¿Qué son las 'patas de gallo', por qué salen y cómo prevenirlas?

Investigación y Tecnología

Las 'patas de gallo' son pequeñas arrugas que aparecen alrededor de los ojos y que, para muchos, son un recordatorio constante del envejecimiento

Una piel bien hidratada es una piel que resiste mejor las arrugas

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Patas de gallo
Patas de gallo / Freepik

El paso del tiempo es inevitable, y con él vienen los cambios en nuestra piel que nos hablan de las experiencias vividas. Entre estos cambios, uno de los más comunes y visibles son las temidas 'patas de gallo', esas pequeñas arrugas que aparecen alrededor de los ojos y que, para muchos, son un recordatorio constante del envejecimiento.

Sin embargo, lo que muchos no saben es que estas líneas de expresión son mucho más que simples marcas en el rostro; reflejan nuestra historia, nuestras emociones y, sobre todo, nuestra relación con el cuidado personal.

¿Por qué aparecen las 'patas de gallo'?

Las 'patas de gallo' no son simplemente el resultado del envejecimiento cronológico. Aunque la edad juega un papel importante, estas arrugas también surgen como consecuencia de una combinación de factores internos y externos que afectan la salud de nuestra piel. En primer lugar, el área alrededor de los ojos tiene una piel mucho más fina que otras partes del rostro, lo que la hace más vulnerable a la formación de arrugas. Además, es una zona donde los músculos faciales están en constante movimiento: sonreímos, fruncimos el ceño, guiñamos los ojos, y todas estas expresiones diarias contribuyen a la aparición de las 'patas de gallo'.

A medida que envejecemos, nuestra piel produce menos colágeno y elastina, dos proteínas clave que mantienen la piel firme y elástica. Este descenso natural en la producción de colágeno provoca que la piel pierda su capacidad de recuperarse tras cada contracción muscular, lo que resulta en la formación de arrugas permanentes.

Factores externos como la exposición prolongada al sol, la contaminación y el humo del cigarrillo también aceleran el proceso de envejecimiento. Los rayos UV del sol, por ejemplo, dañan las fibras de colágeno y elastina, debilitando aún más la estructura de la piel. Asimismo, los radicales libres generados por la contaminación ambiental pueden causar estrés oxidativo en las células cutáneas, promoviendo el envejecimiento prematuro.

Pero no todo está perdido. Aunque es imposible detener por completo el paso del tiempo, es posible mitigar el impacto que tiene sobre nuestra piel, y lo mejor de todo es que podemos hacerlo de manera natural y sin la necesidad de recurrir a intervenciones invasivas.

Cómo prevenir las 'patas de gallo' de forma natural

Hay muchas maneras de cuidar nuestra piel y prevenir las patas de gallo a través de pequeños cambios en nuestra rutina diaria, utilizando métodos naturales que nutran y que fortalezcan la piel desde adentro hacia afuera.

Primera cosa que tenemos que tener en cuenta es que la hidratación es esencial. Una piel bien hidratada resiste mejor las arrugas, por lo que necesitamos beber suficiente cantidad de agua cada día, pero también utilizar cremas hidratantes naturales que contengan ingredientes como el ácido hialurónico, el cual ayuda a retener la humedad en la piel, así como también el uso de aceites naturales como el de coco o jojoba, que proporcionan una hidratación profunda sin obstruir los poros.

Otra clave en la prevención de las 'patas de gallo' es proteger la piel del daño solar, por lo que el uso de protector solar no puede faltar en la rutina diaria ya que es una de las formas más efectivas de prevenir el envejecimiento prematuro. Además, de usar gafas de sol homologadas con las que proteger los ojos y la piel que los rodea, reduciendo el esfuerzo que hacemos al entrecerrar los ojos, lo que a su vez minimiza las arrugas por expresión.

Alimentarnos de manera equilibrada también juega un papel crucial en la salud de nuestra piel. Una dieta rica en antioxidantes, como las frutas y verduras frescas, ayuda a combatir los radicales libres que aceleran el envejecimiento. Los alimentos ricos en vitamina C, como los cítricos y los pimientos, son especialmente beneficiosos, ya que esta vitamina es esencial para la producción de colágeno. Asimismo, los ácidos grasos omega-3, presentes en alimentos como el pescado, las nueces y las semillas de chía, ayudan a mantener la piel flexible y bien hidratada.

Además de cuidar lo que comemos y cómo tratamos nuestra piel externamente, hay otras prácticas naturales que pueden ser increíblemente efectivas. El masaje facial con movimientos suaves alrededor de los ojos mejora la circulación y ayuda a que la piel se mantenga firme, así como también la realización de ejercicios faciales específicos, como los que fortalecen los músculos alrededor de los ojos, son rutinas que ayudan a retrasar la aparición de las 'patas de gallo'.

No podemos olvidarns de tener un descanso adecuado porque cuando no dormimos lo suficiente, a nuestro cuerpo no le da tiempo de reparar las células dañadas, lo que va a favorecer el envejecimiento de la piel. Así que dormir al menos 7-8 horas cada noche tal como recomienda la OMS y, si es posible, hacerlo boca arriba para evitar la presión en el rostro, puede marcar una gran diferencia en la aparición temprana de las 'patas de gallo'.

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