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¿Cuáles son los síntomas de las infecciones que pueden contraer los voluntarios de la DANA?

Investigación y Tecnología

Se ha reforzado la disponibilidad de vacunas, especialmente aquellas zonas donde podrían ser necesarias las de tétanos, difteria o hepatitis A

Los casos detectados se notificarán al Centro Nacional de Epidemiología y al CCAES para una respuesta coordinada a nivel nacional

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La fiebre y la tos persistente son algunos síntomas de haber estado expuesto a zonas inundadas por la DANA. / Freepik

El Ministerio de Sanidad de España y la Conselleria de Valencia han establecido un protocolo para la vigilancia epidemiológica con el fin de detectar a tiempo cualquier posible caso de infección con potencial epidémico, como puede ser la gastroenteritis, la ictericia o la neumonía. En este sentido, la ministra de Sanidad, Mónica García, a través de su cuenta de X hace un llamamiento a la población y explica que, "si eres vecino de cualquier municipio afectado por la DANA, eres voluntario o has estado expuesto a zonas inundadas, y comienzas a sentir síntomas como fiebre persistente, vómitos intensos, diarrea, dificultad para respirar, dolor abdominal fuerte, coloración amarillenta en piel y mucosas, heridas infectadas o deshidratación tienes que notificarlo".

Además informan de que a pesar de que algunos centros tienen afectada su actividad, las zonas cuentan con "puntos extraordinarios", así como también la movilización a otros centros alternativos. Todavía no ha sido necesaria realizar una campaña de vacunación masiva. No obstante, se ha reforzado la disponibilidad de las mismas, especialmente aquellas que podrían ser necesarias como las de tétanos, difteria o hepatitis A.

Vacunas para tétanos, difteria o hepatitis A

El tétanos, la difteria y la hepatitis A son enfermedades infecciosas causadas por bacterias o virus que afectan al cuerpo humano de diferentes maneras, y cada una tiene mecanismos de contagio específicos que contribuyen a su propagación. Por un lado, el tétanos es una infección causada por la bacteria Clostridium tetani, que vive en el suelo, el polvo y en heces de animales. La bacteria produce una toxina que afecta al sistema nervioso, provocando contracciones musculares dolorosas y rigidez, que comienzan en la mandíbula y se extienden al resto del cuerpo.

A diferencia de muchas otras enfermedades infecciosas, los tétanos no se transmiten de persona a persona, por lo que su principal vía de contagio se produce a través de heridas en la piel, especialmente si son profundas o están sucias, lo que permite que las esporas de la bacteria ingresen en el cuerpo. Este riesgo aumenta en ambientes rurales o en actividades que conllevan el contacto con tierra y herramientas contaminadas.

La difteria es otra enfermedad que podrían contraer los voluntarios que están en el epicentro de los lugares damnificados por la DANA. Se trata de una bacteria que afecta principalmente al tracto respiratorio, y la infección puede obstruir las vías respiratorias, dificultando la respiración y generando complicaciones severas. A diferencia del tétanos, la difteria sí que se propaga de persona a persona, principalmente a través de las gotitas respiratorias que se expulsan al toser o estornudar. También cuando se tocan objetos contaminados con secreciones infectadas, como juguetes o toallas. Además de afectar a la garganta y a las vías respiratorias, la toxina producida por esta bacteria puede propagarse por el cuerpo a través del torrente sanguíneo y dañar el corazón, los nervios y otros órganos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la vacunación como medida clave de prevención, ya que esta enfermedad puede ser grave y muchas veces fatal, especialmente niños en pequeños y personas no vacunadas.

La hepatitis A es una infección viral que afecta al hígado y provoca síntomas como fiebre, fatiga, náuseas o pérdida de apetito. A diferencia de la hepatitis B y C, la hepatitis A no se convierte en una infección crónica, pero puede causar una enfermedad grave en adultos mayores o personas con problemas hepáticos preexistentes. La principal vía de contagio es la ingestión de alimentos o agua contaminados con materia fecal que contiene el virus. También puede transmitirse mediante el contacto cercano con una persona infectada, especialmente en lugares donde las condiciones de higiene son deficientes, por lo que, en este sentido, la OMS subraya la importancia de la vacunación en poblaciones vulnerables y la adopción de medidas higiénicas para prevenir su propagación.

Dónde recurrir si tienes síntomas

Según informaciones del Ministerio de Sanidad, se han establecido criterios específicos para la toma de muestras desde el centro de salud o del hospital y los casos detectados se notificarán al Centro Nacional de Epidemiología y al CCAES para una respuesta coordinada a nivel nacional. "Recordamos que ahora mismo el suministro de medicamentos está garantizado en farmacias, hospitales y servicios de urgencia", asegura la ministra de Sanidad. Asimismo, se ha habilitado el teléfono 965 918 658 para facilitar el acceso a pacientes crónicos. En cualquier caso, desde el ministerio y la conselleria se recomienda buscar atención sanitaria inmediata con el fin de poder hacer un diagnóstico precoz y tratar posibles infecciones.

Por lo que respecta al tétanos se necesita suminitrar vacuna ya que en algunos casos la enfermedad puede ser mortal debido a que la toxina ataca a los nervios y puede llevar a dificultades respiratorias y espasmos musculares graves. Es por lo que los centros de salud cercanos a las zonas afectadas cuentan con ese suministro de vacunas, así como también para los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) y destacan la importancia de la vacunación antitetánica como la principal medida de prevención.

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