Algunas de las bacterias que causan estas neumonías secundarias pueden vivir en nuestro cuerpo y colonizar nuestro aparato respiratorio superior o infectarnos desde el exterior. Las más habituales, como Streptococcus pneumoniae y Staphylococcus aureus, son responsables de más del 60% de las neumonías bacterianas asociadas a la gripe'', detallan Javier Arranz-Herrero y Jesús Presa, primeros autores del estudio.

La neumonía bacteriana es una infección pulmonar grave que puede causar una serie de síntomas debilitantes, como fiebre alta, tos con flema y dificultad para respirar. A menudo, esta complicación puede surgir después de que una persona ha tenido gripe, ya que el virus de la gripe debilita el sistema inmunológico, dejando al cuerpo vulnerable a otras infecciones.

Además, los investigadores también descubrieron que ciertas enfermedades hematológicas crónicas presentan un riesgo similar, seguidas por desórdenes neurológicos, insuficiencia renal, inmunosupresión, enfermedades hepáticas o cardiovasculares crónicas y otras condiciones.

La tormenta perfecta

La neumonía bacteriana es causada por bacterias que infectan los pulmones y pueden diseminarse rápidamente por todo el cuerpo. Si no se trata adecuadamente, puede ser fatal. Por lo tanto, es importante reconocer los síntomas de la neumonía bacteriana y buscar tratamiento médico inmediato si los experimentas.

La gripe es una enfermedad viral que puede ser causada por diferentes tipos de virus de la influenza. En España, a pesar de la familiaridad con esta palabra, la gripe es responsable de más muertes que los accidentes de tráfico. Además, hay ciertas condiciones físicas, de edad o enfermedades que aumentan el riesgo de complicaciones y muerte en pacientes que desarrollan gripe, según el doctor Estanislao Nistal Villán, director de el Grupo de Investigación de Virología e Inmunidad Innata de la Universidad CEU San Pablo.

De esta forma, la combinación de gripe y neumonía bacteriana puede ser especialmente peligrosa para personas mayores, niños pequeños y personas con enfermedades crónicas como diabetes, enfermedades cardíacas o enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). Estas personas tienen un mayor riesgo de desarrollar complicaciones graves después de la gripe y pueden requerir hospitalización.

La tormenta perfecta puede ocurrir cuando alguien tiene gripe, lo que debilita su sistema inmunológico, y luego se infecta con neumonía bacteriana. La neumonía bacteriana puede progresar rápidamente y provocar síntomas graves como fiebre alta, tos con flema espesa y dificultad para respirar. En casos graves, puede causar insuficiencia respiratoria, lo que requiere de un tratamiento de ingreso hospitalario con oxigenación inmediata.

En este sentido, la investigación apunta a que el impacto de las infecciones bacterianas asociadas a casos de gripe puede estar detrás de la alta letalidad de la pandemia de 1918: ''Más del 90% de las necropsias de pulmón analizadas de fallecidos por gripe durante la pandemia de 1918 tenían una alta presencia de bacterias, algo que pudo estar asociado a una mayor letalidad que la causada únicamente por la infección viral'', señalan los autores.

Prevención, la clave

Según los resultados, la prevención de la gripe mediante la vacunación de la gripe y el neumococo, así como la implementación de medidas de salud pública e higiene para contener su propagación, el diagnóstico temprano y el tratamiento adecuado de las infecciones bacterianas para evitar la aparición de bacterias cada vez más resistentes a los antibióticos, son factores críticos para mejorar el pronóstico de los pacientes con infecciones gripales.

Asimismo, una vez desarrollada la infección, el tratamiento para la neumonía y la gripe depende de varios factores, como la causa de la enfermedad y la gravedad de los síntomas.

En el caso de la gripe, el tratamiento se enfoca principalmente en aliviar los síntomas, lo que puede incluir el uso de medicamentos antivirales, analgésicos y antitérmicos para reducir la fiebre y el dolor. Además, es importante descansar lo suficiente, beber líquidos y evitar el contacto cercano con otras personas para prevenir la propagación de la enfermedad.

En el caso de la neumonía, el tratamiento puede incluir antibióticos si la causa es una infección bacteriana. También se pueden recetar medicamentos para aliviar los síntomas, como la fiebre y la tos, y oxígeno en casos graves. Además, se puede recomendar descanso y la hidratación adecuada.

Los investigadores también destacan que la crisis de la COVID-19 ha resaltado la necesidad urgente de desarrollar nuevas estrategias para mejorar nuestro sistema de salud y reducir los riesgos específicos de enfermedades.

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