Tratamiento para el cáncer de páncreas
Radioterapia adaptativa: cómo es este importante avance tecnológico que permite ver el tumor en tiempo real
Psiquiatría
El recién detenido Brian Raimundo C.M, conocido como 'el violador de Igualada', por la brutal violación a una menor en esta misma localidad, intentó agredir sexualmente a su hermana de siete años en 2014. Estos hechos fueron denunciados por su propia madre cinco años después. Sin embargo, al carecer de antecedentes, el juzgado decidió suspender esta pena por dos años a condición de que el sospechoso realizase un tratamiento psiquiátrico y otro de desintoxicación durante el año de libertad vigilada que le impusieron, además de una orden de alejamiento respecto a la víctima. Esto reabre el debate en torno a si los tratamientos y la terapia psiquiátrica funciona en este tipo de casos. ¿Qué opinan los expertos?
El expediente de ejecución no recoge ninguna incidencia durante este año de libertad, que concluyó unos meses antes de que se perpetrara la brutal agresión a la víctima el pasado 1 de noviembre. Los investigadores se afanaron durante horas para localizar restos biológicos de la menor entre sus pertenencias. El resultado fue positivo: el ADN de la víctima el ADN de la víctimaestá en, al menos, una prenda de ropa localizada en su habitación: una chaqueta. La joven, que fue hallada por un camionero semidesnuda y casi muerta, estuvo ingresada cerca de dos meses y ha pasado por cinco operaciones quirúrgicas a causa de este ataque.
Puede afirmarse que en la actualidad se dispone de buenas estrategias psicológicas para el tratamiento de los agresores sexuales, a un nivel de desarrollo técnico comparable al de otros campos de la intervención psicológica. Sin embargo, desde la perspectiva de la utilización práctica de tales técnicas, la aplicación de tratamientos a los delincuentes sexuales es una actividad limitada a pocos países desarrollados.
Sin embargo, la afirmación resulta curiosa, pues ni siquiera hay consenso sobre si los violadores son o no enfermos mentales; en consecuencia, tampoco existen tratamientos efectivos. Según distintas investigaciones, más del 80 por ciento de estos abusadores cometen estos actos en pleno uso de sus facultades; de ese total, el 70 por ciento puede tener trastornos de personalidad, y dentro de estos solo un pequeño porcentaje presenta características psicóticas, que los hacen inimputables (se exime de responsabilidad penal, porque no entienden la ilicitud de sus actos).
Lo que suele haber en la mente son conductas fundadas sobre antecedentes de violencia intrafamiliar, de agresividad e incluso de violaciones que generan sentimientos hostiles. Quizá este sea el motivo por el que no controlan sus impulsos, porque nunca aprendieron a gestionar dichas emociones o las fases de respuesta sexual. Pese a ello, esto no configura un trastorno psiquiátrico específico, solo de personas con perturbaciones.
De hecho, la mayoría de los violadores no tienen un problema sexual, sino que utilizan la agresión sexual como medio para expresar su violencia. Por ello, se ha considerado explorar la vía acerca de una terapia prolongada de educación psicológica y tratamiento para hacer frente a los problemas de hostilidad, de control de impulsos y de baja autoestima, podría resultar efectiva en algunos casos.
De acuerdo con la experiencia de algunos profesionales, este tipo de tratamiento reduce los índices de reincidencia de violación entre un 15% y un 20%. Aunque para muchos esto significa una reducción muy poco significativa; para otros, es un avance a tener en cuenta.
De acuerdo con estudios realizados en Estados Unidos, España y Francia los tratamientos hormonales disminuyen en casi un 60% la reincidencia de los violadores, pero Lupiañez señala que sólo un 10% de los presos por violación tienden a someterse a estos tratamientos, por lo que su incidencia final es baja.
Para los profesionales detractores de esta idea, la única solución pasa por este tipo de procedimiento químico, conocido como 'castración química', o la posibilidad de mantenerlos de por vida en la cárcel. Sin embargo, los que exploran la vía psiquiátrica, mantener en prisión perpetua a los condenados por violación no es realista, y por tanto, aseguran que este trabajo es importante.
Quizá la combinación de ambas, inhibidores químicos del impulso sexual complementados con la educación sexual y el trabajo en su respuesta impulsiva y violenta, resultaría el mejor de los procedimientos para que estos episodios, cada vez más comunes, se erradiquen para siempre.
También te puede interesar
Tratamiento para el cáncer de páncreas
Radioterapia adaptativa: cómo es este importante avance tecnológico que permite ver el tumor en tiempo real
Investigación y Tecnología
Cinco razones, según la psicología, por las que una persona viste siempre con ropa ancha
Investigación y Tecnología
Claves para detectar el síndrome de la desconexión cognitiva y que no afecte a la calidad de vida
Lo último